21 noviembre 2016

El suicidio

El suicidio, carta desesperada del ser,
mejor dejarla cerrada si no quieres comprender.
Abrirla solo traerá lágrimas al caer,
y heridas profundas que no podrán perecer.

Y si confesara

Detrás de ella, el universo se despliega,
delante, una sonrisa que la vida entrega.
Sus ojos, en estrellas se pierden y navegan,
con flores adornando su ser, así se integra.

Su cabello, destello de orgullo y de luz,
al murmullo del mundo responde en su trasluz.
Un cosmos en mi bolsillo, en su esplendor recluso,
ella, la belleza pura, sin ningún subterfugio.

Y si confesara,
que no temo al final ni a la noche fría,
dichoso el viento que su forma acaricia,
dejando a un lado el pensar, solo por hoy, por la alegría.

17 mayo 2016

El mejor abrazo del mundo

Quiero ofrecerte el mejor abrazo del mundo, estrecharte en el momento en que más lo necesites, ya sea en tu tristeza o cuando no haya sido tu día. Siento el deber de abrazarte con fuerza, mostrarte que estoy aquí para ti, intentando comprender por lo que estás pasando. Cada hueso, cada fragmento de ti que se haya desprendido, quiero volver a unirlo con cariño, porque mereces estar completa.

Escúchame bien, la única expectativa que tengo hacia ti, señorita, es que seas feliz. Si fracasas en algo, nunca cambiaré lo que pienso de ti; si triunfas, ese éxito es para que lo disfrutes y lo compartas, si así lo deseas. No cargues en tus hombros las ilusiones de los demás, olvida esas expectativas que, lejos de facilitar tu camino, se convierten en una carga innecesaria. Rechaza amablemente lo que los demás esperan de ti. No busques complacer a otros cuando el placer debe ser propio. Lo peor que podemos hacer es satisfacer los caprichos ajenos que, aunque puedan venir disfrazados de buenos deseos, no comprenden que lo que realmente necesitamos es apoyo genuino en las decisiones que tomamos.

Que tus errores no te paralicen, que las miradas escépticas no te intimiden, que, si alguien duda de ti, es porque no desea verte prosperar. Si te engañan, muéstrales la verdad; si te obstaculizan, aléjalos de tu vida y advierte a los que siguen tus pasos sobre lo arduo que puede ser el camino, pero que, al final, verán que todo habrá merecido la pena.

16 mayo 2016

Las exigencias

Hacía tiempo que no nos veíamos, una amiga y yo. Durante nuestra conversación, ella compartió conmigo, con cierta tristeza, que mantenía una relación con alguien a quien realmente no quería. Estaba con él debido a la presión de su familia y amigas, quienes insistían en que buscara compañía. A sus años, ya estaba preocupada por la idea de “quedarse atrás”. Entendía su preocupación, pero no quería hacerla sentir peor con comentarios bruscos y directos. Así que decidí ser franca y compartir mi opinión sobre la “obligación de tener pareja”.

¿A quién le importa si estás sola? ¿A quién le interesa si aún no has encontrado a tu persona especial? ¿Quién tiene derecho a presionarte para buscar compañía?

En lugar de angustiarte por lo que otros puedan decir o por las burlas ocultas que puedan surgir, enfócate en conocerte y encontrarte a ti misma. Cumple tus sueños, establece metas, persigue lo que siempre has querido lograr y pasa tiempo con aquellos que te aprecian de verdad. Pero, por favor, deja de lado las preocupaciones innecesarias.

Abandona la idea de estar acompañada solo porque otros te lo imponen. Tener una relación no es la única meta en la vida. No te sumerjas en la ansiedad ni te involucres con alguien solo por cumplir con las expectativas de compañía. Si cometes ese error, tendrás que posponer tus sueños y objetivos, reemplazándolos por miedo y falsedades.

Y aunque pueda sonar a cliché de libro de autoayuda o película romántica, no te quedarás “sola” para siempre. Olvídate de las expectativas ajenas; el tiempo te brindará lo que realmente necesitas.

Al final, después de una charla reconfortante, nos dimos un abrazo y nos despedimos con la sincera intención de volver a encontrarnos.

15 mayo 2016

Sus mejillas

Sus mejillas se tiñen de un suave carmín,
al decirle que es la razón de mi insomnio sin fin.
En su rostro florece una sonrisa encantadora,
tesoro que guarda, su belleza deslumbradora.

Desvía la vista, más sus ojos encuentran los míos,
labios que muerde, ocultando sus deseos sombríos.
Anhela lanzarse a un beso, mis labios sellar,
mas no puede evitar, en su ser, un fuego avivar.

El propósito

La vida es un suspiro efímero, un breve instante en la eternidad,
insuficiente es una vida para contar las estrellas en su inmensidad.
No bastaría una existencia para enumerarlas sin final,
ni para abarcar el saber que en la historia ha dejado la humanidad.
Intentamos dejar huella en el desierto del tiempo, tan vasto y tenaz,
pero apenas avanzamos un poco, se desvanece nuestra marca en el polvo fugaz.
Poco tiempo nos queda, ¿y si anhelara más, si deseara mucho más?
El propósito es no acostumbrarnos, no conformarnos con la realidad,
una vida corta nos invita a explorar más allá de la normalidad.
Nos transforma sin permiso, nos lleva a destinos sin igual,
una invitación a viajar más allá de nuestros sentidos, a un viaje sideral.

11 mayo 2016

Expresar

Me encantan las flores que al anochecer florecen,
y el vino tinto que en tu piel se estremece.
Besar tus manos tras un leve roce,
¡y que el viento en tus pulmones rime en versos!

Escucho casi en silencio palabras de amor ardiente,
suaves y bellas, las pronuncias ferviente.
No existe otro ser que pueda expresar,
los deseos ocultos que nos hacen temblar.

Me envió un beso

Me envió un beso en carta sellada,
y al recibirla, mi alma alborotada,
respondió con fervor, pluma en mano:

"¡Oh, suspiro del aire, mi amada!
Tu mensaje ha llegado, dulce y honrado,
la carta más preciada entre todas guardada.
Con emoción desbordada, mis ojos han llorado,
y al papel en mi pecho lo he abrazado.
Anhelo serenarme, en tu amor meditado,
ese lazo que a ambos nos ha enlazado."

10 mayo 2016

Ven conmigo una vez más

Ven conmigo una vez más,
por los senderos de Edison a pasear,
junto a la librería que solíamos frecuentar,
donde en el parque nos gustaba descansar.

Observábamos a los enamorados sin cesar,
contando cometas que en el cielo quieren bailar,
mientras melodías nos hacían soñar,
en un mundo que solo nosotros podíamos habitar.

Bajo el árbol, en divina serenidad,
sobre el césped, nuestra paz solíamos hallar,
por esos caminos, juntos solíamos andar,
ven, recorramos Edison una vez más.

Y al final, al mismo sitio llegar,
donde los recuerdos se niegan a abandonar,
aquel lugar que nos vio amar,
que en nuestra memoria siempre vivirá.

Un año sin tu amor

Un año sin tu amor,
es vivir sin color,
en un mar que diluye el tiempo,
y momentos que se pierden lento.

En rincones de dudas constantes,
donde antes,
jugábamos con pasión desbordada,
corriendo sin pausa, sin nada.

Cayendo juntos al suelo,
bajo un manto de estrellas y cielo,
en silencio, sin más que hablar,
solo el universo entre tú y yo al mirar.

Una realidad

Si el universo otra vez comenzara,
anhelaría en él volverte a hallar,
en cualquier forma que pudiéramos estar,
lo común sería una vida antes de renacer, un lazo sin par.

No importa cuántas veces de la muerte surja,
ni cuántas singularidades la vida empuja,
siempre serías lo primero que mi alma ansía,
en cada renacer, en cada nuevo día.

En el cielo o en el infierno, mi deseo persiste,
en el cero absoluto, en la entropía que existe,
o en la energía más alta que el cosmos viste,
eres la razón de mi ser, la esperanza que me asiste.

Nada hay que comprender, en tu ser único y sin fin,
nada necesito tener, si a cambio tu amor está aquí,
dispuesta a dar sin medida, en un eco que va y viene a mí,
cuando lo único que anhelas es lo mismo que hay en mí.

Una realidad sin ti es como un vacío sin fin,
sin tu existencia, no hay vida en mí.

05 mayo 2016

Anhelo

Anhelo el abrazo, eterno y sincero, de un amor que sea verdadero,
un lazo que en su apretar, me brinde paz y pueda durar.

Evidente

Gratitud a la fortuna que guía,
en el vivir, la esperanza es día,
reto al yo, en soliloquios se funde,
a la mente, en su soledad profunda,
respuestas claras, sin la sombra de duda,
desvelos e ideas, la inspiración no elude,
ocultos quedan recuerdos, más nunca se esfuman.

Flores de sanación

Flores de adorno, de dulce fragancia,
no tan hermosa como la orquídea en su elegancia,
rara vez se da como muestra de amor,
ni tiene la ternura del lirio, ni su candor,
ni alcanza la grandeza del rudbeckia bicolor.

Mas es planta de sanación, de antigua veneración,
la respetan los sabios, conocen su valoración,
la buscan en la sierra, donde la tierra es su morada,
junto a los pinos se alza, en la bruma embozada,
en rincones umbríos y fríos, allí será encontrada.

Los ancestros la usaban, contra el mal combatían,
con el tiempo y su uso, el dolor aliviaba,
no presume de belleza, más su valía es incuestionable,
en la medicina tradicional, su rol es indispensable.

03 mayo 2016

Déjame descifrar

Déjame descifrar lo que en tu mirada habita,
explorar el alma que en tus ojos palpita.
Aquí y allá, un vaivén sin fin,
tú y yo, en la búsqueda de un amor sin confín.

Nuestras miradas se cruzan en un baile eterno,
piel con piel, un tacto tierno.
Aliento compartido, pulmones entrelazados,
corazones en frenesí, destinos cruzados.
Tus dedos, espadas que en mi espalda se clavan,
dejan en mí, huellas que a ti me atan.

Muerde mis labios, desata la pasión,
bésame con fuerza, sin comparación.
Quiero sentir tu respirar,
murmullos que me invitan a pecar.

Contempla mi ser, ataviado y resplandeciente,
bajo el tono de mi piel ardiente.
Tus ojos, dueños de suspiros y de mi devoción,
tú y yo, perdidos en la búsqueda de una razón.

Sueños robados, tiempo que se escapa,
en borracheras que a la nada atrapa.
Lamentando no ser el uno para el otro,
pero aquí seguimos, en un abrazo otro.

Juntos queremos estar, sin saber el porqué,
sin hallar el motivo para el adiós o el después.
Solo, aquí una vez más, saboreando el amor,
en un eterno retorno, en un ciclo sin temor.

Bajo la lluvia

Su rostro comenzó a humedecerse con la lluvia nocturna; el frío la obligó a abrazarse a sí misma. Yo permanecía sentado en el banco, memorizando cada uno de sus movimientos. Ella danzaba bajo la lluvia, y los charcos se convertían en trampolines; cada salto suyo parecía detener el tiempo. Su cuerpo delineaba las trayectorias de la lluvia que caía sobre ella, desviando el agua en todas direcciones, como si fuera una fuente. Pero esta fuente estaba viva y era la más hermosa que jamás había contemplado. No estaba hecha de piedra ni de mármol; era una mujer esculpida por un dios.

Giraba con los brazos extendidos y las palmas abiertas, elevaba una pierna al estilo de las patinadoras sobre hielo. Ella era una artista bajo la lluvia, la única que lograba darle sentido al frío de la noche. De niño, me maravillaba ver caer la lluvia; había olvidado la sensación de esos primeros momentos cuando comienzas a descubrir la vida. Con el tiempo, dejé de asombrarme, pero hoy, contigo, vuelvo a creer que aún hay muchas cosas por atesorar en la mente.

El mentiroso

Siempre fui el gran mentiroso,
el orgulloso, el de la suerte con gozo,
más hoy confieso sin reposo,
tu partida dejó mi amor doloroso.

Soy aquel que todos desean ser,
el mentiroso, maestro del parecer,
creen que el dolor no me puede vencer,
soy talento y mente, sin nada que temer.

Mas ser quien no eres, agota el placer,
hoy confieso, sí, he sabido llorar,
desde tu ausencia, no puedo olvidar,
mi orgullo es grande, más grande es extrañar.

28 abril 2016

Cuando nos conocimos

Cuando nos conocimos, no teníamos ni la más remota idea de que terminaríamos descubriendo nuestro destino. Te acercaste para resolver una duda que tenías; ambos estábamos en la biblioteca, compartiendo la misma mesa de estudio, aunque en extremos opuestos.

Pasamos varias horas inmersos en los estudios y tomando notas, y, casi sin querer, nos percatamos de que estudiábamos lo mismo. Sabías que yo estaba en un nivel más avanzado, lo cual fue el pretexto perfecto para que me buscaras.

Al salir, no puedo afirmar que estuviéramos enamorados, pero sí había un lazo que nos unía. Nos despedimos con la serenidad de quienes saben que están destinados a cruzar sus caminos.

Se dice que las parejas deben complementarse, pero la nuestra es un caos, y eso, curiosamente, es lo que me atrae y al mismo tiempo me perturba.

27 abril 2016

El desafío de comenzar

¿Por qué es tan difícil aceptar los errores, el miedo o el sufrimiento? Tal vez alguien ajeno al problema lo vería como algo trivial, pero la realidad es que no podemos ignorar lo que nos causa dolor, sin importar la magnitud del problema; sigue siendo eso, un problema. Aquellos que enfrentan el sufrimiento diariamente deben soportar tantos desafíos que los envuelven. Es en estos momentos donde la persona debe ser calculadora al tomar decisiones, evaluando cuánto estamos dispuestos a sacrificar para ayudar.

Si se acepta el error, podría provocar la caída del sistema o la pérdida de confianza en él. Si se acepta el miedo, se admite la ausencia de un líder, la falta de autoridad y la pérdida de liderazgo. Si se acepta el sufrimiento, nos condenamos al fracaso, al aislamiento y a la estagnación.

Podemos aceptarlo, pero debemos ser conscientes de que esto podría causar más que un simple contratiempo; nos exige cambiar, aprender, reevaluarnos y seguir adelante. No es una razón para rendirnos, ni justifica una decadencia lenta de nuestro ser. Es un reinicio, un renacer; nada está perdido mientras tengamos vida, tenemos la oportunidad de empezar de nuevo, tantas veces como sea necesario.

¿Estoy hablando de algo en particular? No, en realidad es una manera de decir que todo lo que describo ocurre tanto en un individuo como en un colectivo, en la comunidad o en la estructura de alguna organización, y no solo en política. Puede ser en una escuela, iglesia, hospital, club deportivo, en un bar o en una empresa. Cada persona lleva su responsabilidad, al igual que cuando se habla de una institución.

Podría citar muchos errores y problemas como ejemplos, pero prefiero dejar a la imaginación cuáles serían. Solo debemos recordar mencionarlos desde los más personales hasta los sociales. Como mencioné al principio, no importa qué tan grande sea el problema, sigue siendo un problema. No existe una solución mágica o rápida, ni será posible evitar las amarguras que conlleva, pero debemos ser honestos con nosotros mismos: podemos mejorar si lo aceptamos.

Si aceptamos el desafío de comenzar de nuevo, una y otra vez.

25 abril 2016

Residía en ti

Siempre brilló la dicha en tu mirar,
constante y eterna, sin cesar.
Residía en ti, mas no lo veías,
ignorabas esa luz que en ti ardía.

Mas yo sí sentía esa claridad,
era tal que, al contemplar tu verdad,
sin importar mi propio pesar,
tu esencia me lograba enamorar.

21 abril 2016

Pensamiento perdido

Busca en mis ojos, las lágrimas que te entregué,
en mis labios, las palabras de amor que pronuncié.
Busca en mi alma, algún vestigio del pasado que compartí,
¡No hallarás nada!, pues todo te lo di,
y lo poco que quedaba, lejos de mí lo envié.

Allá, en algún rincón, alguien lo hallará,
no se hará rico con tan valioso hallazgo,
pero sabrá que el amor es real, lo sentirá,
se dará cuenta de lo que se crea al estar enamorado,
y dejará todo atrás, en busca de un amor, se lanzará.

Ahora todo está disperso, amor en cada mirada, en cada palabra,
jóvenes abrazados, novios de manos entrelazadas,
aquellos que en la penumbra se besan, sentirán
en su piel la brisa de mis memorias,
los cálidos besos que a ti te di, ahora libres como el viento van.

Mis palabras se tornan melodías, mis besos y caricias en elixires,
embriagando de sueños hermosos, las tentaciones se vuelven colores,
y las miradas, en pasiones lujuriosas se convierten.
Baila bajo la luna, no busques lo que ya no está,
si todo de mí recibiste, ahora depende de ti,
venir y darme un poco, para recordar la sensación de un abrazo,
acurrucados juntos, ardiendo como fuego,
brillando más que cualquier estrella en el espacio.

18 abril 2016

Somos

Sigues altiva y radiante, belleza sin igual,
yo, el olvido en persona, un arte sin parar.
Mas confieso que no existe un solo día,
en que no desee fervientemente robarte un besar.

Afirmas no conocer de amores, ni su cruel pesar,
yo jacto de un corazón, nunca herido en su andar.
Pretendemos ser dos almas sin pasado en común,
más la verdad es que nos amamos, sin cesar, sin dudar.

Tú, la caprichosa; yo, el arrogante,
desperdiciamos el tiempo, perdemos instantes.
Podríamos vivir en un eterno abrazar,
pero somos así, negados a confesar la verdad.

15 abril 2016

Con los ojos cerrados

Lo que anhelaba era un sueño sin fin,
sin la rutina diaria que invade al dormir.
Y si en sus sueños, respuestas pudiera hallar,
quería aquellos que su paz pudiera brindar.

Nunca vi a alguien con tal deseo ferviente,
acostarse y no despertar hasta sentirse plenamente,
como saciar una sed que no puede esperar,
era su único anhelo, su deseo más vital.

En su mirada cansada, la calma mantuve,
y aunque su cuerpo estuviera exhausto y sin luces,
con ojeras marcadas y cabello al viento,
mi amor por ella era puro y sincero.

Me acerqué para darle un abrazo apretado,
sentí su calor, y en un acto delicado,
con ojos cerrados, sus manos a mí se aferraron,
la levanté en mis brazos, a la cama la llevé, sin demora.

La acomodé entre sábanas y almohadas,
en la luz tenue, su belleza resaltaba.
Un beso en su cabello antes de partir,
ella, sin ver, mi cuello quiso sentir.

Con suave agarre, mi rostro a ella se acercó,
me besó, y en su abrazo me retuvo,
sin saber si estaba consciente o en trance,
solo sé que mi amor por ella era grande.

El amor hicimos, con ojos cerrados ella quedó,
no era necesario ver, el sentimiento bastó.
Ahí estábamos, juntos en la intimidad,
ella soñando, yo a su lado, en realidad.

14 abril 2016

Dejemos ya los juegos

Ahora comprendo por qué pasas tan seguido,
caminando de lado a lado, tan cerca de mí,
con ese perfume y esa mirada que invitan a soñar,
quieres conquistarme, de eso puedo apostar.

Piensas que caeré rendido a tus pies,
mas lo que ignoras es que me encantas desde tiempos atrás,
tu mirada la sentí de cerca, penetrante y viva,
y esa sonrisa que me brindaste, habla y cautiva.

Dejemos ya los juegos, las indirectas, el misterio,
caminemos juntos, mano a mano, por este sendero.

13 abril 2016

Curiosidad

Es la curiosidad que me lleva a explorar,
cada rincón del cosmos sin final.
Con la misma intensidad deseo hallar,
sí en tu corazón, mi amor puede habitar.

Un amor solo para mí

Un amor tan grande como aquel que te entregué,
Sincero y profundo, como el que en ti sembré.
Igual de singular, misterioso a la vez,
Un amor solo para mí, que en sueños concebí.

Mucho, mucho amor, como el que a ti di,
Anhelo uno igual, que viva aquí en mí.
Que sea tan inmenso, tan lleno de pasión,
Un amor correspondido, que sea mi canción.

Besos de cereza

Besos de cereza, ayer y hoy,
la certeza se desvanece en el vaivén.
¿Cuántos me entregaste en el ayer?
¿Cuántos vendrán con el amanecer?

Apenas saboreo el primero,
y ya anhelo otro, igual al anterior.
Si entendieras lo que guarda mi corazón,
por esos besos de cereza, pasión sin razón.

En cada uno me pierdo, y con gusto me confieso,
en esos besos de cereza, que son mi universo.
Los que me diste ayer, antes de ayer,
y los que anhelo hoy, con el alma en verso.

Me resigno

Recuerdos que en la neblina se desvanecen,
como gotas serenas en cristal de ventana,
lluvia de nostalgia que al pasar desaparecen,
sobre hojas de papel su danza temprana.
desfilan bajo mis pies, en estampa llana,
tejiendo senderos largos que enmudecen,
me resigno a su andar, en la mañana.
sin dejar de pensar en ti, mi esperanza,
en cada paso, tu recuerdo me alcanza.

Amargura

Poemas que jamás leerás,
Lágrimas que no verás caer,
Sonrisas que no volverán a ser.

28 marzo 2016

Tenía razones

Tenía razones claras para expresarte mi querer,
pero de pronto todo cambió, ya no sé qué hacer.
Mis sentimientos se esfumaron, sin razón ni lucidez,
comprendí que amarte era solo una parte de mi ser.

21 marzo 2016

Ocurrencias y coincidencias

Un muchacho enamorado, con su pluma en un vaivén,
trata de escribir, de describir, lo que siente por su bien.
Ocurrencias y coincidencias, en un intento por confesar,
le mando a decir lo mucho que la quiero, aunque no pueda llegar.

17 marzo 2016

Mediciones

Besos que se cuentan por segundos,
latidos que marcan cada minuto,
abrazos que duran toda una hora,
miradas que llenan cada día,
y tu cariño, que deseo para toda la vida.

En tu lecho de rosas

Duerme, princesa, en tu lecho de rosas,
la más hermosa, la noche reposa.
En el regazo de flores te acunas,
bajo el silencio de la luna.

Hoy en mi camino

Hoy en mi camino, pensé en ti, en lo bueno y lo malo,
sorprendido de que aún te tenga en mi pensamiento.
Me has mostrado de todo, lo dulce y lo amargo,
¿estaré errado? ¿o es solo un juego?

Nunca dudé de tu cariño, lo sentí, sé que es verdad,
pero he perdido la esperanza de que juntos podamos estar.
Temo que sea por ti, lo aceptas, lo niegas, o no ves la ocasión,
no puedo saber lo que piensas, solo calmo mi corazón.

Qué terquedad la mía, buscando lo que no puedo tener,
imprudencia la mía, por perder, por no poder retenerte.
Solo espero que seas la lección que debo aprender,
sobre cómo es, en realidad, el verdadero querer.

Dichosa tú, afortunada muchacha,
quien fuera tú, que, sin esfuerzo alguno,
más que tu mera existencia, me cautivas con pasión.
Dichosa tú, por mostrarme que hay infinitas formas de amor.

Dichosa tú

Afortunada muchacha,
Quien fuera tú,
Que sin mayor esfuerzo,
Más que tu existencia misma,
Me tienes embaucado en profunda pasión,
Dichosa tú, por enseñarme,
Que existen formas extrañas de amar,
Y si bien, yo solo conocía uno o dos,
Pero contigo hay un número infinito.

14 marzo 2016

No importa

Todo lo demás es superfluo cuando estás aquí,
nada importa más cuando contigo estoy.
Te quiero tanto que cada día te lo repito,
y no importa a dónde vayas, siempre te sigo.

Circulo

Aquí sigo,
y aquí estaré,
voy contigo,
y contigo me quedaré.

Hoy sonríe,
y siempre sonríe,
porque siempre aquí,
aquí seguiré.

Lo mejor para ti

¡Oh mañanitas!
Te deseo con todo mi corazón,
abrazos y travesuras sin fin,
¡Oh mañanitas!
Eres bonita,
te quiero tanto que deseo,
siempre y para siempre,
lo mejor para ti.

11 marzo 2016

Sin darnos cuenta

En mi defensa, nada tengo que decir, solo que aún te amo,
soy un poeta, con un poema en mano,
no puedo enmendar errores solo con un gesto,
así es la vida, rompemos lo que es amar,
olvidamos los problemas, para de nuevo empezar,
sin saber, al mismo punto volvemos a llegar.

10 marzo 2016

Aprenderemos

Tus lágrimas caen, como balas heladas en el pecho,
nadie nos enseñó cómo amar de verdad,
ni cómo dejar atrás, lo que debemos olvidar,
nacemos con la meta de crecer, de explorar,
de aprender lo que es amar,
con errores y aciertos, en la verdad hallaremos el amar.

Dos

Sabes, cuando por amor se pierde la razón,
surgen las mejores ideas, las decisiones que todo lo cambian,
actuamos sin pensar, buscamos renovar,
descubrimos lo increíble, lo que jamás pensamos alcanzar,
el amor nos muestra lo maravilloso que podemos ser.

Si nos quedamos solos, centrémonos en lo que hay por ganar,
en la depresión más profunda, lo negativo podemos transformar,
aprovechar cada sentimiento, sea bueno o mal, para avanzar,
demostrar que la voluntad es fuerte, que mucho se puede lograr.

En el amor, en el desdén,
en las risas y en el llanto,
en las caídas y en los vuelos,
con los ojos abiertos o en la oscuridad,
solo o acompañado,
bailando o en la quietud,
despierto o en sueños,
en silencio o en conversación,
jugando o en calma,
sea como sea,
dos, dos y dos.

09 marzo 2016

Ella es

Ella no es una chica cualquiera,
si la conocieras, lo entenderías,
cuando se enamora, entrega lo mejor,
cambia el mundo con solo mirar,
regala momentos que son un tesoro,
no teme al dolor, no teme a la herida,
es una chica que todos quieren,
y yo, la amé de inmediato.

Me entregó un papel al año,
con un mensaje que decía:
"Amemos sin miedo, sin temor al dolor",
ella es única, de eso estoy seguro,
y la amaré por toda mi vida.

Quiebras mi respiración

Quiebras mi respiración,
matas mi amor,
en un instante, te vas,
como una estrella fugaz.

Estoy frío, pero enciendes mi ser,
el dolor y el placer tan cerca están,
no te vayas, no me dejes aquí,
quiebras mi respiración.

Me desmorono, caigo en pedazos,
mi corazón al tuyo le grita,
¡Ven, sálvame!
estoy muriendo sin ti.

Intoxicados

Quiero intoxicarme de tus caricias,
escuchar tus palabras sensuales,
morirme en la danza de tus caderas,
enredarme en tus manos, en tu ser.

Sobrio estoy, pero anhelo embriagarme,
con fantasías donde tú estás,
drogarme con el roce de tu piel,
tus labios rojos, déjame tu esencia.

Esta noche no habrá descanso,
bailaremos hasta caer, intoxicados,
provocaremos sensaciones nuevas,
dejémonos llevar por la pasión.

¿Qué podría pasar?

Te espero en la estación del tren,
el tiempo avanza, no se detiene,
ven, sígueme, solo un momento,
¿Qué podría pasar?

No temas, no cierres los ojos,
mira el amor que tengo para dar,
no lo dudes, es tuyo para tomar,
¿Qué podría pasar?

Tras mucho tiempo, el miedo se fue,
dejándome solo el deseo de verte,
aquellos días de temor se esfumaron,
el miedo se fue y me liberó.

Abre los ojos, mira quién soy,
si aún no estás lista, solo diré,
cuando te veo, cuando te encuentro,
aún te amo, eso es verdad.

Como quisiera decirle

Cómo quisiera decirle que del cielo es,
un peso es pensar así, mejor callar,
guardarlo y demostrar cuánto significa,
escribirle versos en secreto, enviarle besos ocultos,
decir su nombre seguido de un deseo.

Cómo quisiera decirle cuán bella es,
musa de letras, de amor y pasión,
ladrona de suspiros, de mirada sensual,
hecha en el cielo, sin más explicación,
ella es celestial, y eso es final.

Cómo quisiera volver a aquel día,
bailando bajo la brisa, en la nublada jornada,
eras el sol, el calor de una pasión naciente,
eras el rayo anunciando lo que serían,
los mejores recuerdos de mi existencia.

Fuimos, somos y seremos

Caminamos juntos, sin prever,
te confesé mi amor, sincero y fiel,
escuchaste atenta, pediste oír más,
"Te amo", repetí, con firmeza y paz.
Un beso selló, nuestro dulce andar,
por el jardín, bajo el cielo estrellar,
la noche era fría, mas no importó,
tu calor me envolvía, y el frío cesó.

Soñé contigo, en la noche serena,
te abracé fuerte, mi amor por ti llena,
soñar contigo, me lleva a imaginar,
que, en tus sueños, también puedo estar,
¿Será que así, el amor equilibra?
en la naturaleza, su fuerza libra.

¿Por qué somos así? separados en la distancia,
cuando podríamos compartir la existencia,
tú allí, yo aquí, pero juntos al caer la tarde,
esperando la noche, para amarnos sin alarde.
Cansados de besos, de abrazos sin fin,
dormir a tu lado, es mi mejor destino.
Despertar contigo, recordar y vivir,
el ayer, el hoy, y lo que está por venir.

Fuimos, somos, seremos, en la mente profundo deseo,
imaginemos eternamente, en el juego de ideas creo,
soñemos lo que sería, si cerca estuviéramos tú y yo,
tan cerca, que el universo, envidia nos tendría, por nuestro amor.

06 marzo 2016

Simplemente tú

Me enamora verte leer, en cada página te pierdes más,
eres tú, en tu esencia, quien mi corazón atrapas.
Con la guitarra en mano, aunque finjas tocar,
escucharte es un deleite, te veo brillar.
Tus labios se mueven, con la música van,
y en ese instante, no puedo más que amar.

Al caminar, en ti pienso, y sonrío sin parar,
eres tú, simplemente, quien me sabe enamorar.
Como niño con ilusión, corazones en la libreta,
soñando despierto, tu nombre es mi poeta.
Iniciales aquí y allá, en mi mente y en el mar,
eres tú, y solo tú, quien me sabe inspirar.

Duerme tranquila, en mis brazos acurrucada,
tus ojos cerrados, tu respiración acompasada.
Besos furtivos, mientras duermes, te doy,
y en ese silencio, mi amor por ti crece y soy.

Paseos dominicales, al jardín, al lago, da igual,
lo importante es ir contigo, de la mano, sin final.
Mariposas en primavera, veranos de sol radiante,
otoño no es en vano, y en invierno, amante.
Eres tú, simplemente tú, quien me sabe enamorar,
con solo ser tú, me tienes volando, sin cesar.

24 febrero 2016

Ser todo para ti

Entre pinturas y cuentos, en poemas y canciones,
está tu nombre, tus ojos, tus manos, emociones.
Tu sonrisa, tu mirada, son mi mayor tesoro,
quiero escucharte, decirte, en el amor me decoro.
Quiero amarte, mirarte, en tu ser me quiero perder,
ser todo para ti, y en tu nada, renacer.

Escuchar

¿Cuántas veces nos detenemos solo en la cáscara brillante de las cosas, enamorándonos de una ilusión que se desvanece al tocarla? Es el laberinto donde todos, tarde o temprano, nos perdemos, un rito de paso hacia la madurez. En la antesala de ese viaje, rechazamos los mapas que nos ofrecen; nuestras voces internas y externas proclaman: “A mí no me pasará, mi historia es otra”. Nos volvemos sordos a los ecos de experiencias pasadas.

Pero hay un atisbo de verdad en esa rebeldía. ¿Qué tal si esta vez es diferente? ¿Qué tal si quiero ser el cartógrafo de mi propio destino? Aunque, en algún recoveco de la conciencia, deberíamos reservar un espacio para la duda, para la posibilidad de caer, como nos previnieron, y así, aprender de nuestros tropiezos y levantarnos con más sabiduría. El tiempo, ese juez imparcial, eventualmente nos enseñará, a medida que los días se desplieguen como páginas de un libro por escribir.

Y qué frustración se siente al observar a otro en un sendero parecido al que una vez recorrimos, siguiendo las mismas huellas que dejamos atrás. Corremos hacia esa persona, intentamos detenerla, compartir nuestro mapa del tesoro lleno de advertencias, pero al igual que nosotros en su momento, hace oídos sordos. Entonces recordamos, comprendemos, y decidimos dejar que cada quien navegue su propia odisea, esperando que al regresar podamos compartir un momento de comprensión mutua: “Tenías razón”.

Hay quienes escuchan y quienes no. Los que prestan oído parten con una brújula, aunque esto no garantiza el éxito, sí les otorga una ventaja. Por más vasto que sea el océano de la experiencia humana, nunca es suficiente para enseñarnos a navegar con precisión. Cada ser es un cosmos en sí mismo, con sus propias leyes y sus pensamientos singulares.

Somos arcilla en constante modelado; cada vivencia nos transforma, nos reinventa, nos convierte en una pieza única en el rompecabezas de la existencia. La vida es un viaje de ida sin retorno, haciendo que cada capítulo de nuestra historia sea exclusivo e inolvidable.

23 febrero 2016

Me enamoro

Me enamoro aún con la frescura de un adolescente, redactando cartas clandestinas, guardando en secreto la identidad de ella, la musa de mis dibujos y fantasías de paseos compartidos, soñando con un futuro en conjunto. ¿Demasiado cursi? Quizás, pero es la prueba de que mis relaciones anteriores no han logrado empañar mi visión del amor ni alterar mi manera de sentir; al final, lo esencial es extraer lecciones de los errores cometidos.

Mi corazón ha sido fracturado, y debo admitir que también he fracturado algunos. A pesar de nuestros esfuerzos por evitarlo, resulta casi imposible no hacerlo; incluso con los más sólidos acuerdos entre dos seres enlazados por el afecto, siempre hay un fragmento del corazón que se queda con el otro.

Cuando la calma regresa y hemos remendado nuestro corazón, deberíamos volver a abrirnos al amor. ¿Cuántas veces habremos perdido la chance de disfrutar y ser felices, saboreando las delicias del amor, solo por no otorgar una oportunidad, por no concedernos el permiso de intentarlo de nuevo? Claro está, no con cualquiera, sino con aquel o aquella que despierte en nosotros ese cosquilleo, esas peculiares fantasías de mariposas revoloteando en el estómago.

El pasado cesa de ser un lastre cuando damos con alguien que nos valora por lo que somos ahora, en este preciso instante.

Día tras día

Desde hace ya tres años, vengo muriendo día tras día, sin razón aparente, en más de mil noventa y cinco formas distintas. Algunas muertes han sido atrozmente dolorosas, otras ridículamente absurdas, pero invariablemente, cada nueva mañana me halla resucitado en mi lecho. A pesar de este ciclo de muerte y renacimiento, el tiempo no se detiene para mí, y envejezco como cualquier mortal.

Mi primer deceso ocurrió intentando cruzar la calle: un vehículo me arrolló mientras distraídamente consultaba mi celular. Ese día, mis padres recibieron la noticia; incrédulos, me contaron que no podían asimilarlo, pues apenas unas horas antes me habían visto partir de casa y, por la tarde, ya no estaba entre los vivos. Al día siguiente, mi madre me encontró deambulando por la casa; casi sufre un infarto, y mi padre, por poco, me mata él mismo, creyendo que les gastaba una broma macabra. Confundido, no comprendía lo sucedido, pero en el camino al hospital, la muerte me sobrevino de nuevo: caí por las escaleras, quebrándome el cuello. Así continuaron los días, falleciendo a diario, y mis padres comenzaron a verlo con una normalidad desconcertante, restándole toda solemnidad a la muerte.

Cada vez que recibían una llamada anunciando mi fallecimiento, reaccionaban con serenidad, preguntando únicamente si era necesario identificar el cuerpo o recogerlo. Independientemente de la respuesta, ya no se tomaban la molestia de asistir. Ignoro si esto es bueno o malo. Solo mi familia parecía consciente de mi situación, recordando cada incidente, mientras que el resto del mundo olvidaba, como si nada hubiera pasado. En una ocasión, caí de un edificio de veinte pisos; la gente lloraba y lamentaba mi partida, pero al siguiente día, no quedaba memoria alguna de aquel suceso.

Electrocutado, decapitado, ahorcado, atropellado, envenenado… en ocasiones, la muerte llegaba con un dolor insoportable, y en otras, simplemente despertaba tendido en mi cama. Tras ser decapitado, confirmé que, efectivamente, la conciencia persiste brevemente tras el desprendimiento de la cabeza, consciente de la atrocidad del accidente. Una vez, perecí en un incendio intentando salvar vidas en un edificio; no, la verdad es que morí quemado en un bosque mientras… Bueno, simplemente morí.

Muero porque es mi destino, sin saber en qué momento del día ocurrirá. Por ello, vivo cada segundo como si fuera el último, pues es una tortura perder horas en el vacío hasta el amanecer siguiente. Imagina morir al salir de casa por la mañana; desaparecería por casi un día entero. Pero eso no me impide seguir adelante con una vida que, a pesar de todo, se asemeja a la normalidad.

22 febrero 2016

Pistas

Disculpe usted, señor, ¿ha visto pasar un cometa?
Me contaron que hay quienes buscan, por años, rastros celestes,
astros caídos en la tierra, en la astronomía se interesan,
cosmología, quizás cosmetología, o leer el horóscopo por respuestas.
Pistas tras pistas, en cada rincón, parecen esconderse,
más con su agudo ojo, seguro hallará acertijos, piojos, ¡o hasta lentes!

Azul III

El amor es azul, como el cielo en calma,
ignoraba el porqué, hasta que llegaste a mi alma.

Tú me conocías

Tú me conocías, antes de yo a ti,
en tus fantasías jugabas, mientras yo aquí,
seguía mi vida, ajeno a que alguien me tenía,
en sus ideas, en sus días.

Te quiero II

Te quiero, te quiero, no puedo callar,
hoy solo deseo decir "te quiero" sin cesar.
Es difícil ocultar este sentimiento tan profundo,
dejar de pensar en ti, me causa daño en este mundo.

Te quiero, es verdad, no puedo mentir,
te extraño y de ti no sé nada, solo sufrir.
Vivo con un vacío que me consume por dentro,
respiro el amor que por ti siento.

Se consume, me deja sin nada,
sin amor, sin esperanzas, en esta jornada.
Antes de ahogarme en este mar de soledad,
te quiero decir, con toda sinceridad,
te quiero, te quiero, es mi realidad.

Amada mía

Amada mía, en la incertidumbre me he perdido,
bésame bajo la lluvia, con el cielo como testigo.
Besare tu rodilla, tus pechos, tu rostro divino,
bajo la lluvia serás mía, en la oscuridad, tu destino.

Haz conmigo lo que desees, en esta danza sin fin,
pero cuida tu espalda, pues mi abrazo sentirás al venir.
No hablo de ropas, ni de telas que cubran tu ser,
veré tus miedos, pecados, errores, sin nada que temer.

Tu belleza, tal como eres, sin nada que esconder,
te permitiré ver los míos, sin nada que perder.
Así seremos, tú y yo, desnudos ante el mundo,
dos almas libres, en un amor profundo.

Mi querida estimada

Mi querida estimada, tu carta me dejó pensativo, desconozco tus intenciones, pero me sentí cautivo. Leí cada línea con devoción, buscando entre tus palabras, interpretando puntos y comas, buscando respuestas claras.

Esperaré otra carta, aunque no pueda dormir ni comer, cada vez que suena la puerta, pienso que es el cartero, ¿puede ser? Debo calmarme, lo sé, pero es difícil con esta emoción, te cuento cómo me siento, en esta confesión.

Azul II

El azul en otoño parece no tener lugar,
sí hablo del azul en hojas de libros, ¿podrás imaginar?
Quizás sea mejor cerrar los ojos y soñar,
los sueños no son azules, pero pueden inspirar.

Tus ojos no son azules, pero reflejan belleza sin igual,
al mirar el cielo, su azul en ellos puedo hallar.
El tiempo no es azul, pero sin ti no tiene valor,
no hay azul al tocar tu mano, pero sí un calor.

Soy feliz a tu lado, en cada momento y lugar.

Nadie logró entenderlo

Aquí vivió alguien como tú,
que partió hace tiempo ya,
navegando océanos vastos,
atravesando desiertos sin final,
escalando las más altas cumbres,
en selvas densas se fue a perder.

Recorrió el mundo entero,
tras un amor verdadero,
la razón más poderosa,
para hallarlo en su sendero,
debía ser un alma libre,
que nunca teme al misterio,
más nadie logró entenderlo.

18 febrero 2016

Cuando el amor

Escúchame en el silencio,
siente el viento, su cálido beso,
sigue la mirada que traza un camino,
un misterioso escalofrío recorre tu cuerpo fino,
cuando el amor, en ti, ha florecido.

09 febrero 2016

Cassettes y discos de vinilo

Cassettes y discos de vinilo,
¿cuándo piensas llegar al destino?
Un lápiz aguarda, presto a ser usado,
para dibujar o narrar lo soñado.
Eso lo sabes tú, en el océano regresado,
con el intenso calor del verano abrazado.
Es humano errar en el camino trazado,
buscar un destino, el origen rechazado.

08 febrero 2016

Ve y despega

Ve y despega hacia el soñar despierto,
regala al mundo todo ese sentimiento.
No te pierdas buscando en las piedras,
solo hallarás vacíos, no esferas.
Grita al viento, escucha a tu eco,
entrégate al amor, aunque deje un hueco.
Entrégate al tiempo, sin temor al juego,
vive cada suspiro, y recuerda, sin ego,
que eres lo que más quiero, sin ningún apego.

Ahora es ahora

Después de terminar, me di cuenta de que ya no necesitaba nada más. Al verla dormir a mi lado, me confortaba de cierta manera su tranquilidad; se veía tan feliz. Yo estaba encontrando lo que, en parte de mi vida, había buscado. Así debía sentirse cuando la encontrabas: paz interior, sin miedo alguno. Todo cambió cuando ella también me encontró.

Ya no había dudas, la inseguridad y cualquier otro factor negativo habían desaparecido. Allí estábamos los dos, preguntándonos: ¿Quién salvó a quién? ¿Pero de qué fuimos salvados? Quizás no queramos saberlo, pero así se siente cuando, terminando exhaustos y abrazados, dejamos atrás los juegos mentales que ya no valen la pena. Ahora es ahora; ya no se necesita nada más, solo el aire para respirar y seguir amando.

¿Pero por qué estamos aquí?

Amigos míos, no quiero asustarlos, pero al parecer, la Tierra dejó de existir hace millones de años, y con ella, toda la vida que contenía. ¿Pero por qué estamos aquí? La idea es que somos la luz reflejada, la onda que sigue propagándose en el vacío del espacio.

Para que me entiendan, recuerden que la luz que vemos de las estrellas proviene de astros que están a años luz de distancia y que, en algunos casos, esos astros desaparecieron hace millones de años, pero apenas percibimos su luz. Así como nacen estrellas, dentro de millones de años sabremos de ellas; cuando las descubramos, ya serán antiguas, pero nosotros las veremos como recién creadas.

07 febrero 2016

El numero 7 y la realidad

Cuando Sandy cayó bajo el influjo hipnótico, se le instó a expurgar de su conciencia cualquier noción del número siete. Al retornar de aquel trance, se le solicitó que enumerara los dedos de sus manos; tarea que ella emprendió, ignorante del porqué.

Inició el conteo por su pulgar izquierdo: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, ocho, nueve, diez, once. Sandy se sobresaltó, creyendo haberse adelantado en algún punto, y reanudó la cuenta: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, ocho, nueve, diez, once.

Observó sus manos, intactas, sin ausencias, más el resultado no concordaba. Repitió el conteo varias veces, desconcertada por alcanzar el once sin comprender el motivo. Sandy fue reconducida al estado hipnótico, donde se le reintegró la noción del siete. La joven sintió alivio al poder contar hasta diez con los dedos de sus manos.

El dilema de Sandy radicaba en que solo le habían hecho olvidar el siete; al contar los dedos, su mente anticipaba llegar al diez, pero chocaba con la realidad percibida, sus preconcepciones la confundían ante una experiencia irrefutable, la evidencia de un once inesperado era palpable.

En el año 2037

En el año 2037, los científicos del mundo detectaron un meteorito que amenazaba con colisionar contra la Tierra. Determinaron que el impacto ocurriría en un año, un margen demasiado estrecho para idear un plan de destrucción. Sin perder un segundo más, un grupo de físicos concibió un plan infalible: construyeron una máquina capaz de enviar y recibir mensajes. A diferencia de cualquier otro dispositivo de comunicación, esta máquina enviaba mensajes al pasado y recibía respuestas del futuro. Así, si el mundo fracasaba en su intento de destruir el meteorito, enviarían una advertencia para cambiar el curso de acción.

El día que la máquina comenzó a operar, los mensajes de fracaso no cesaron de llegar, cada minuto a partir de las 10:00 a.m. La regla era clara: no enviar mensajes al mismo minuto para evitar la indescifrabilidad. Los físicos, atónitos, comprendieron que si seguían llegando malas noticias, no podrían concebir un plan a tiempo. Pero entonces, una sospecha surgió: la máquina no enviaba mensajes a través del tiempo, sino a universos paralelos. Un universo enviaba un mensaje, y otro lo recibía. Decididos a no perder más tiempo, comenzaron a elaborar el plan para salvar la Tierra. El último mensaje se recibió a las 11:37 a.m., y entonces apagaron el receptor. Si fracasaban, enviarían una señal a las 11:38 a.m.

Con tristeza, fuimos testigos de la catástrofe: la Tierra inicial fue destruida. Mensajes de otros mundos llegaron después de las 11:38 a.m., y así continuaron hasta que, al día siguiente, a las 9:11 a.m., arribó un mensaje de victoria. Las instrucciones eran claras y precisas. En otros mundos, el mensaje se replicó a la misma hora, y al ser idéntico, no hubo problema en su transmisión simultánea.

Incontables mundos perecieron para que otros tantos pudieran vivir.

26 enero 2016

Como en aquellos días

Y así como en aquellos días, permíteme dejar mi memoria aquí,
cesando la pluma hasta que el corazón, de nuevo, se deje cautivar,
hasta que surja la musa, la inspiración, para volver a versar.

25 enero 2016

Tus tobillos

Inadvertido contemplo tus tobillos,
esos huesecillos tan sutilmente bellos.

La tibia que se alza distinguida,
el peroné, de belleza no eximida,
el calcáneo que en la vista reposa,
el astrágalo, cual precioso don se goza.

Qué inmenso tesoro posees,
artísticos, cual monumentos, cual fuertes pilares,
esculpidos en divina obra maestra,
tus tobillos, robustos y a la vez delicados,
se admiran como exquisitas piezas de arte.

Viaje

Desde Rumanía hasta Francia,
de Francia a México volar,
de México a Jalisco avanzar,
de Jalisco a Guadalajara llegar,
de Guadalajara a tu calle desviar,
de tu calle a tu puerta caminar,
de tu puerta a tu habitación entrar,
de tu habitación a tus labios acercar,
a tus labios, con todo mi amor, besar.

¿Si no es hoy, cuándo será?

¿Si no es hoy, cuándo será?
¿Acaso en la primavera al brotar?
¿O en el otoño, cuando las hojas caigan sin cesar?
¿Cuándo, dime cuándo?
¿Al iniciar el año o al finalizar su andar?
¿Cuando la luna gire y su otra cara quiera mostrar?
¿Cuando la tierra en su viaje cósmico decida desviar?
¿Cuándo la llama en mi pecho se resista a arder?
¿O cuando el brillo de una estrella nueva se deje contemplar?
Si no es hoy, ¿cuándo vendrá?
¿Dónde, dónde he de esperar?
Para estar allí cuando decidas llegar.
Cuando tú lo desees, allí estaré, sin dudar.

24 enero 2016

Su silencio me enamora

Su silencio me enamora,
su lado frío me encanta,
contemplo su soledad,
la amo tal cual es, en su realidad.

Es la forma más sincera de conocer,
cómo es ella en su interior, en su ser,
observarla incluso cuando está molesta,
amarla, aunque se encuentre lejos, en la distancia.

Pensar en esa mujer,
tan compleja, tan llena de misterio,
me atrae tanto que no sé cómo anhelarla,
solo sé que me dispongo a amarla.

Ella es singular

Ella es singular,
se va sin nada que hablar,
dejándome un recuerdo inmortal,
que se rehúsa a borrar,
se aferra, no quiere cesar,
busca en mi interior,
un espacio para florecer y habitar.

Escribo al suspiro

Escribo al suspiro de un amor ferviente,
aquel que lleva su nombre en cada verso presente.
Mis pensamientos vuelan libres, sin atadura,
entre ella y yo, solo una flor en la espesura,
que crece entre dolor y amor, con bravura,
iluminada con luz, creciendo con pura ternura.

Así le escribo a ella, mi musa, mi suerte,
cada vez que cierra los ojos, en el silencio inerte.
Vagué por la vida hasta que su mirada encontré,
y solo empecé a vivir cuando a ella me entregué.
Estos son los versos que a su amor consagro,
cada vez que la veo, mi corazón recibo en abrazo.

23 enero 2016

Veinticuatro horas

Con un alegre "¡Buenos días!" comienza,
un capítulo de veinticuatro horas que sorprende y enseña,
el más emocionante día que la vida nos presenta.

Encontrar y seguir

En el laberinto de la vida estamos atrapados,
buscando la salida, a veces desesperados.
Perdemos tiempo al escondernos,
en las esquinas, quietos, observando el tiempo.

El miedo a seguir nos paraliza,
temiendo que, tras la salida, nada se avizora.
¿Será el vacío o el comienzo de un nuevo destino?
El temor me invade, pero más me asusta el no camino.

Camino entre calles de almas buscadoras,
cada una en su lucha, hallando sus auroras.
Izquierda o derecha, el rumbo parece incierto,
mas no importa el final, sino el viaje correcto.

No hay que detenerse, ni en quietud resignarse,
sino moverse, buscar, y en la búsqueda hallarse.
Encontrar y seguir, sin jamás desfallecer,
hasta que el cuerpo no pueda, pero el alma siga de pie.

Salgamos a comer

Salgamos a comer, deseo contigo un buffet explorar,
panes, gelatinas, frutas, verduras y carnes sin cesar.

—Tú no comes carne—
Mas tú sí, y por ti, quisiera ese lugar.

O si prefieres, en casa podemos algo preparar,
una sopa, tacos o pastel, un festín singular.

—Tú no sabes cocinar—
Entonces, ¿qué tal si algo pedimos para cenar?

Una pizza, comida china, lo que sea a domiciliar.

—Me gustan tus ideas—
Mas aún no decidimos qué vamos a realizar.

¿Hacemos todas o ninguna? Es el dilema a consultar.

—Empecemos con lo que tú puedas cocinar—
Pues ya está, que no comeremos, mejor no hablar.

Pediremos pizza y películas todo el día disfrutar.

—Risas—

Enero

Enero se despide en su final,
un deseo quisiera yo confiar.
No es único, más sí primordial,
decirte lo mucho que te quiero, sin igual.

Duerma

Duerma mientras yo también lo hago,
en esta noche preciosa, en suave arrullo.
Soñando con usted me hallo,
duerma bonito, sueñe profundo.

Cierre los ojos, descanse en paz,
que mañana, al despertar, quizás,
la vea yo, y deseo encontrarla radiante,
descansada y bella, como siempre delirante.

22 enero 2016

Serenata bajo tu ventana

Serenata bajo tu ventana, Mañanita,
con dulces palabras que el viento acaricia.
Ya lo sabes, pero aun así insisto,
en decirte al oído lo que por ti siento.

Ay, Mañanita, cómo te adoro,
eres un encanto, un tesoro.
Si te besara, sé que pedirías,
que no cesaran nunca esos dulces días.

Pero tú decides, Mañanita querida,
si te unes a este amor que por ti vida.
Ven, déjame amarte aunque sea un instante,
y convencerte de que sea constante.

Bajo la luna, testigo de nuestro amor,
no temas, será solo un sabor.
Mis caricias, un vicio tal vez serán,
pero si no las quieres, me iré, no insistirán.

Ay, Mañanita, eres el sueño de mis noches,
quisiera que duraran más, como eternos broches.
Pero si son efímeros, mejor contigo vivir,
aunque sea un momento, antes de partir.

Serenata para ti, Mañanita, con amor sincero,
tocando a tu puerta, con este corazón ligero.
Te ruego aceptes este amor pequeñito,
para amarte desde la tierra hasta el infinito.


¿Qué te pasa?

¿Qué te ocurre?

—Estoy exhausta, eso es todo— respondió ella con un suspiro que parecía cargar todo el peso del día.

Eso ya lo sé, pero hoy hay algo distinto en ti, veo una sombra cruzando tu mirada. Cuéntame, confía en mí. ¿Qué te aflige?

Ella se acercó y lo abrazó en silencio, buscando refugio en su calor. Él, entendiendo las palabras no dichas, le devolvió el abrazo con igual intensidad.

—Hoy simplemente no fue mi día. Cada intento, cada esfuerzo, se desvaneció como humo entre mis dedos. Estoy decepcionada de mí misma— sus palabras eran un murmullo entre la seguridad de sus brazos.

Escucha, ya sabes que la perfección es un horizonte inalcanzable, un espejismo que nos mantiene en movimiento. Hay cosas que escapan a nuestro control, pero lo que sí está en nuestras manos es la voluntad de superarnos. Y tú, tú lo haces excepcionalmente bien. Piensa en las carreras matutinas; al principio, un kilómetro te dejaba sin aliento, pero conociste tu límite y lo desafiaste. Entrenaste, persististe y lo superaste. Y así será siempre, tus límites los dictarás tú, y cada nuevo desafío será una victoria sobre ti misma.

—Pero me abruma ver que siempre hay alguien que parece estar un paso adelante, alguien mejor— confesó ella, con la mirada perdida en un punto fijo.

Es cierto, no te engañaré con falsas promesas. Siempre habrá alguien que destaque, que brille con luz propia en lo que tú apenas exploras. Pero no permitas que eso te desaliente. La única comparación válida es contigo misma, con la persona que eras ayer. Si dejamos que la sombra de los demás eclipse nuestra luz, nos estancaremos. Avanza a tu propio ritmo, porque las rutas hacia nuestras metas son tan diversas como las estrellas en el cielo.

—Gracias por estar siempre ahí, intentando levantar mi ánimo. Perdóname si a veces no logro hacer lo mismo por ti— dijo ella, con una mezcla de gratitud y pesar.

Tú lo haces mejor de lo que crees. Cuando compartes conmigo un instante de tu tiempo, ese gesto sencillo me colma de felicidad.

Baila junto al mar

Mañana, dulce doncella,
saludarte es mi anhelo,
con tu vestido blanco de estrella,
te ves radiante bajo el cielo.

Duerme y luego despierta,
baila junto al mar sereno,
con tu gala, pura y abierta,
la arena adorna tus pies morenos.

Ten piedad, niña del alba,
ten un gesto de bondad,
regálame una palabra,
que se sienta en la eternidad.

Cuida esas manos pequeñas,
júntalas, con suavidad,
que las veo tan risueñas,
jugando libres, en su claridad.

¿Dónde quedó todo ese amor?

¿Dónde, dónde está?
El amor que me tenías,
¿Dónde, dónde quedó?
Ese amor que se perdía.

Ayer, amor, me decías,
hoy ya ni te acuerdas,
solo queda la agonía,
donde antes había ofrendas.

¿Dónde, dónde está?
Lo olvidaste, como a mí, sin más,
así como surgió, se fue sin final,
la flor del amor, marchita está.

Dolió, ¿sabes cuánto me dolió?
Cuando lo único que tenía era amor,
ahora solo queda este dolor,
que, con el tiempo, será menor.

Sin necesidad

Otro día más se suma a la vida,
abrazas el último sueño, sin prisa.
Antes de que tus ojos se desvelen,
quiero que sepas, en sueños te velan.

Tienes a alguien que, en la distancia,
sigue soñando contigo, sin errancia.
Sin necesidad de despertar,
en sus sueños, siempre vas a estar.

21 enero 2016

Tarde o temprano

Tarde o temprano, ya sea ahora o después,
en algún lugar, aquí o allá, sin estrés,
quiero que sepas, con certeza en mi voz,
que volveremos a encontrarnos, solo tú y yo.

Nos veremos distintos, por fuera cambiados,
pero seguiremos lo que un día hemos empezado,
amándonos igual, con ese fuego no extinguido,
como siempre ha sido, eterno e infinito.

Para mí

Para mí, las noches son mágicas, es así,
cada vez que en ti pienso, incluso hoy aquí.
La magia de la noche en mi mente te trae,
y en el silencio de la oscuridad, tu luz destella.

Pintora

La mujer, con un gesto suave y repetitivo, golpeaba su frente contra la pared, como si buscara despertar las ideas dormidas en su mente. Frente al lienzo, comenzó a pintar; las pinceladas danzaban en un caos controlado, los colores se derramaban sobre el suelo, formando una tormenta de sensaciones sin lógica. Entre lágrimas y gritos, su arte cobraba vida.

Se desplazaba por la estancia con la urgencia de quien persigue o huye de un fantasma, y de pronto, se dejó caer, exhausta. Su respiración era profunda, y sus ojos, fijos en la obra, no se apartaban de ella. Se limpió las lágrimas, pero no se levantó; se sumergió en un mar de reflexiones donde el amor y el odio navegaban juntos, indisolubles.

Finalmente, se puso de pie, y con una furia renovada, atacó su propia creación. Continuó dibujando, coloreando, utilizando brochas y pinceles de todas formas y tamaños, en una carrera contra el tiempo que avanzaba implacable, mientras las nubes se deshacían y el sol se escondía en su refugio nocturno.

La mujer dejó caer su paleta y sus pinceles, tomó el cuadro y lo colgó en la pared. Se sentó frente a él para contemplar su obra terminada, una pintura que era un espejo de su alma, una belleza artística que exteriorizaba su amor y su odio.

Y allí permaneció, encerrada en su habitación acolchonada, con la mirada perdida en su pintura, en un diálogo silencioso que solo ella podía entender.

Atrapada en el tiempo

Ella estaba atrapada en un bucle temporal, condenada a vivir perpetuamente los martes. Fue mi novia en un pasado distante, y aún conservo el calor de aquel amor. A la medianoche, ella regresaba, como si el tiempo no hubiera pasado entre nosotros, pero sus ojos contaban una historia diferente; veía saltos en el espacio, fracturas en la continuidad del martes.

Imagínate, si paseábamos por un parque o nos mezclábamos con la algarabía de una feria, al finalizar el día, ella se esfumaba. Y al siguiente martes, reaparecía, continuando la conversación donde la habíamos dejado, aunque la feria ya no estuviera, aunque todo a su alrededor hubiera cambiado.

Para suavizar su desorientación, ideamos un ritual: nos despedíamos en una habitación vacía, completamente blanca, un lienzo listo para ser pintado por la realidad del próximo encuentro. Cuando ella volvía, me encontraba casi inmóvil, en la misma posición, intentando que las alteraciones del mundo no la perturbaran.

¿Cómo se encuentra hoy?

Señorita cometa, ¿cómo se encuentra hoy?
Permítame decirle que de nuevo la vi, oh gran gozo.
Antes del alba, en el cielo se desplegó,
su figura celeste, un espectáculo hermoso.

Vestida de noche, con azul profundo,
adornada de estrellas, constelaciones en su manto,
lunares que en su ser dibujan el mundo,
belleza le declaro, y si me permite, tanto.

Cada vez que aparezca, mi voz lo dirá,
porque lo merece, y porque así es usted,
de la cabeza a los pies, hermosura sin par,
con zapatillas de sol, anillos que en danza se ven.

Quisiera caminar, salir a su encuentro,
enamorado de usted, mi deseo sincero,
en cada mirada, en cada momento,
su amor persigo, mi anhelo verdadero.

Creerlo con fuerza

Te declaré mi amor profundo,
te lo dije, y aún así, no fue suficiente,
prefieres el misterio, un abismo rotundo,
un enigma, un desafío, algo ausente.

¡Escúchame, escúchame! Con fervor repito,
yo soy quien te ama, sin condición,
si mi amor no colma, te solicito,
dime qué buscas, cuál es tu visión.

¿Qué anhelas? ¿Qué deseas con pasión?
Dímelo ahora, no esperes al mañana,
quiero saberlo, poseerlo sin dilación,
conocerlo, lograrlo, que a mi alma emana.

Creerlo con fuerza, sin ninguna duda,
y aferrarme a ello, nunca perderlo,
en este amor que todo lo escuda,
y en tu respuesta, por fin entenderlo.

Palabras extrañas

Un misterio en el amor, inmarcesible es,
nunca efímero, una epifanía no se olvida después.
Por esta razón, una limerencia en mí reside,
todo por una serendipia que en ti se esconde.

Ella, inefable, en todo su ser se manifiesta,
en el melifluo de su voz, mi mente se queda.
Me convierto en sonámbulo, sin rumbo ni época,
en un lugar extraño, donde el arrebol se evoca.

La iridiscencia y la luminiscencia se unen,
son la combinación perfecta, las palabras fluyen.
En su presencia, elocuencias nacen sin clemencia,
y en su ausencia, el corazón guarda su esencia.

20 enero 2016

Estoy seguro

Como ella, no hay dos, lo sé,
única en su ser, me enamoró, me cautivó.
Le dije a Dios, en mi oración más sincera,
como ella no hay dos, es la mejor, una bendición verdadera.

El amor, indivisible, único como ella,
como tú lo sabes, como tú, sin huella.
¡Y eso yo lo sé! ¡El mundo entero lo sabe!
Como ella, no hay dos, en el amor, nadie la desplace.

Estoy seguro, sin duda alguna en mi ser,
eres lo que Dios quiso, perfecta en tu querer.
Como tú no hay dos, en mi corazón lo siento,
no me equivoco, no soy mentiroso, es mi sentimiento.

Ámala

Ámala, ámala, no permitas que se vaya,
escucha cómo tu corazón por ella clama.
En la soledad de la noche, su amor invoca,
ámala, ámala, y que nunca se marche, roca.

En el refugio de su mirada, hallarás encanto,
magia escondida, un tesoro en cada canto.
Si la amas con verdad, con alma y vida,
ámala, no la dejes ir, en tu historia tejida.

Solo tienes una vida, un camino, un destino,
después de esto, no hay más, ni un trino.
Ámala, ámala, dile que la amas, sin demora,
que no la dejas ir, que tu amor ahora aflora.

Sube al cielo, escribe su nombre entre las nubes,
toma una estrella, entrégasela, no dudes.
Baja al suelo, confiésale tu amor, tu fervor,
ámala, ámala, y no la dejes ir, es tu calor.

Lluvias

Hubo un tiempo en que la lluvia marcaba mi cumpleaños, una cita ineludible con el cielo gris de enero. Eran días distintos, únicos, donde el plomizo manto parecía celebrar conmigo. Pero entonces, la lluvia cambió su curso, y con ella, mi percepción del tiempo y del clima, quizás como reflejo de los eventos que marcaron esos años.

La lluvia, esa sinfonía que desciende del cielo a la tierra, se convirtió en mi cómplice de tristezas y melancolías, en el pretexto perfecto para abrazos y besos robados, en la amiga que me acompaña en juegos solitarios. Es la excusa para quedarme en casa, entre películas, libros y llamadas telefónicas. Bajo su manto, los recuerdos, los olvidos y los sueños de amor cobran vida, y los charcos se convierten en espejos de un cielo caprichoso, invitándome a ser niño otra vez, a cuestionar el porqué de su llanto, a temerle a los rayos y a rogar porque la luz no nos abandone.

Y en medio de la lluvia, la cita perfecta, en un café cualquiera, observando a la gente que corre buscando refugio, improvisando sombreros con periódicos, protegiéndose de la lluvia que todo lo iguala. Mientras, los enamorados comparten un paraguas, caminando por la acera, y en las esquinas, los ciclistas se apresuran. Yo, en cambio, me deleito en la compañía, saboreando cada minuto de la lluvia que cae, cada gota una promesa, un secreto compartido con el universo.

¿Qué es lo que más extrañas de ella?

Lo que extraño de ella es su sonrisa brillante,
su mirada profunda, su aroma fragante.
Extraño su cabello, hermoso al viento,
sus manos, su voz, su dulce acento.

Sentir su presencia, tan cerca, tan viva,
saber que sus latidos mi realidad aviva.
Y cada respiro, una perturbación,
en el aire que respiro, su amor es la razón.

19 enero 2016

Ahora seré yo

Ahora seré yo quien busque refugio,
en tus brazos, un lugar seguro.
Necesito caer, ¿podrás sostenerme?
Cerraré los ojos, en tus manos caeré suavemente.

Igual que tú, anhelo ser escuchado,
que mi voz sea oída, con un poco de cuidado.
Toma mi rostro con tus manos, levántalo con ternura,
mírame a los ojos, dime que todo tendrá cura.

Verás entonces, nacer una sonrisa,
y me levantaré, con nueva brisa.
Te besaré, y sin más pensar,
otro beso te daré, en este singular danzar.

Recordé

Recordé que guardaba un recuerdo tuyo,
escondido en lo profundo, en el rincón más suyo.
Al tomarlo y mirarlo con ternura renovada,
como cuando te veía, mi alma enamorada.
Con la misma dulzura de aquellos días,
volví a enamorarme de ti, lleno de alegrías.

Sin

Sin palabras, sin un solo pensamiento,
me quedé inmóvil, rendido a tus besos.
Dichoso aquel que por tus labios encuentre,
los más puros sentimientos.

12 enero 2016

Temperamental

A veces, uno se encuentra demasiado temperamental, incapaz de soportar a nadie, de escuchar los problemas ajenos o de recordar las propias responsabilidades. En esos momentos, lo mejor es refugiarse en el silencio, entregarse a una actividad distinta o continuar con la tarea en curso, pero con una actitud renovada, relajada, sin prisas. ¿Qué podría suceder? De alguna manera, todo debe resolverse bien.

Es esencial enfocar la mente en un único objetivo, concentrarse, respirar hondo. El dolor de cabeza puede ser intenso, hasta el punto de enfadarnos con nosotros mismos, pero no hay otra alternativa que borrar todo lo demás y, como ya lo mencioné, concentrarnos en un punto fijo, casi de manera inercial, como quien ata las agujetas de sus zapatos sin pensar, simplemente haciéndolo y ya.

Una vez que hayas terminado con todos los pendientes, aíslate por un momento o busca compañía, según lo que te acomode mejor. Distraerse un rato del trabajo y de las responsabilidades es necesario; a veces queremos devorar el mundo de un solo bocado, pero no es así como funciona.

Descansa, duerme, come, bebe mucha agua, estira las piernas y el cuerpo entero. Ya no hay nadie que te moleste; ahora solo estás tú, en la búsqueda del equilibrio entre tu cuerpo, espíritu y mente.

Los albores

Los albores en Francia, Inglaterra o España,
y en Suiza, con su belleza que engaña,
no se comparan, ni por asomo, ni en fama,
con despertar en la misma cama,
durmiendo de noche hasta la mañana,
junto a la mujer que tu corazón llama,
ese amanecer vence cualquier panorama,
pues es con ella que más se ama.

Quisiera saberlo

¿Quién me escribe versos, quién me canta?,
¿Quién dedica a mi ser poemas de amor?
¿En sus sueños acaso, mi imagen planta?
¿Seré yo su amor imposible, su ardor?

¿Me amará en secreto, sin revelar?
¿Deseará también, en la quietud?
Quisiera saberlo, poderlo hallar,
en el murmullo del viento, en su plenitud.

¿Imaginará mis besos, en la distancia?
¿Jugará con mi cabello, en su fantasía?
¿Acariciará mi sonrisa, con confianza?
¿Deseará robarme, en su poesía?

¿Querrá hablarme, cubrir mis ojos, callar mis labios?
¿Y besarme, en un instante robado al tiempo?
Quisiera saberlo, antes que los días sean grises y sabios,
antes que se disuelva el momento.

Conocerte

Si Shakespeare en su tiempo te encontrara,
inspiración de sonetos y dramas te declarara.

Si Rubén Darío tu presencia sintiera,
en sus versos y cuentos, brillo tú serías.

Si Neruda cruzara tu camino algún día,
más de veinte poemas y canciones nacerían.

Si Benedetti tu esencia descubriera,
en sus novelas y ensayos, tú serías la primera.

Mas tengo el honor de conocerte yo,
de haber compartido este presente contigo.

En silencio

Amor en silencio se hace,
en silencio, amor, deseo,
descubrirte en cada beso,
y en secretos íntimos, juntos, quedarse.

Versos tejen tu ser mío,
orden y caos, en desvarío,
pensamientos que se entrelazan,
distancia no nos abraza.

Pienso en ti, mi único verso,
escribiendo amor inmerso,
en silencio, amor, te pienso,
y nuestros deseos, intensos.

11 enero 2016

Miel

Tu boca, cual flor en albor,
destila néctar de dulzor;
anhelo con mis labios posar,
y en miel de amor transformar.

En cada verso, un suspiro,
en cada rima, un deseo,
tu esencia me lleva al delirio,
en un dulce y eterno aleteo.

Única

Única entre todas, la musa elegida,
a quien dedicaría mis versos de vida,
mis bellas caricias, tan solo a ti dadas,
que a nadie más daría, por ti reservadas.