26 octubre 2023

El río bajo nuestros pies

Me senté junto a ella a la orilla del río, donde su tristeza se reflejaba en el agua. Le di tiempo y espacio para que se calmara, sin presionarla con palabras. Quería estar en sintonía con su momento de serenidad, no añadir más peso a su situación. Me acerqué un poco más y nos quedamos mirando el caudal del río, sintiendo esa libertad que ofrece la naturaleza, esa paz que alivia las emociones tensas y tranquiliza la mente.

Ella seguía mirando el río. Oí un suspiro y me incliné hacia el agua, tocando con mis dedos la frescura que ofrecía el elemento. El líquido pasaba por mis manos y solo me limité a sentirlo. Entonces, ella se movió y me acompañó a sentir la corriente del agua. Algo saltó del agua y le salpicó algunas gotas en su rostro. Ella sonrió, yo me reí un poco y nos unimos por un momento en la alegría.

Nos levantamos y caminamos por la ribera del río, disfrutando del paisaje y de la brisa. Solo había un silencio entre nosotros dos, un silencio necesario, que hablaba más que las palabras. Nos mirábamos agradecidos de este ritual, como si los corazones estuvieran latiendo al mismo ritmo, enviándose un mensaje que no era necesario decirlo o escucharlo, un mensaje que solo los corazones pueden entender.

Seguimos caminando hasta que llegamos a un puente. Allí nos detuvimos y nos apoyamos en la barandilla. Vimos el río pasar bajo nuestros pies, llevándose con él nuestros problemas.

25 octubre 2023

Aroma de seducción

Mis labios besan tu rostro,
no tengas miedo de sentir,
mis manos se deslizan sobre tus hombros,
no escondas tu oído en el cabello,
quiero que escuches mi suspiro,
no bajes la mirada,
quiero ver tus luceros brillar.

No te avergüences de tu belleza,
tienes un cuerpo perfecto para amar,
no disimules tu timidez,
devórame con tus besos,
toca mi cara con ternura,
deséame con fuego ardiendo.

Te pedire que no te vayas,
no te desmayes de placer,
explota como el universo en mis brazos,
arde en llamas en mi cuerpo sin temer.

Y cuando terminemos,
solo habrá un silencio,
miradas profundas hasta el alma,
cuerpos calmados e inmóviles,
decorando nuestros cuerpos,
con el sudor de una hermosa batalla.

Vals

Hay un vals que se baila en el mar
sobre las olas con devoción y fervor,
es un ritmo que no tiene par,
que se mece con las rocas y se vibra con amor.

Es un baile que no tiene final
que se vive cada hora con ilusión y valor,
es un vals que se canta al compás de las olas
con la voz y con el corazón.

Tú eres la estrella que alumbra el cielo y el mar,
tú eres la bella que llena la vida de paz.

Ven a bailar este vals sobre las olas
y a escuchar su dulce son,
ven a sentir esta magia
y a vivir esta emoción.

Ven a soñar este baile sin cesar
y a crear una historia,
ven a cantar este vals sobre las olas
y a amar con toda pasion.

Tú eres la estrella que alumbra el cielo y el mar,
tú eres la bella que llena la vida de paz.

Letras de amor

Mi alma se encendió cuando te vi por primera vez y tu mirada me cautivó.
Te dije lo que sentía y tu sonrisa me respondió, entonces mi corazón se emocionó.
Mi vida se apagó cuando te fuiste sin despedirte y tu recuerdo me atormentó.
Te volví a encontrar y tu abrazo me reconfortó, entonces mi alma se contentó.
Mi destino se escribió cuando te juré que te amaba y tu beso me lo confirmó.

En la noche silenciosa

En la noche silenciosa,
escucho tu melodía que me llena de ternura,
que me envuelve de amor,
eres como la luna,
tan hermosa y radiante,
eres la apasionada sonata,
que escucho en mi interior.

Te quiero con el alma,
te quiero con el corazón,
te quiero con la fuerza,
de esta apasionada letra de amor,
no hay nada que me impida,
sentir tu aroma de seducción.

Mis ideas y nada mas

Las noches de octubre son las más románticas del año, cuando el cielo se viste de estrellas y la luna llena ilumina el camino. Las noches de octubre son las más propicias para el amor, cuando el aire fresco acaricia la piel y el corazón se llena de nostalgia. Las noches de octubre son las más bellas para recordar, cuando los recuerdos se hacen presentes y las emociones se desbordan.

23 octubre 2023

Calavera

La chica muy bonita,
le platicó a la calaverita,
vamos al panteón,
vestidas de catrina,
a bailar las dos muy juntitas.

La calavera, muy tímida es,
pero la muchachita insistió más de una vez,
tú no me dejarás bailar sobre las tumbas,
pues te voy a tomar de las manos,
y juntas vamos a bailar una cumbia.

Juntitas se fueron las dos,
se llevaron tequila y con mucha voz,
se pusieron a cantan Rock and roll,
los vecinos se despertaron muy alarmados,
y con gritos pedían que se detuviera aquel escándalo.

La chica con su amiga la parquita,
se fueron muy contentas,
que simpáticas se veían las dos,
una era muy bonita y la otra muy loquita,
ustedes dos, que buenas amigas son.

19 octubre 2023

Capítulo XIV

Aeris llegó al lugar más alto de la torre, donde se encontraba una escalera que la llevaría al final de su viaje. Había atravesado un camino lleno de peligros y desafíos, enfrentando a enemigos temibles y aliados traicioneros. Había derrotado al dúo del caos cósmico y la llama frenética, dos seres que habían consumido la energía vital del mundo y lo habían sumergido en la oscuridad. Había logrado lo que nadie más pudo: llegar al lugar de los campeones.

Vio cómo los caballeros de la orden lunar se inclinaban ante su presencia, reconociendo su valor y su gloria. Eran los guardianes del castillo, los protectores del trono, los que habían jurado servir al campeón elegido por el sol. Aeris giró para mirar hacia atrás y los rayos del sol iluminaban todo aquel lugar que alguna vez fue invadido por la oscuridad. Vio las ruinas de las antiguas civilizaciones, las marcas de las batallas épicas, los restos de los héroes caídos. Todo eso había sido parte de su historia, de su aventura.

“Bienvenida al lugar de los campeones”, escuchó una voz suave que salía de aquel castillo. Era la voz del sol, el que había guiado su destino desde el principio. “Bienvenida al lugar que solo los dignos son capaces de alcanzar por sus proezas. La elección del nuevo campeón nunca estuvo en duda, solo una persona podía haberte detenido: tú misma, Aeris. Pero lograste superar todos los obstáculos, todos los miedos, todas las dudas. Ahora levántate y entra en las puertas de este castillo y toma el trono que te pertenece”.

Las nubes se abrieron para desvelar un castillo dorado como el sol mismo, que brillaba con una luz cegadora. Era el lugar donde residía el poder del sol, el lugar donde se guardaba el secreto de la vida. Se escuchaba el canto de la tierra curada y agradecida, que celebraba el triunfo de Aeris. Ella lloró de manera desconsolada pero alegre, dejando caer torrentes de lágrimas mientras recordaba toda la aventura. Suspiró por todos aquellos que la ayudaron, perdonó a los que la traicionaron y se llevó la mano al corazón para recordar a los que se sacrificaron por ella.

Aeris vio cómo las gigantescas puertas del castillo se abrían, invitándola a entrar. Y bajo una luz resplandeciente se encontraba el trono, el símbolo de su victoria. Era un trono hecho de oro y piedras preciosas, adornado con símbolos sagrados y místicos. Era el trono que había pertenecido a los antiguos campeones, los que habían salvado al mundo en otras épocas. Era el trono que ahora le correspondía a ella.

Caminó lentamente hacia él y se sentó digna de un campeón. Sintió cómo el sol le transmitía su bendición y su poder, cómo la tierra le agradecía su sacrificio y su valor, cómo el cielo le sonreía con orgullo y admiración.

Historias y leyendas se escucharán de boca en boca, se escribirán poemas y prosas y su nombre estará escrito en las memorias de todo ser vivo en la tierra. Aeris, la elegida del sol, la que trajo la luz a un mundo sumido en la oscuridad.

14 octubre 2023

Las noches de octubre

Las noches de octubre,
son todas para ti,
hay tanto por descubrir,
y lo quiero compartir contigo.

Hay amor en el aire,
hay pasión al mirarte,
fuego en mi corazón,
destellos de ilusión.

Suspiro por ti,
me pierdo en deseos,
tu presencia está en mí,
eres más que un sueño.

Y cuando la luna brilla,
no hay nadie más en mi vida,
quiero buscar una salida,
una respuesta por fin.

Las noches de octubre,
son todas para ti,
y yo solo quiero decirte,
que te quiero junto a mí.

Eclipse

Tengo un secreto que compartir contigo, hoy el cielo nos regalará un eclipse, un baile cósmico entre el sol y la luna, y aunque la distancia nos separe, sentiré que estás aquí conmigo. Será un momento único e inolvidable, como cuando cruzamos nuestras miradas por primera vez.

Veré cómo la luna se acerca al sol, creando un anillo de fuego en el cielo, y pensaré en lo mucho que te quiero, en lo mucho que te extraño. Sentiré que el universo conspira para unirnos, que el tiempo se congela y que solo existimos tú y yo, abrazados bajo el espectáculo celestial.

El día se convertirá en noche por unos instantes, y caminaremos por las calles iluminadas por las estrellas y las luces de la ciudad. Oiré tu voz, tu risa, tus sueños, sentiré tu mano en la mía, tu mirada en mis ojos. Te besaré con pasión bajo el eclipse, acariciaré tu cabello, te abrazaré fuerte. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

Después, el sol resplandecerá, iluminará el cielo, pero tú iluminarás mi alma, mi corazón latirá al ritmo del tuyo y el brillo de tus ojos me atrapará.

Eres mi sol, mi gran amor.

11 octubre 2023

En la oscuridad del Bosque

Aeris estaba aferrándose a la antorcha que apenas le daba algo de luz. A lo lejos, Aeris era un pequeño destello, como una estrella fugaz en la noche sin luna. Ella lloraba en silencio y sin atreverse a hacer ruido, continúo caminando hasta encontrar alguna salida, temiendo enfrentarse con algún peligro eminente. De pronto, escuchó un crujido detrás de ella, como si algo se moviera entre las sombras. Se giró rápidamente y alzó el escudo que llevaba en la espalda, preparada para defenderse.

En la oscuridad, distinguió una silueta negra, más negra que la noche misma. Era algo grande y monstruoso, con unos ojos rojos que la miraban fijamente. Aeris sintió un escalofrío en la espalda, era el fin, estaba segura. Pero no iba a rendirse sin luchar, sacó su espada y se enfrentó al horror que la acechaba.

El monstruo rugió y se lanzó sobre ella, intentando aplastarla con sus garras. Aeris esquivó el ataque y le asestó un golpe en el costado, haciendo que la sangre brotara de la herida. El monstruo se retorció de dolor y le dio un coletazo a Aeris, tirándola al suelo. Aeris se levantó con dificultad y vio que el monstruo se preparaba para darle el golpe final.

No era momento de acobardarse, si este era el final, dignamente lucharía sin rendirse. Mantuvo la mente fría, el corazón acelerado, los ojos abiertos buscando alternativas a su lucha. Retrocedía lentamente, hasta que se topó con una pared de piedras y arbustos secos, ahí mismo había un pequeño hueco donde podría entrar, pero no llegaría lejos, pues esa bestia monstruosa podía entrar, atacarla y devorarla ahí mismo, sin darle la oportunidad de escapar. Pero Aeris rápidamente pensó usarlo a su favor, esa desventaja podía usarla.

Entró lentamente y sin dejar de mirar al monstruo, tiró la antorcha apenas en la entrada, dejando ver un poco aquella bestia que la acechaba. Cuatro ojos rojos como el fuego, tenía filas de dientes que salían del hocico, garras enormes y afiladas, cubierto de plumas negras en vez de piel.

Aeris ya no podía retroceder, se sentó tranquilamente esperando la entrada de aquel animal oscuro, sin dejar de mirarlo fríamente y con temor, puso sus manos en el suelo. El animal rugió tan fuerte que se lanzó hacia Aeris y un silencio inundó el lugar, no había ningún sonido durante un rato.

Empezó a llover rayos de luz que entraban por las ramas de los árboles, cada minuto el lugar se iluminaba y el sol hacía presencia de su poder. En aquella abertura en la pared se asomaba lo que parecía ser los pies de un animal que salía de aquel agujero donde ocurrió una catástrofe, solo podía haber un victorioso y una víctima.

El monstruo salió con una espada que le entraba por el hocico y le salía por la cabeza, pero no tenía ya vida mientras Aeris sujetaba fuertemente la espada por la empuñadura, no podía creer que saliera victoria de aquel encuentro infortunio, pero lo logró, movió bruscamente la espada y el animal cayó al piso.

Aeris respiró aliviada y soltó un grito de triunfo. Había vencido al monstruo que le impedía seguir su camino. Se levantó con orgullo y recogió su antorcha. Miró al cielo y vio que el sol brillaba con fuerza. Era un nuevo día y una nueva oportunidad para vivir. Aeris sonrió y siguió su camino, sabiendo que había superado un gran desafío en su vida.