29 mayo 2012

Fingimos

Es una pena, sí, cerrar los ojos,
ante el brillo tenue de la luna en el mar.
Esperar en vano que entiendas,
la melodía oculta en el viento al pasar.

¿Acaso no es tristeza lo que nos invade?
Un corazón herido, pulsando en la soledad,
¿qué puedo yo ofrecerte?
si ya no soy parte de tu realidad.

Fingimos, es cierto, qué triste es la verdad,
permanezco aquí, en la penumbra del final,
solo añadiendo más sombras al dolor.

No hay deshonor, en lo que pretendemos ser,
tú y yo, actores de una obra sin guion,
tú eliges cerrar los ojos,
y yo, en silencio, respetaré tu decisión.

Déjalo ir, no hay más que insistir,
es una pena, sí,
dejar que el tiempo se nos vaya así,
en suspiros que se pierden en el ayer.

Mirar sin ver, sentir sin amar,
¿no es acaso la mayor pena?
Yo también lo creo, es nuestra cruda realidad.

07 mayo 2012

Las cadenas de cristal

Tararea esa melodía,
que nos envuelva el crepúsculo estival,
en cada ocaso a solas,
a Dios queremos aclamar,
cantando juntos,
una oda al amor sin final.

Venus y Saturno,
en el firmamento juegan al esconder,
tras la luna se ocultan,
como amantes que no pueden ser.

Déjate bañar por la luz,
caminando sobre el río sereno,
cruza el puente de madera añejo,
construido para encantar,
los sueños de los que aman,
buscando en la orilla opuesta su lugar.

Las cadenas de cristal resplandecen,
no temas liberarte de ellas,
pueden cortar, es cierto,
pero es preferible la libertad,
a ser cautivo por una eternidad.

Solo quiero decir

Falta expresar, solo una cosa, 
que perdure, hasta el final.
No es preciso, me parece a mí, 
pronunciarlo, aunque nervioso esté.
No es sencillo, lo reconozco, 
pero deseo declarar, algo esencial, 
y es que yo, sinceramente, te amo.

Solo por esta vez

Solo por esta vez,
intentaré no plasmar la tristeza,
mas no puedo ocultar,
que mi corazón de nuevo llora.

Es un pesar,
que los amantes,
aún sin encontrarse,
deban en sufrimiento morar.

Los ríos murmuran,
y mi corazón se fractura,
intentaré disfrazar,
cubriendo tus ojos con mi palma.

Existe una razón,
para hallar inspiración,
un suspiro se escapa,
por un anhelo profundo y sin razón.

Carrozas de dulce acuarela,
a través de mis lentes de cristal redondos,
mi corazón observo,
como un caleidoscopio de emociones y sueños.

Abrazo el viento,
aunque no lo percibo,
le hablo al peñasco,
y su mutismo me desasosiega.

Pienso que regresaré,
al origen de mi sendero,
y lo intentaré,
una vez más, con esmero.

03 abril 2012

El sultán y el vagabundo

En un reino de contrastes, vivía un sultán, sumido en la insatisfacción de su existencia dorada. Rodeado de riquezas y poder, se ahogaba en un mar de compromisos y formalidades. En ese mismo reino, un vagabundo deambulaba, dueño únicamente de los harapos que vestía, marcado por la desdicha de una vida errante.

Una mañana, el sultán se asomó a su ventana para contemplar el sol y, al divisar al vagabundo, suspiró por la libertad que creía ver en él. El vagabundo, al pasar junto al palacio y observar al sultán, anheló la opulencia y el poder que este poseía para erradicar la miseria.

Una hada caprichosa, testigo de sus deseos ocultos, decidió intervenir. Con un hechizo susurrado —"Triste realidad, dulces mentiras"—, alteró el curso de sus destinos.

Al amanecer, el sultán despertó en la piel de un mendigo, enfrentando la crudeza de la indigencia y la enfermedad sin una mano amiga. El vagabundo, ahora sultán, se vio atrapado en una vorágine de crueldad y codicia. Ambos, desorientados, tomaron decisiones precipitadas: el nuevo vagabundo recurrió al hurto para sobrevivir, mientras que el nuevo sultán se lanzó a la conquista desmedida.

Las consecuencias de sus actos no tardaron en alcanzarlos. El sultán convertido en vagabundo fue capturado y condenado a muerte; igual suerte corrió el vagabundo en su trono usurpado. En el último instante, bajo la sombra de la guillotina, ambos desearon fervientemente volver a lo que una vez fueron. El hada, conmovida por su súplica, les concedió la oportunidad de regresar a sus vidas anteriores.

Despertaron nuevamente, tocándose el cuello, asegurándose de la realidad de su existencia. El sultán miró por la ventana y el vagabundo buscó con la mirada al sultán. Se encontraron con la mirada, sin palabras, y cada uno retomó su camino. Se prometieron ser mejores, cada día, en el porvenir.

Y así, la moraleja se desvela: es en la lucha por nuestros propósitos donde aprendemos el verdadero valor de ser mejores personas.

26 marzo 2012

Un paso adelante

Nada es eterno,
nuestro amor al infinito se asoma,
allí está, lo veo,
mas no puedo tocar su aroma.

Si al final llegase,
quizá todo terminase,
pero si un amor existe,
al final de este viaje,
¿qué prisa hay en llegar deprisa?

Me tomo el tiempo,
para saborear cada instante,
nada es eterno,
por eso al amor lo dejé distante,
hasta el infinito,
donde el camino se hace amante,
más para alcanzarlo,
toda una vida será el instante.

Lo mejor,
al final lo reservé,
para no retroceder,
y así siempre,
un paso adelante permanecer.

Princesa luna

Cuéntame tus visiones, bella dama,
los versos que inspiras con tu gracia,
los besos que ante ti se han dado,
en tu presencia, todo es encantado.

Ahora, princesa, resplandeces sin igual,
¿acaso Cupido te ha flechado al pasar?
Dime, ¿quién ha cautivado tu ser,
quién en tus sueños se ha podido meter?

Princesa Luna, con tu reflejo brillante,
y el caballero Sol, fiel amante,
juntos recorren el firmamento,
en un eterno y celestial movimiento.

Añado a tu canto, mi voz en este verso,
mientras la noche teje su universo,
y en el lienzo oscuro de la inmensidad,
tu luz guía a los poetas en su soledad.

En tu honor, la marea se alza y suspira,
y el viento nocturno tu nombre admira,
mientras el Sol, en su ardiente carrera,
espera el momento de encontrarte, compañera.

Así, entre luces y sombras danzantes,
tejen historias los astros brillantes,
y en cada relato, en cada canción,
la princesa Luna es la eterna inspiración.

19 marzo 2012

El reloj de bolsillo

En un pequeño pueblo donde las calles aún conservaban el eco de antiguas leyendas, vivía un relojero conocido por su habilidad para dar vida al tiempo. Su tienda estaba llena de relojes de todas formas y tamaños, cada uno con su propia historia.

Un día, una niña entró en la tienda con un reloj de bolsillo muy antiguo en sus manos. "No funciona", dijo con una voz tan suave como el sonido del viento. El relojero tomó el delicado objeto y lo examinó con ojos expertos. "Este reloj", comenzó a explicar, "no mide el tiempo en horas o minutos, sino en momentos".

La niña lo miró confundida. "¿Momentos?" preguntó.

"Sí", respondió el relojero. "Momentos de felicidad, tristeza, aventura y amor. Este reloj solo funcionará cuando vivas un momento verdaderamente significativo".

Intrigada y decidida, la niña se propuso llenar su reloj de momentos inolvidables. Ayudó a sus vecinos, aprendió nuevas habilidades, se aventuró en los bosques cercanos y, sobre todo, hizo nuevos amigos. Con cada experiencia, el reloj parecía cobrar vida, su tic-tac se hacía más fuerte y su brillo más cálido.

Pasaron los años, y aquella niña regresó a la tienda del relojero, ahora una mujer. El relojero, viejo y canoso, sonrió al ver el reloj de bolsillo latiendo con fuerza y brillando como nunca. "Veo que has vivido muchos momentos preciosos", dijo con una sonrisa.

La mujer asintió. "Cada segundo fue una aventura, y este reloj es testigo de mi vida".

El relojero le contesto. "Ahora es más que un simple medidor de tiempo; es un tesoro de recuerdos, un mapa de tu vida".

Y así, la mujer comprendió que el tiempo más valioso no es el que pasa, sino el que se vive con intensidad y propósito.

11 marzo 2012

Al enamorarme

Realidad, libre de destino,
la ilusión no causa el dolor,
somos nosotros quienes lo sentimos,
enamorados, atados a un sinfín.

Al enamorarme, perdí mi elección,
me ató a una ilusión sin razón,
ignorando la lógica por la pasión.

Dejé de ser libre, me dejé amar,
dejé la realidad por un sueño a alcanzar.

No es bueno, surgen heridas internas,
no son visibles, pero queman,
aunque soy fuerte, eso lo sé,
y en mi fortaleza, me volveré a encontrar.

06 marzo 2012

Dime lo que anhelas

Sueño con ser el reflejo,
en tus ojos de amor sincero,
me transformo en mil facetas,
esperando que una, en tu alma resuene.

Poeta de tus pensamientos,
sanador de tus silencios,
artista de tus colores,
filósofo de tus sueños.

Me reinvento cada día,
con la esperanza de hallar,
un lugar en tu vida, un rincón en tu mirar.

¿Qué forma debo tomar,
para que me puedas notar,
para robarte un suspiro,
y en tu historia, un capítulo firmar?

He gastado mil momentos,
intentando ser aquel,
que en tu mente habite,
y en tu recuerdo, permanezca fiel.

Aunque tropiece y caiga,
y parezca no avanzar,
mi corazón no se rinde,
en esta búsqueda sin final.

No es tiempo perdido,
es la obra de mi existencia,
la pasión que me define,
en esta incansable esencia.

Dime lo que anhelas,
lo que tu corazón desea,
para ser yo quien intente,
ser el eco de tu voz, la respuesta a tu espera.

03 marzo 2012

Tengo sed

Ya no sacia mi ser el agua que fluye,
ni diez, ni cien litros, ni el mar en su danza,
persiste la sed, como llama que nunca se extingue.

Es sed de existir, de sentir sin barreras,
de besos que marquen, de risas que abrazan,
de palabras que pinten, de abrazos que hablan.

Sed de jugar, de reír sin escondites,
de una sonrisa sincera, sin un "quizás" que la cubra,
de perderme en la pasión, de bailar sin cordura.

Sed de soñar cada día al despertar,
de colorear mi rostro, antes sin vida,
sed de un gesto dulce, que el alma aviva.

Sed de embriagarme con versos que sanan,
palabras que al alma con fuerza renuevan,
una sed que busco saciar, día tras día, sin tregua.

27 febrero 2012

Se nota que la amo

Se nota que la amo,
sí, se nota que la amas,
¿por qué no decírselo entonces?
Estás esperando el momento,
¿cuándo llegará eso?

Creo que ella también te ama,
pero el tiempo aún no es hoy,
tan extraños son los caminos del amor.

Hace tiempo que no se ven,
y aún se aman como el primer día.

No tiene caso intentar olvidarte,
es un pretexto para mantenerte presente,
ahora y siempre en mi mente.

Yo no lo entendía,
pero comprendí que el tiempo algún día
te da la razón, te da claridad.

Se nota que la amo,
ella me sigue inspirando,
sigue siendo el sueño de mi realidad,
pero ahora estoy despierto, amando su verdad.

25 febrero 2012

Permíteme soñar contigo

Permíteme soñar contigo,
inspirarme en musas, dejarme llevar,
quieres ser tú mi única razón,
mi perpetuo anhelo por crear.

Si tan solo por este día,
pudiera tenerte aquí,
volaría hasta la luna sin demora,
un momento allí me detendría,
y en su gris superficie un corazón trazaría,
para que desde nuestro mundo tu mirada lo explorara.

¿Qué vamos a hacer?
Lo más tangible que puedo ofrecer,
son palabras de amor en un lienzo,
inspiradas por alguien como tú, mi bien.

Se habla tanto de amores,
yo los he sentido en cada verso,
tan vivos, tan ardientes,
los plasman aquellos que aman sin reverso,
y si así escribo yo,
es porque mi corazón está prendido, inmerso.

Déjame que en ti me inspire,
algo grandioso de ello nacerá,
lo que tengo por seguro,
es que será una joya, un destello sin par.

No me detengas

En esta vida, mi única compañera,
donde las decisiones son estrellas fugaces,
me encuentro al borde, al filo de la espera,
con lágrimas que brotan, dulces y tenaces.

Detener el tiempo quisiera,
mas la vida fluye, indomable y veloz,
en su corriente me pierdo, me desespera,
la razón se desvanece, y con ella mi voz.

Aunque multitudes me cercan,
la soledad es mi sombra fiel,
una vida, un millar de sendas,
y en cada elección, un papel.

Mi camino buscaré, mi destino forjaré,
nadie me preparó para este vuelo sin red,
la sencillez es un mito, la complejidad es ley,
pero es mi batalla, y no cederé.

Así que déjame ser, déjame ir,
en mi viaje personal, déjame descubrir.
Aquí estoy, firme en mi intentar,
no me detengas, déjame volar.

Corazón solitario

No volverá, tal vez se le olvidó,
que hay un joven en el lago esperando,
mientras observa el cielo reflejado,
suspira por ella, en soledad llorando.

Bajo el ciclo eterno de las estaciones,
las nubes se transforman, las flores se desvanecen,
pero el tiempo, implacable, no concede pausas,
y la vida, en su danza, jamás se detiene.

A donde quiera que vaya, el cielo se extiende,
siempre presente, arriba, vasto y profundo.
¿Qué haces, joven? Ella no volverá,
pero si así lo deseas, espera, solo espera.

Nadie puede obligarte a cambiar,
nada puede frenar tu esperanza,
ni la fe que albergas, joven enamorado,
en tu corazón solitario, donde el amor no se cansa.

23 febrero 2012

Se entrelazan y confunden

Las ideas en mi mente,
no son tan claras,
se entrelazan y confunden,
¿qué haré ahora?

Si falta el interés,
¿qué podré yo contestar?
Si no surgen las preguntas,
en silencio he de esperar.

Al marcharme

Al partir, cuando mi ser se evapore,
ya no podré en este viaje mirarte.
Deseo ser el primero en la cumbre,
para las lágrimas de la vida esquivar.

Ante el adiós,
mi egoísmo no puedo ocultar, mas,
¿qué senda seguir cuando el alma titubea?

Pensando en ti, ¿qué será cuando me vaya?
No quiero dejarte en pena y soledad.
Aquí mi promesa, te escribiré en secreto,
misivas serán, herencia de mi sinceridad.

Cartas sin fin, mi cariño inmortalizado,
serán tu alivio cuando me haya alejado.
Con fechas señaladas para su lectura,
en tus días, mi esencia perdurará.

16 febrero 2012

Creo firmemente

Me hago la promesa,
que mi corazón, de penas, se alejará,
Creo firmemente y tú lo sabes ya,
que así se preserva un amor, con delicadeza.
No hay que insistir en la memoria con destreza,
porque al forzarla, se puede lastimar.

Confío en que lo entenderás,
es un desafío, en verdad.
Aunque te amo sin igual,
sé que no volverás, es la realidad.
Aunque ore y en ti piense,
eso no hará que vuelvas, es la sentencia.

Intento ser feliz y lo logro con certeza,
recuerdo cuando no sabía de tu belleza.
Quizás algún día, esos tiempos a mí regresen.

De alguna forma, parece,
que aún me amas en secreto,
pero guardas ese amor, por temor, discreto.
Quizá solo busco pretextos,
para continuar amándote, sin pretextos.

Pregunto cómo estás,
y lo único que sé,
es que dicen que estás bien.
Es suficiente para mí,
saber que aún estás allí,
imaginando que eres feliz,
y que piensas que nada sucedió aquí.

Olvidaste que nos amamos,
quiero decirte que duele.
Pero como lo dije antes,
me prometo a mí mismo,
que mi corazón quedará intacto.

14 febrero 2012

Prestemos atención

Escucha, déjame decirte que en tus ojos encuentro ciudades desconocidas, y sí, me he perdido en ellas. ¿Te atreverías a explorarlas conmigo? Naveguemos entre calles y avenidas, mientras mi voz narra cuentos solo para ti. Te propongo un viaje sin destino y, tal vez, si el crepúsculo nos favorece, te sorprenda con un poema. No escondas tu sonrisa, sabemos que es el mapa que ambos deseamos seguir.

Mira, allí un parque nos llama a soñar. ¿Qué sensaciones te despierta la noche? No me digas que es una más, no te creo. Mira lo que he conjurado para ti. Y de la nada, un ramo de flores surge, adornado con un lazo que lleva tu nombre inscrito.

Con un truco de ilusionista, para que tus pensamientos no lo advirtieran, mientras te sumergías en un mar de melodías, buscaba yo un libro que fuera único, pero ninguno me convenció, así que decidí crear una sorpresa. Yo mismo escribí uno.

Ven, acompáñame, hay algo que deseo mostrarte. Cierra los ojos y, al abrirlos, dime si reconoces lo que ves. Esto, que ahora observas, es mi corazón. Y tú, ¿qué escondes ahí? Sin demora, revelas que también tienes un corazón, y afirmas que es el tuyo.

Los intercambiamos y los contemplamos, como si fueran el tesoro más precioso del mundo.

Silencio, damas y caballeros, aquí presenciamos a dos almas enamoradas, portadoras de una historia de amor. Prestemos atención y descubramos juntos cuál será su final.

Hace ya un año

Hace ya un año,
declaraste tu amor tan sano,
y yo, en un acto insano,
te dejé con un frío adiós, tan inhumano.

Perdona mi error, te imploro,
si amarme fue tu tesoro,
ahora en mi pecho un dolor devoro,
viviendo en un lamento sonoro.

Tú, en cambio, con nobleza,
aceptaste mi torpeza,
y partiste con firmeza,
dejando atrás mi tristeza.

Desde entonces, cada año recuerdo,
que tu amor fue sincero y tierno,
y yo, como un necio moderno,
te dije adiós, en un invierno eterno.

A menudo me cuestiono,
qué sería de nuestro encuentro,
si no hubiera sido tan tonto,
si no te hubiera dicho adiós, tan pronto.

12 febrero 2012

Amor de mi vida

Amor de mi vida, ¿dónde estarás?
aquí sigo esperando, no me hagas suspirar,
no dejes que la desesperación me pueda abrazar,
ven pronto, amor, no te demores más.

No puedo prometer eternidad en este lugar,
la inmortalidad no es parte de mi andar,
amor de mi existir, no tardes en llegar,
la vida es un suspiro, ven antes de expirar.

Lágrimas quiero evitar,
la esperanza no deseo abandonar,
envíame una señal, un simple parpadear,
que anuncie tu venida, que me harás vibrar.

Amor de mi alma, por ti voy a esperar,
pero el tiempo apremia, no puedes demorar,
recuerda que el destino puede girar,
y la vida, como un hilo, se puede cortar.

11 febrero 2012

En el teatro del mundo

En el teatro del mundo, un acto singular,
donde cada quien pretende el otro cambiar,
mas olvidan que la obra empieza en su interior,
en el silencio de su propio corazón.

Proclaman verdades, elevan su voz,
"¡Haz esto!", exclaman, sin ver dentro de nosotros.
Mas la moral es un espejo de doble faz,
que juzga al prójimo, pero se olvida de la paz.

Todos miran, todos creen saber,
juzgan al mundo, sin su alma comprender.
Mas en la introspección, hay una verdad negada,
que también nosotros portamos una mirada cansada.

Si anhelas transformar la vasta creación,
comienza por ti, con una simple acción.
El cambio es un eco que en ti debe resonar,
para que el mundo pueda, al fin, despertar.

Preguntas con respuestas

¿Qué pasó después? No lo sé con certeza,
solo que su alegría fue pura y sin tristeza,
una historia única, de singular belleza,
diferente a todas, llena de grandeza.

¿Cómo son las estrellas? Maravillas celestiales,
misteriosas luces, destellos especiales,
que iluminan tus ojos, tan vitales,
en tu rostro hermoso, son señales.

¿A dónde anhelaba ir? Solo ella lo sabía,
hablaba del cosmos, de la galaxia fría,
soñaba con viajar al espacio algún día,
en la infinitud, encontrar su alegría.

¿Cuál era su sueño? Eso no lo sé,
la observaba sentada, en su serenidad,
contemplando el cielo, su vastedad, su ley,
en el firmamento, su mirada se perdía.

En el abismo del ser

En el abismo del ser, donde el eco se pierde,
donde las sombras danzan y la luz se esconde,
busco en el vacío un significado, un desafío,
algo que, en el vasto silencio, eternamente resonará.

Cuento historias al viento, murmullos en la nada,
en páginas en blanco, mi alma se desgrana,
¿Merece la pluma escribir si la mente está vacía?
¿Si la tinta se desvanece y la voz se apaga?

Cerraré los ojos, dejaré que el mundo gire,
en este rincón olvidado, donde nadie se asoma,
solo yo y mi reflejo, en el espejo que mire,
encontrando en el silencio la última palabra.

Escucha bien

Escucha bien lo que voy a decir,
creerme o no, eso lo dejo en ti,
dame solo una oportunidad,
dime, dime, dime, ¿qué será?

Caminé bajo la lluvia, sin cesar,
sobre el sendero húmedo, sin dudar,
junto a los árboles de altura sin par,
en la ruta que a tu corazón ha de llegar.

Déjame soñar una vez más,
no me interrumpas, no despiertes jamás,
con los ojos cerrados déjame estar,
sin ti a mi lado, no quiero la realidad enfrentar.

Anhelo sentir tus labios, amor,
muérdeme con pasión, sin temor,
toma mi mano, no me dejes ir,
no quiero morir, no sin antes sentir.

Escucha bien lo que voy a decir,
te amo, es un hecho, no puedo mentir,
dime, dime, dime, ¿qué sentirás?
Mi corazón ya no puede esperar más.

Escucha bien lo que voy a decir,
te amo, es mi verdad, no puedo huir,
eres un sueño hecho realidad,
en mi libertad, tu amor es mi ciudad.

Déjame conocer tus pensamientos,
¿serás la musa o el fin de mis lamentos?
No lo creo, no, no puede ser,
porque en tu amor, he encontrado mi ser.

10 febrero 2012

Con la brisa que acaricia suave

Cuando llueve desde el cielo,
el tiempo se detiene, se vuelve bello,
y se transforma en un recuerdo,
una imagen pura, sin desenfreno.

Con la brisa que acaricia suave,
te envuelve, como a la flor más noble,
quiero contarte, en esta historia de amor,
donde tú me besas, y me amas, con fervor.

Será tan cálido ese preciso instante,
que el frío no nos tocará, será distante,
oh no, en tu abrazo siempre constante,
y que el frío jamás sea mi amante.

Momento romántico y estelar,
donde ambos, sin dudar,
somos héroes en este mar de amor,
donde juntos brillamos con mayor fulgor.

09 febrero 2012

Me duele el no saber quién eres

Me duele el no saber quién eres,
de ti, no recuerdo nada,
ignoro tu esencia, tu ser,
busco en mi mente, pero no hay imagen,
ningún recuerdo tuyo que pueda hallar.

Perdona, para mí eres una desconocida,
el tiempo ha pasado,
quizás tú me conozcas,
pero yo, con tristeza,
te diré:
"¿Quién es usted?",
espero no te ofendas.

Sucede que tal vez,
en algún daño pasado,
te encerré en mi corazón y no dejé que salieras.

Mas si ese no es el caso,
con gusto, nos presentaremos.

Hola, soy aquel,
que sin querer te olvidó.
Oh, disculpa, por favor.
¿Y tú quién eres?
Encantado de conocerte.

Observo tu rostro, aún desconocido,
mientras intento descubrir quién eres,
y no logro entenderlo,
escucho que hablas sobre mí,
pero no recuerdo haberte visto allí.

Hablo, pero mis palabras se sienten vacías,
no encuentro qué decir,
de repente, escucho tus palabras,
bajo la mirada,
me giro para verte,
y me alejo, sin más que añadir.

Quizás era mejor,
no haberte recordado,
mi herida,
se ha vuelto a abrir.

06 febrero 2012

La princesa y el profesor

La Princesa de los Compuestos y el Laberinto de Sombras

En un reino de reflejos y quimeras, la princesa C8H11N habitaba, prisionera de un espejo que, cual joya, se erguía en el corazón de un laberinto. Este no era un laberinto común, pues sus pasillos y encrucijadas estaban custodiados por un dragón de sombras, una criatura que se deslizaba por las paredes como aceite sobre agua, cazando las sombras de aquellos que osaban entrar.

La princesa, con dedos de alquimista, tejía mantas que eran más que simples tejidos; eran lienzos donde bordaba paisajes y personajes, narrando en hilos su anhelo de libertad.

La leyenda decía que, para liberarla, uno debía llevar las aguas de lágrimas al laberinto, extinguir noventa y nueve antorchas ocultas y vencer al dragón de sombras clavándole una vela encendida en el pecho. Solo entonces, el laberinto se disolvería, el espejo capturaría la luz del sol y la princesa sería libre.

El profesor Epilef T23, un hombre de ciencia y misterios había leído sobre esta leyenda en diarios de antaño. Muchos habían intentado el rescate, todos habían fracasado. Pero Epilef, en su pizarra, trazó un plan que creyó infalible. Viajó a la India en busca de los místicos pollos explosivos, una creación de un sabio indio que combinaba aves con artefactos de destrucción.

La Odisea de Epilef y las Gallinas Explosivas

Con miles de gallinas-bomba vacías, el profesor Epilef T23 se dirigió a un campamento cercano al laberinto. Su siguiente hazaña lo llevó a las colinas cercanas al cielo en China, donde, entre nubes caprichosas, recogió las aguas de lágrimas en cantidades preciadas.

De regreso, con las aguas de lágrimas en su poder, Epilef repasó su plan, una estrategia que brillaba con la certeza del éxito. Con sumo cuidado, vertió las lágrimas en las gallinas inquietas, evitando a toda costa que el miedo las hiciera detonar prematuramente.

Armado con su escopeta de mechas y revólveres de velas, Epilef se adentró en el laberinto. Las gallinas-bomba, impulsadas por un instinto desconocido, se dispersaron por los corredores, llenando cada rincón con su presencia volátil.

El Desafío del Dragón de Sombras

El profesor Epilef T23, con un coraje que desafiaba a la misma oscuridad, llamó al dragón de sombras, instándolo a revelarse. El dragón, una masa creciente de oscuridad, emergió para enfrentar al intruso, deslizándose por las paredes con una gracia mortífera.

Las gallinas, ignoradas por la bestia, se convirtieron en espectadoras involuntarias de la confrontación. “Aquí estoy, dragón sombra, listo para acabar contigo”, proclamó Epilef, mientras la cámara se iluminaba con las velas disparadas, cada una un faro de esperanza en la penumbra.

La batalla se intensificó, y el profesor maniobraba sus armas con destreza, evitando que su propia sombra fuera tocada por la criatura. El estruendo de la lucha resonaba por todo el laberinto, y las gallinas, agitadas por el ruido, se volvían cada vez más inquietas.

El Final de una Leyenda

La princesa C8H11N, sintiendo las vibraciones del combate, dejó de bordar y se aferró a la esperanza. Las balas-velas escaseaban, y en un momento de quietud, Epilef decidió que era hora de activar las gallinas-bomba. Su provocación desató la furia del dragón sombra, cuyo rugido resonó más allá del laberinto, sacudiendo el bosque.

El terror de las explosiones inició una reacción en cadena, liberando las aguas de lágrimas que extinguieron las antorchas y debilitaron al dragón. Con un disparo certero, Epilef selló el destino de la bestia, y el laberinto se desmoronó, elevándose hacia el cielo para desvanecerse como nubes.

En el lugar del laberinto, solo quedó un campo verde y un espejo transformado en puerta. La princesa C8H11N emergió, deslumbrada por la luz del sol, mientras la puerta caía, fragmentándose en rosas.

El profesor, exhausto, fue abrazado por la princesa en agradecimiento. Pero la batalla había cobrado su precio, y en un silencio que inundó el bosque, Epilef T23 cerró los ojos por última vez.

Cien años después, la estatua del profesor aún señala el lugar donde una vez estuvo el laberinto. A sus pies, las gallinas que lo acompañaron en su batalla. En la universidad, una carta manuscrita del profesor y una manta bordada con inigualable detalle son testimonios de una aventura que terminó en sacrificio y leyenda.

01 febrero 2012

La muñequita

En el estrecho sendero de un mercado, me encontraba yo, sumergido en el colorido y las formas caprichosas de los artefactos que allí se vendían. El ambiente, bañado en tonos sepia, parecía una fotografía antigua. Observaba los cuadros, los telescopios, las plantas mecánicas y las carnívoras, cuando mi atención fue capturada por un mercader de muñecas de trapo.

Las muñequitas sonreían a los transeúntes, saludándolos con una mano alzada en un gesto de alegría inocente. Muchos se detenían, atraídos por la promesa de una sonrisa perpetua, y las muñecas, al ser tomadas, celebraban con movimientos lentos y delicados su nueva compañía. Eran criaturas preciosas, con pieles de diversos colores, ojos de botones brillantes, cabellos de lana y vestidos de manta con flores bordadas.

Pero entre ellas, una se encontraba sola, arrumbada en un rincón. Me acerqué con cautela, descubriendo su timidez. Al levantarla, comprendí su retiro: le faltaba un ojo de botón, su manita izquierda era diminuta, escaso el cabello de lana en su cabeza, ausente una piernita, y su vestido, desgarrado y empolvado.

Le sonreí, convencido de que, si había de elegir una muñeca, sería ella, sin duda. Saqué mis monedas de oro, dispuesto a pagar lo que fuera por tan singular tesoro. El vendedor, entre risas, intentó persuadirme con otras muñecas, pero ninguna me convenció. Insistí en mi elección hasta que, cansado, accedió a aceptar el precio habitual.

De regreso a casa, pensaba en el lugar perfecto para ella. ¿Entre los libros de ciencia, quizás? ¿O sobre la chimenea, para resguardarla del frío? No estaba seguro, pero sabía que estaría contenta.

Al encontrarme con una amiga en el camino, su sorpresa fue evidente al ver la muñeca de trapo en mis brazos. Antes de que pudiera preguntar, sus palabras brotaron, marcadas por la decepción: “Está muy fea”, dijo, pensando que mi intención era desecharla. Con calma, le expliqué que se trataba de una muñeca especial, diferente a las demás, y que precisamente por eso la había adquirido.

Llegué a mi hogar, donde la muñeca ya había encontrado su lugar entre los libros y los relojes, siempre con una sonrisa que reflejaba su felicidad por ser valorada en su singularidad.

El tiempo pasó, y la muñeca de trapo se convirtió en testigo silencioso de un amor que florecía. Mi amiga y yo nos casamos, y la muñeca, ahora parte de nuestra familia, presenciaba cómo nuestros hijos crecían y jugaban a su alrededor. A menudo, ellos nos preguntaban sobre nuestra historia de amor, y yo, con una sonrisa, les señalaba a la muñeca, la más hermosa del mundo, y cerraba los ojos para recordar.

La muñeca de trapo, ahora en su nuevo hogar, se convirtió en el centro de un cálido universo familiar. Mis hijos, con ojos curiosos, a menudo nos interrogaban sobre el origen de nuestro amor. La respuesta siempre estaba allí, en la estantería, entre los libros y los recuerdos: la muñeca de trapo, la más hermosa del mundo.

Era ella, con su sonrisa inclinada y su vestido de retazos, quien había tejido los hilos de nuestra historia. Cada vez que mi amiga, ahora mi esposa, insistía en llevarse a la muñeca para vestirla con nuevos atuendos, era un recordatorio de que lo imperfecto puede ser perfecto a su manera.

Y así, la muñeca de trapo vivía sus días, alternando entre los libros de ciencia y los relojes colgantes, siempre con una sonrisa de felicidad. Porque había comprendido, al fin, lo especial que era y cuánto amor había a su alrededor. Era, sin duda, la muñeca más bonita y querida de la casa.

30 enero 2012

¿Qué camino tomarías tú?

Carezco de voz para expresarlo,
¿Quizás en mímica pueda mostrarte?
¿Plasmarlo en papel, tal vez?
¿O en un lienzo dibujarte?

Siento que fallo en el intento,
el suelo, un mar de versos truncados,
palabras luchan por un acomodo,
unidas por un núcleo no revelado.

¿Qué camino tomarías tú?
¿Compilar un tomo con estos fragmentos?
lancemos al aire las hojas sueltas,
observemos su danza al viento.

Quizá el azar se vuelva mi aliado,
y en su capricho me brinde sentido,
con una lluvia de papel y sueños,
ideas claras bajo un cielo lúcido.

Al final, ¿importa el método?
si te escribo una misiva,
si en silencio te lo actúo,
el mensaje persiste, invariable,
eterno, como el amor que insinúo.

27 enero 2012

Héroe

Tú, distante te volviste,
y en héroe me convertí.
Mi corazón, quebrado y triste,
en pedazos lo sentí.

Esa ausencia me transformó,
en un héroe sin querer.
Preferí sentir el dolor,
a verte tú padecer.

Te busqué sin encontrarte,
rechazaste mi querer.
Lágrimas, mi único arte,
héroe por ti llegué a ser.

Opté por cargar el pesar,
antes que verte sufrir.
Eso me hace destacar,
héroe dispuesto a servir.

El tiempo curó las heridas,
libertad pude encontrar.
De héroes, nuevas salidas,
mi ser pudo respirar.

Héroe soy, con un poder:
resistir la soledad.
Y al nuevo amor conocer,
mi corazón sanará.

Invicto se volverá,
al hallar la pasión verdadera.
Como héroe cuidaré,
a quien mi amor espera.

Con mi fuerza la protegeré,
de todo mal, de la oscuridad.
Porque un héroe siempre seré,
en el amor, mi especialidad.

24 enero 2012

El violinista

En un rincón de cerezas y sueños,
una joven con un libro de estrellas se encontraba,
en su rostro, una paz de ensueño,
hasta que un violinista con suavidad se acercaba.

Con dulces acordes, el aire llenó,
una canción de amor, un canto de corazón,
"Eres la luz en mi universo, mi sol",
le dijo, "en tu mirada, encuentro mi inspiración."

"Sigue tu lectura, yo aquí me quedaré,
como un mudo cómplice de tus sueños.
Si así lo quieres, mi violín hablará por mí,
y en este cielo, seremos eternos dueños."

La dama de los cereales sonrió al fin,
y al violinista, su atención regaló,
juntos compartieron un instante sin fin,
y en la melodía, un nuevo amor brotó.

Ya no más lágrimas, ni tristeza en su mirar,
solo risas y notas en dulce unión,
una canción completa, un amor por celebrar,
en el corazón de ambos, nació una canción.

Allí está ella

Allí está ella, presencia que desvaría,
extrañas sensaciones me invaden, sin saber,
un torbellino de pensamientos, día tras día,
inquietud que me embarga, ¿qué debo hacer?

Creo que es amor, eso que me confunde,
solo amor, puro y sin pretender,
nada más que amor, en mi corazón abunde,

¿Por qué su mirada me hace estremecer?
Cada gesto suyo, un temblor me induce,
me despoja del control, me hace renacer.

Ojalá fuese sencillo, como decir su nombre,
mas es un desafío, en suspiros me consume,
difícil es contener este sentimiento que asombre,
y en cada suspiro, por ella mi alma se consume.

De mil caminos pude elegir

Dime si es así,
mi amor por ti, infinito sin fin,
mi amor por ti, constante y sin límite,
dime si es suficiente,
dime si así debe ser.

En el sendero de la vida te hallé,
errante fui, un alma sin rumbo,
mas todo cambió, mi corazón se ancló,
al encontrarte, ya no más vagabundo.

Mi amor por ti, vasto como el mar,
mi amor por ti, eterno y sin final,
dime si es suficiente,
dime si así debe ser.

De mil caminos pude elegir,
maravillosa fue la suerte,
que me llevó a ti, a tu existir,
y en tu amor, encontré mi refugio.

Mi amor por ti, inmenso y sin barreras,
mi amor por ti, inagotable y verdadero,
dime si es suficiente,
dime si así debe ser.

06 enero 2012

Acércate

Acércate, aún más cerca, amor,
¿Qué más decirte? Aquí sigo yo,
en este impasse, igual que ayer,
tú allá, yo acá, en silencio los dos.

Amor, amor, repetido clamor,
seguimos aquí, en este vaivén,
te amo, me amas, ¿qué esperamos?
¿Quién romperá el silencio primero?

¿Serás tú? ¿O quizás seré yo?
Alguno de nosotros debe ceder.

Amor, amor, eco de mi voz,
¿quién dará el paso? Dímelo, por favor.

¿Dudas si mi amor es real?
Sí, es un sí, claro y total.

¿Quién hablará primero, quién se atreverá?
Aunque parezca extraño, tu corazón escucharé.

No temas, rompe el silencio, ven,
no te alejes, no más cuestionar,
mejor acércate, un poco más,
deja que tu aliento me hable de paz.

Amor, amor, amor, en cada respirar.

05 enero 2012

Persisto en soñarte

Persisto en soñarte, en la vigilia de mi mente,
nada retiene ya su forma, todo ha cambiado,
en el insomnio, tu imagen es recurrente,
nada permanece, todo se ha transformado.

Calendarios marcados, fechas que susurran tu nombre,
cada día un recordatorio, una constante invocación,
tu esencia imperturbable, mi paz desploma,
nada es igual, en mi alma hay revolución.

Manipularé las ondas de mi pensamiento,
para calmar esta vibración persistente,
anhelo el silencio, el final del tormento,
no deseo saber más, anhelo estar ausente.

Reflejo de luz, azul claro tras el espejo,
sombra que el viento dibuja, efímera y fugaz,
¿Cómo olvidarte? Si eres mi deseo,
¿Cómo dejar de pensar? Si eres mi paz.

Bailarina de sueños, soldadito de plomo,
ven, observemos juntos, la vida en detalle,
el rompecabezas de lo que somos,
bajo la lente, un universo que nos embale.

Intento ser distinto, alzar las manos al cielo,
indicarte que este no es el lugar,
¿Cómo dejar de pensarte? Eres mi anhelo,
en cada gesto, en cada lugar.

Puedes pretender que nada ha ocurrido,
pero incluso así, algo resuena en el fondo,
belleza hechizante, mirada que ha fundido,
permíteme un beso, en este mundo redondo.

Tomaré tu fotografía, contra mi pecho la presionaré,
que mi corazón cese su latir, que el recuerdo se desvanezca,
no deseo verte más, en la distancia me perderé,
¿Cómo dejar de pensarte? Si en mi mente te quedas.

Escribo sin sentido, sin esperanza de que leas,
sin poder demostrarte, que aún te extraño más,
nada es igual, en mi interior clama y ruega,
nada es igual, en mi corazón, tu ausencia es voraz.

03 enero 2012

Esfera

Observa la esfera, su forma completa,
pregúntate cuántos lados puede tener,
si crees que es imposible, casi aciertas,
pues infinitos son, no los puedes ver.

Infinitos lados, en números se desvelan,
aunque su área y volumen, finitos serán,
limitados por su naturaleza, que no apelan,
a la infinidad de sus lados, que no cesarán.

La princesa no comprendida

Había una vez, en un reino, una princesa cuya belleza no era comprendida. No era desamor lo que la rodeaba, sino una ceguera ante su singular encanto. Lloraba día y noche, recluida en su alcoba, visitada solo ocasionalmente por sus padres, quienes veían más allá de las superficies y amaban a su hija con fervor. La princesa, sin embargo, se sentía tan avergonzada de su apariencia que creía no merecer la mirada de nadie.

Una noche, una bruja malévola se materializó ante ella y le ofreció un trato: belleza a cambio de sumir al reino en la miseria. "El pueblo te ha rechazado; ellos se lo merecen", susurraba la bruja, instigando su venganza. "Tienes un día para decidir", dijo antes de desvanecerse en la oscuridad.

La princesa, agitada por sueños de galas y espejos que reflejaban una belleza ajena, despertó decidida a aceptar la oferta. Pero al amanecer, una mujer luminosa apareció junto a su lecho, hablándole de elecciones justas, del bienestar común frente a la felicidad personal. "Tu esencia es hermosa", le aseguró la dama de luz, "y la belleza exterior no tiene valor si por dentro estás vacía. Aunque creas que nadie te quiere, hay quienes te aprecian tal como eres". Antes de partir, la dama le reveló en el espejo el rostro de su amor verdadero, prometiendo que esa era una historia para otro momento.

Cuando la noche cayó, la bruja regresó, ansiosa por la respuesta. Con lágrimas en los ojos, la princesa rechazó el pacto, eligiendo su autenticidad sobre la falsa promesa de aceptación. La bruja, incrédula y furiosa, insistió en vano antes de desaparecer en la bruma de su derrota.

Al alba siguiente, la princesa despertó con una ternura renovada, orgullosa de su elección. Su tristeza se transformó en júbilo, y con paso firme, salió de su habitación. Sus padres, sorprendidos, la recibieron con abrazos, y su alegría se extendió por los pasillos del castillo. En el jardín, saludó a todos con una gracia que inspiraba sonrisas genuinas.

Desde la distancia, la bruja observaba, pero una luz repentina la envolvió: era la dama resplandeciente, quien desde una nube la contemplaba con una sonrisa de satisfacción.

Este cuento no concluye aquí; aún queda mucho por narrar. Pero mientras tanto, reflexiona y elige con sabiduría, como lo hizo nuestra princesa.