26 febrero 2024

Mi amada

En el tiempo suspendido de nuestras baladas,
donde cada nota es un latido de tu corazón,
aquí y siempre, mi amada,
te busco entre sombras y esperanzas,
en el laberinto de mis deseos más guardados.

Tiempo, que fluyes como río entre sus dedos,
baladas, que susurras secretos al viento,
aquí, en el refugio de tus brazos abiertos,
y siempre, en la promesa de un beso eterno.

Mi amada, en la trama de este universo tejido,
eres la constante, el verso nunca escrito,
el aquí anclado en el alma, el siempre infinito,
la melodía que danza en el compás de lo vivido.

25 febrero 2024

Te vi llegar

Te vi llegar, silueta de sueños,
nos sentamos en el jardín del tiempo,
donde las flores cuentan secretos
y las hojas bailan al viento.

Mis ojos se abrieron, estrellas despiertas,
cuando te vi, luz entre sombras,
lucías diferente, misterio y esencia,
pero sabía que eras tú, alma que asombra.

Tus ojos, faros que guían mi barca,
te delataban, aquellos hermosos,
reflejos de un cielo que en ti se embarca,
y en su brillo, mi corazón encontró reposo.

En el jardín, el tiempo se detuvo,
tú y yo, un reflejo en el estanque sereno,
las palabras sobraban, los gestos bastaban,
en el silencio, nuestras almas se hablaban.

Y así, entre murmullos de hojas y viento,
te reconocí, no solo en el semblante,
sino en el amor que, sin decirlo, siento,
un lazo invisible, eterno, constante.

Te hablé con el alma

Sentados bajo el árbol, te hablé con el alma,
te dije cuánto te amaba, pregunté por esperanza.
Me dijiste que no había, que era el fin del amor,
pero no te creía, algo en mí aún ardía con fervor.

Te miré a los ojos, profundos como el mar,
confesé mi amor, una y otra vez sin dudar.
Pero volviste a decir "no", con firmeza y sin temblar,
y aunque no te creí, mi corazón empezó a dudar.

En la sombra del árbol, el tiempo parecía parar,
mis palabras flotaban en el aire, sin lugar para aterrizar.
Era un sacrificio, el dejar ir lo que no se puede cambiar,
aprender que el amor, a veces, es solo un acto de libertad.

Bajo la sombra de aquel viejo árbol,
donde las promesas caen como hojas al suelo,
acepté que el amor no siempre puede ser eterno,
que a veces el adiós es el acto más noble.

Con cada "no" que decías, una estrella se apagaba,
pero en mi corazón, la esperanza aún brillaba.
Aunque el destino parecía estar ya decidido,
mi alma no se rendía, contra el viento seguía erguido.

El sacrificio verdadero fue entender y aceptar,
que el amor más puro a veces nos tiene que dejar.
Fue aprender a soltar, a no aferrarme al ayer,
a caminar hacia adelante, aunque duela el querer.

Así que aquí me quedo, sentado bajo nuestro árbol,
recordando lo que fue, y lo que ya nunca será.
El amor que ofrecí fue un sacrificio en sí,
una ofrenda a la vida, un regalo para ti.

En el silencio de nuestro adiós

En el silencio de nuestro adiós,
te abracé, sintiendo el final.
Nunca supiste, en aquel instante,
que mi corazón, a ti se ancló.

Mientras te abracé, el mundo se detuvo,
y en un suspiro, mi alma te habló.
Me fui sin mirar atrás, en el camino,
dejando en ti, un recuerdo de dos.

Un pequeño eco de mi amor quedó,
en el abrazo que el tiempo robó.
Anclado al tuyo, mi corazón está,
buscando en las sombras, lo que el amor da.

Y aunque me fui, en ti dejé,
un pedazo de mi ser, que no olvidaré.
Te abracé, despidiéndome de ti,
pero en cada latido, te llevo aquí.

En la distancia, mi pensamiento vuela,
a aquel abrazo, nuestro último lazo.
Te dejé un recuerdo, una chispa en la piel,
un murmullo de amor, que no se va con el viento.

Y aquí me tienes, en la soledad,
preguntándome qué es el amor, en realidad.
Anclado a ti, mi corazón sin querer,
busca en las estrellas, tu luz en mi ser.

Te abracé, con un adiós que no quería,
pero en ese instante, te di mi vida.
Porque mientras te abracé, algo en mí cambió,
y ahora sé, que parte de mi corazón, contigo se quedó.

20 febrero 2024

Un vínculo mágico

En la melodía de una canción olvidada,
se esconde el eco de nuestras risas compartidas,
horas al teléfono, un universo en cada palabra,
chistes tontos, y un cariño que no se olvida.

Una conexión especial, única e irrepetible,
un lazo invisible que el tiempo no puede borrar,
y aunque duele aceptar que no era su anhelar,
guardo el recuerdo de lo que fue amistad.

Así, en cada nota que la brisa traiga a mí,
reviviré el dulce sonido de aquel sentir,
y aunque ahora sigamos rumbos distintos,
aquí siempre habrá un verso para ella, en mi porvenir.

Un vínculo mágico, eterno e inolvidable,
un hilo sutil que ni la eternidad puede deshacer,
y aunque pese reconocer que fue un sueño efímero,
atesoro la memoria de lo que fue y pudo ser.

19 febrero 2024

Palabras demasiado grandes

Le confesé que la amaba con toda mi alma, y ella me pregunto con extrañeza, ¿Por qué me dices esas cosas? Me dijo que eran palabras demasiado grandes.

Ella tenía razón, eran palabras demasiado grandes, pero lo que ella no sabía, es que eran palabras que me brotaron del fondo del corazón, fue un destello en mi espíritu, fue una erupción en mi sangre, y es que la quiero tanto, que puedo decirle todo. No sé cómo hacerle entender lo que ella es para mí, lo que ella provoca en mí. No sé si existen palabras que puedan expresar lo que siento por ella. Solo sé que la amo irremediablemente.

Después de sus palabras, soñé despierto e imaginé lo siguiente:

Le tomé la mano y la llevé a la orilla del río, donde la luna se multiplicaba en el agua. Le dije que quería enseñarle algo, algo que solo nosotros podíamos ver. Le pedí que cerrara los ojos y que sintiera el ritmo del agua corriendo, el viento, los pájaros. Le dije que abriera los ojos y que mirara el cielo, donde las estrellas dibujaban una figura. Le dije que esa figura era el signo de nuestro amor, que nadie más podía verlo, que era nuestro secreto.

Me sonrió y me abrazó, entonces nos besamos, bajo la luz de la luna, bajo el signo de las estrellas, bajo el cómplice del río. Ella empezó a llorar, levanté su rostro y sequé sus lágrimas, solo la miraba en silencio, admirando sus hermosos ojos encantados, la calmaba solo con un gesto, tome su cintura y la acerque a mí, sentí todo su cuerpo vibrar junto al mío y le susurré al oído que la amaba con toda mi alma, y que no había palabras demasiado grandes para decirlo.

09 febrero 2024

Me propongo

Hoy me propongo a quererte más que ayer, y deseo que mañana te ame como nunca, pero no sé si podré seguir el ritmo de este amor que crece y se multiplica, que salta y se desborda, que me llena y me vacía, que me eleva y me derrumba, que me hace feliz y me angustia, que me da todo y me quita todo.

El ruido que golpea

La lluvia cae como una tormenta,
que no puedo escuchar,
solo siento el ruido que golpea mi corazón,
y lo hace latir más fuerte.

Resuena tu nombre en mi cabeza,
como un eco que no se apaga,
y mi alma se estremece de nostalgia,
sin saber si algún día volveré a verte.

Mis ojos te buscan en la oscuridad,
te has ido sin decir adiós,
me empeño a lanzarme al abismo,
como un loco que no tiene miedo.

Tengo la esperanza de encontrarte,
en algún lugar del infinito,
pero el abismo es solo vacío,
y yo sigo cayendo sin parar.

Hola señorita

Hola, señorita de ojos encantados,
hoy la invito a salir a cenar,
a caminar por un sendero de adoquines amarillos,
bajo la noche más hermosa,
que solo tú la puedes opacar.

Date media vuelta y ponte a volar,
adórnate con listones y hazlos bailar,
cierra los ojos y ponte a soñar,
que yo te sigo en tu viaje sideral.

Y si te cansas de volar, te espero en la tierra,
con una mesa llena de sorpresas y una copa de vino,
con una golondrina que te canta una canción de amor,
y miles de mariposas en cada rincón.

Hola, señorita de ojos encantados, te invito a jugar,
a inventar mundos y personajes con nuestra imaginación,
a saltar de un libro a otro con nuestra pasión,
a reír y a llorar con nuestra emoción.

Tornillos

Puedes levantar el teléfono,
soy yo, el hombre que te escribe
con las manos al revés,
el que tiene tornillos en el corazón,
aquel que camina desorientado,
en el salón star hall,
el que mira cuando tú no estás,
el hombre que se encoge de hombros,
cuando miras hacia arriba

Te mandé una carta,
pero no sé si la leerás,
si la abrirás con curiosidad,
o con indiferencia, o con rencor,
si la guardarás en un cajón,
o la romperás en mil pedazos,
si la quemarás en una hoguera,
o la dejarás en el olvido.

En esa carta te confieso,
lo que nunca te dije en persona,
lo que siempre callé por miedo,
lo que solo sé decir con letras,
te confieso que te quiero,
que te sueño, que te extraño,
pero quizás ya sea tarde,
quizás ya no me recuerdes,
quizás ya no me quieras.

Te voy a contar

Te voy a contar,
el sueño que tuve hoy,
había relojes por todos lados,
casitas de papel,
regados en el cielo,
estabas tú,
mirándome en silencio,
con una seriedad,
que me helaba el alma.

Te acercaste a mí,
y me tomaste de la mano,
me llevaste a una de esas casitas,
que parecían de juguete,
y me dijiste al oído,
que era nuestro refugio,
que el tiempo no existía,
que solo éramos nosotros.

Pero yo sentía miedo,
de que todo fuera un sueño,
de que los relojes despertaran,
y nos arrancaran de nuestro mundo,
de que tu mirada se borrara,
y tu voz se perdiera,
en el silencio del cielo,

Entonces te abracé fuerte,
y te besé con pasión,
quería que me sintieras,
que me recordaras,
que me amaras,
como yo te amo a ti.

Y tú me correspondiste,
me sonreíste,
y me dijiste que no me preocupara,
que nada nos separaría,
que nuestro amor era eterno,
como las estrellas.


Y yo te creí,
me dormí en tus brazos,
y soñé que éramos felices,
en nuestra casita de papel,
entre los relojes del cielo.

¿Cuándo volverás?

¿Cuándo volverás?
No sé si te espero o te olvido,
si te busco o te evito.

Bellezas líneas blancas
cuelgan en tu cabello,
como estrellas fugaces,
que se pierden en el cielo.

Me gusta recordar,
el color de tus labios,
ese rojo intenso,
que me quemaba los míos.

Y mantener en mi mente,
cada hermoso lunar,
que adorna tu cuerpo,
como un mapa secreto,
que solo yo puedo leer.

¿Cuándo volverás?
No sé si te espero o te olvido,
si te busco o te evito.

Eres tan hermosa

Salí de un bar, de esos tantos
que se pierden en la ciudad,
hacía frío, y los amigos se fueron,
caminé por la calle Somewhere,
donde el azar me esperaba.

Ahí estaba ella, con sus amigas
bajo la luz de una lámpara,
me acerqué como un desconocido,
a todas saludé, pero a ella la miré,
sin importarme nada y que pudieran decir,
le dije a ella, eres tan hermosa.

08 febrero 2024

Sí, siempre

No me culpes, no te enfades,
sé que me equivoqué,
pero no me niegues
que todo lo que soy,
mi razón de ser,
es solo por ti,
sí, lo es, todo es por ti,
amores de noche,
grillos con violines,
acurrucando los sueños,
esos donde siempre estás tú,
sí, siempre, estás tú.

Y si algún día me olvidas,
si algún día te vas,
no me quites el recuerdo
de todo lo que fuimos,
mi motivo de vivir,
que fue solo por ti,
sí, lo fue, todo fue por ti,
amores de noche,
grillos con violines,
acurrucando los sueños,
esos donde siempre estarás tú,
sí, siempre, estarás tú.

El buzón

Voy al buzón,
para ver si llegó alguna carta tuya,
todavía está vacía,
olvidada y polvorienta,
se quedó esperando tu regreso.

Cuando amanece,
me pongo a mirar,
esas fotografías,
que nunca existieron,
que inventé en mi mente,
para llenar el vacío,
que dejaste en mi vida.

Y por las noches,
apago esas velas con un suspiro,
aquellas velas que nunca nos vieron,
que encendi para iluminar,
nuestro amor imposible,
que se apagó sin aviso.

¿Algún día volverás?
te espero en el mismo lugar,
donde jamás nos besamos,
donde solo te soñé,
ahí mismo te sigo esperando.

Tu seriedad

Seriedad que cautiva,
con tu mirada profunda y sincera.

Seriedad que me sorprende,
con tu risa suave y clara.

Seriedad que me enamora,
con tu voz dulce y serena.

Seriedad que me desafía,
con tu mente y tu razón.

Como un ramo de flores

Hoy te vi y sentí que el mundo se detenía,
como si solo existieras tú,
como un ramo de flores amarillas,
con tu sonrisa que ilumina,
con tu seriedad que cautiva.

¿Por qué eres así,
tan distinta a todas las demás,
tan llena de luz y de misterio,
tan dulce y tan seria al mismo tiempo?

07 febrero 2024

Fuego y hielo

Ella era una dama de fuego, él era un caballero de hielo. Se conocieron en una fiesta de máscaras, donde sus poderes estaban ocultos por la magia. Bailaron toda la noche, sin saber de dónde eran.

Él se enamoró de ella al instante, pero sabía que, si revelaba su identidad, ella lo odiaría. Así que le mintió, diciéndole que era un simple comerciante de una tierra lejana. Ella le creyó, y le dio su número de cristal, una joya mágica que permitía comunicarse a distancia.

Durante semanas, se enviaron mensajes de amor, sin sospechar nada. Él le prometió que pronto la visitaría, y ella le esperaba con ilusión. Pero un día, todo cambió.

La guerra estalló entre los reinos de fuego y hielo, y él tuvo que marcharse a luchar. Antes de irse, le envió un último mensaje, confesándole la verdad. Le dijo que la amaba, pero que tenía que defender a su pueblo. Le pidió que lo perdonara, y que lo esperara.

Ella leyó el mensaje con horror. Se sintió traicionada, engañada, herida. No podía creer que el hombre que amaba fuera del reino de hielo. Pensó que todo había sido una farsa, un juego cruel. Le respondió con furia, diciéndole que lo odiaba, que nunca lo perdonaría, que lo olvidara.

Él recibió el mensaje con dolor. Sabía que la había perdido, que había cometido un grave error. Pero no podía arrepentirse de haberla conocido, de haberla amado. Se resignó a su destino, y se preparó para la batalla.

Ninguno de los dos volvió a saber del otro. La guerra duró años, y ambos sufrieron muchas pérdidas. Pero nunca se olvidaron, y en lo más profundo de sus corazones, guardaron un recuerdo de aquella noche de máscaras, donde bailaron al ritmo de sus latidos.

No hay olvido

No hay olvido que pueda con tu nombre,
ni distancia que borre tu presencia,
en mi pecho late tu recuerdo.

Por las noches te veo en mis sueños,
y en el día te siento en el viento.

No sé cómo decirte lo que siento,
ni cómo expresar lo que me duele,
aquí en mi alma donde arde tu ausencia.

En las mañanas te busco en mis pensamientos,
y en la tarde escucho tu silencio.

El silencio

Yo tenía un amor bonito,
pero por olvidarla la lastimé,
el silencio me empujó,
a cerrar los ojos,
y mentirle para que se alejara.

El silencio fue mi cómplice
para ocultarte la verdad,
para alejarte de mi lado,
y para hacerte llorar.

Te fuiste sin mirar atrás,
se ha llevado mi corazón,
y no me lo devolverá,
he roto su confianza,
y no me perdonará.

Así que solo me queda
recordarla con dolor,
escribirle estos versos
que nunca leerá,
y esperar que algún día
me pueda olvidar.

06 febrero 2024

No te rindas

No te rindas,
aunque las piedras te lastimen los pies,
y el camino se haga duro y largo.

Levántate, mira hacia arriba,
allí donde están las estrellas,
donde está el sol,
donde brilla tu destino.

Orgullécete de ser guerrero,
de luchar por lo que amas,
de no rendirte nunca.

Las batallas no siempre se ganan,
pero un hombre valiente jamás se rinde,
nunca sucumbe ante la adversidad.

No te rindas,
abraza la vida con pasión,
con esperanza, con amor.

No te rindas,
porque tú eres el dueño de tu sueño.

Abre la puerta

Toma la espada que hay a tu lado,
y corta las cadenas que te atan al pasado.

Báñate de los rayos del sol que entran por la rendija,
y siente el calor que te llena de vida.

Abre la puerta de la prisión,
y deja atrás el miedo y la opresión.

Sal a enfrentarte al viejo mundo,
y descubre sus secretos y sus asombros.

No temas por lo que hay detrás de la puerta,
ni por lo que dirán los que te esperan.

Es mejor salir y buscar la libertad,
que estar atrapado en la oscuridad.

Recuerda

A veces, nos encontramos con obstáculos que parecen insuperables, como una enfermedad, una pérdida, un conflicto o una crisis. Pero no debemos perder la esperanza ni la fe, pues son el motor que nos impulsa a seguir adelante.

Cada dificultad es una lección que nos ayuda a crecer y a conocer mejor quiénes somos y qué queremos. Cada paso que damos es una victoria que nos acerca a nuestro destino.

No estamos solos en este camino. Hay una fuerza superior que nos guía y nos protege, que nos ama y nos acepta tal como somos. Hay una luz que brilla en nuestro interior, que nos da fuerza y coraje, que nos llena de paz y alegría.

No importa cuán duro sea el camino, ni cuán oscuro sea el horizonte. Siempre habrá una salida, una esperanza, una oportunidad. Solo tenemos que creer en nosotros mismos y en el plan divino. Solo tenemos que seguir nuestro corazón, nuestra intuición y nuestra pasión.

Somos seres únicos y especiales, con un propósito y una misión en este mundo. Somos capaces de hacer grandes cosas, de superar cualquier adversidad, de alcanzar cualquier sueño. Somos hijos de Dios, y Él nos ha dado todo lo que necesitamos para ser felices.

Así que no te rindas, no te desanimes, no te dejes vencer. Eres un guerrero, un héroe, un rey. Tienes el poder de transformar tu vida y la de los demás. Tienes el don de la sabiduría, la bondad y la compasión. Tienes el derecho de ser libre, de ser amado y de ser feliz.

Recuerda siempre estas palabras, y repítelas cada día como una oración. Son el secreto de una vida plena.

Solo hay principio

Sé que la vida es un camino lleno de altibajos, pero también sé que tú eres capaz de superarlos. No te dejes arrastrar por la corriente, ni te conformes con lo que te toca. A veces sentimos que todo está en contra nuestra, que el mundo es un lugar sin salida, que el tiempo es una trampa. Pero no te desesperes, ni te resignes, ni te acomodes.

Recuerda que cada fracaso es una oportunidad para aprender y crecer. No tengas miedo de arriesgarte, de equivocarte, de cambiar. Porque solo así podrás ganarlo todo, o perderlo todo, pero siempre sabiendo que lo has intentado. Y si alguna vez te sientes perdido, mira hacia atrás, no para arrepentirte, sino para aprender y mejorar. Porque el pasado no es un lastre, sino un tesoro, una fuente de inspiración, una lección de vida.

Puedes ver el lodo debajo de ti, pero levantando la mirada también puedes ver las estrellas que te guían. Levántate y anda, que la vida aún te espera, con sus sorpresas y sus regalos. Aún hay cosas por las que pelear, sueños por los que luchar. Batallas que no paran, pero que valen la pena, porque te hacen más fuerte y más sabio.

El final llegará cuando dejemos de vivir, de sentir, de soñar. Pero mientras tanto, no hay final, solo hay principio.

05 febrero 2024

Siempre fue ella

Ella era la que yo soñaba con un vestido de flores,
la que visitaba en mi mente los sábados,
ella era mi sirena hermosa,
la que me dejó un mensaje en una servilleta,
ella era con la que quería rezar,
darle gracias a Dios por conocerla,
pero también rogarle que me hiciera olvidarla,
ella era a la que le mandaba cartas y se alegraba,
¿me comprendes? era la chica cuya belleza me deslumbraba,
y por más que intentaba olvidarla,
no dejaba de escribirle poemas,
no dejaba de tener ideas con ella,
me imaginaba tomando un café, leyendo el periódico,
mientras ella era la que me acompañaba,
buscando su mirada y una sonrisa cómplice,
ella era a la que saludaba desde lejos,
era mi rosa y era el eco, mi sueño bohemio no.1,
mi compañera en un viaje a la luna,
ella fue siempre la que una vez le escribí:
te quiero mucho.

04 febrero 2024

Ser suyo y ella mía

Como puedo pedir ayuda al amor,
si ella me ha puesto en esta situación,
si ella me ha hecho sentir esta emoción,
que me quema por dentro con su fuego y su ardor.

Como suplicarle que deje en paz mi corazón,
si ella me hace latir con fuerza y vigor,
si ella lo llena de ilusión y color,
que me hace soñar con su presencia y su olor.

Cuando ella es una tormenta,
que arrasa con todo a su paso,
que me lleva al cielo y al infierno con un abrazo,
que me hace perder la razón.

Que desata en mí toda pasión incontrolada,
que me hace vibrar y temblar con cada mirada,
que me hace desear y anhelar con cada palabra.

Pedir al tiempo que se detenga,
es como pedir al sol que no alumbre,
es como pedir al mar que no se mueva,
es como pedir al viento que no sople.

Para calmar los latidos del alma,
para controlar mis deseos de besarla,
no puedo pedir ayuda al amor,
no puedo suplicarle que deje en paz mi corazón.

Solo puedo pedirle al amor,
que me deje amarla,
que me deje besarla,
que me deje ser suyo y ella mía.

Mas ideas al azar

Juegos juguetones que desafían la razón,
manos inquietas que exploran la emoción.

Miradas traviesas que encienden la tentación,
suspiros a montones que expresan la devoción.

Aires de amor que llenan el corazón,
brillos de pasión que iluminan nuestra admiración.

Latidos con valor que enfrentan la adversidad,
lluvias de ilusión que riegan la felicidad.

Una carta

La muchacha se sorprendió porque le regalé una carta, ella no sabía que era eso, además nunca le habían entregado una carta, estaba emocionada por saber de estos detalles lindos. La tomó con delicadeza, como si fuera una flor frágil, y la acercó a su nariz, buscando algún aroma. No había ninguno, solo el olor del papel y la tinta. La miró con curiosidad, tratando de descifrar los signos que había escrito con mi pluma.

La guardó en su bolsillo, como un tesoro, y me sonrió con una luz en los ojos. Yo le devolví la sonrisa, y le tomé la mano. La llevé a un parque cercano, donde había un banco bajo un árbol. Nos sentamos, y le expliqué lo que decía la carta. Le dije que la quería, que era una mujer muy hermosa, que me hacía feliz.

Ella me escuchó con atención, sin soltar mi mano. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Nos abrazamos bajo el árbol. Ella guardó la carta como un símbolo, como un recuerdo, como un sueño.

Consejos

No tengamos miedo de orar,
pero tampoco dejemos que la oración nos pueda aislar,
hablemos con Dios,
con el universo,
con el ser superior,
pero no oremos para pedir,
para quejarnos, para juzgar,
hay que hacerlo para agradecer,
para alabar, para bendecir,
vivamos nuestra fe,
nuestra esperanza,
nuestro amor en cada momento,
en cada gesto,
en cada ser.

No tengamos miedo de amar,
pero tampoco dejemos que el amor nos pueda cegar,
hablemos con el alma,
con el corazón,
con el ser amado,
pero no amemos para poseer,
para controlar,
para manipular,
hay que hacerlo para compartir,
para respetar,
para liberar,
vivamos nuestro sueño,
nuestra pasión,
nuestro deseo en cada instante,
en cada mirada,
en cada beso.

03 febrero 2024

¿Me entiendes?

No sé cómo decirte
lo que siento por ti,
lo que pienso de ti
y lo que quiero para ti.

Quizás debería escribirte una carta,
tal vez debería llamarte por teléfono,
podria ir a visitarte en persona,
a lo mejor debería inventar un nuevo lenguaje.

Solo quiero decirte que eres una mujer maravillosa,
que tienes una personalidad fascinante,
una ternura infinita,
y una belleza que me deslumbra.

Me gusta hacerte reír,
porque tu risa es el mejor sonido del mundo.

Me agrada decirte lo especial que eres,
porque es la verdad.

Y que te quiero,
te quiero mucho,
te quiero más que a nada.

¿Me entiendes?
¿Me crees?
¿Me quieres?

Buscando tu mirada

Estaba algo temeroso,
pero llegaste puntual,
y mis ojos se llenaron de luz,
al verte cruzar el umbral.

No sé si fue un sueño,
o una realidad fugaz,
pero sentí que el tiempo se detuvo,
y que nada más importaba.

Me acerqué a ti con timidez,
buscando tu mirada,
y encontré en tus labios una sonrisa
que me invitaba a besarte.

Y así lo hice, sin pensarlo,
sin medir las consecuencias,
y me envolvió una sensación de paz,
que nunca había experimentado.

Fue un instante mágico,
un regalo del destino,
un momento de amor puro,
que guardo en mi corazón.

Y ahora, cuando te recuerdo,
siento que aún estás conmigo,
y que ese beso fue el inicio
de una historia sin final.

El sol del sábado

Me gusta tomar el sol del sábado,
pero más me gusta estar a tu lado,
sentir tu piel, tu aliento, tu mirada,
y perderme en el laberinto de tu abrazo.

Me gusta este poema que te escribo,
pero más me gustas tú,
porque eres la razón de estas letras,
y el motivo de mis sentimientos.

Quizás no haya respuestas para el amor,
solo preguntas que se hacen en silencio.

No quiero saberlo todo,
ni entenderlo, ni explicarlo,
solo quiero sentirlo, vivirlo,
y sobre todo, amarte sin descanso.

Una gran historia

Hay una gran historia que te quiero contar,
pero la noche es muy corta y debes descansar,
así que esta historia deberá esperar,
hasta que el sol vuelva a brillar.

Una carta personal

Quiero compartir conmigo mismo algunas de las conclusiones a las que he llegado sobre el amor y la vida, dos temas que me han apasionado y preocupado desde siempre.

El amor es, ante todo, un acto de libertad. Es la capacidad de elegir a una mujer como compañera de camino, sin coacciones ni imposiciones. Es la voluntad de compartir con ella nuestros sueños, nuestros proyectos, nuestros placeres y nuestros dolores. Es la disposición a respetar su individualidad, su autonomía, su creatividad y su diferencia. Es la generosidad de ofrecerle lo mejor de uno mismo, sin esperar nada a cambio. Es la valentía de asumir el riesgo de perderla, sin dejar de amarla.

La vida es, por su parte, un desafío constante. Es la aventura de explorar el mundo, de conocerse a uno mismo, de aprender y de crecer. Es la oportunidad de disfrutar de las cosas buenas que nos ofrece, de las bellezas de la naturaleza, de las obras del arte, de las manifestaciones de la cultura. Es la responsabilidad de afrontar las dificultades, los problemas, los conflictos y las crisis. Es la obligación de contribuir al bien común, de defender la justicia, de promover la paz y de respetar.

El amor y la vida son, en definitiva, dos caras de la misma moneda. No se puede amar sin vivir, ni vivir sin amar. Ambos requieren de una actitud abierta, curiosa, crítica y creativa. Ambos exigen de una ética basada en el respeto, la honestidad, la tolerancia y la ayuda mutua. Ambos implican un código o reglas basadas en la belleza, la armonía, la originalidad y la expresión.

He amado con intensidad, con pasión, con alegría y con sentido. No dejo que el miedo, la ignorancia y el conformismo me impidan ser feliz. Trato de ser yo mismo, libre y auténtico.

No te quiero por lo que eres,
sino por lo que podemos ser,
cuando nos unimos en el amor.

No te pido que me pertenezcas,
sino que me acompañes,
en este viaje de libertad y exploración.

No te ofrezco una jaula de oro,
sino un cielo de estrellas,
donde brillemos con nuestra propia luz.

No te prometo una felicidad eterna,
sino una alegría compartida,
que se renueva cada día.

No te amo por necesidad,
sino por elección,
y por pasión.

02 febrero 2024

Sonrisa cómplice

No me atreví a buscarte en la mirada,
y te dije con timidez si estabas bien,
me contestaste con un murmullo: todo está bien,
alcé los ojos, y nos fundimos en una sonrisa cómplice.

Besar una rosa

Besar una rosa,
pasar mis labios a tu piel,
sentir el aroma de tu pelo,
y el sabor de tu miel.

¿Qué extraño sueño es este,
que me hace ver lo que no es?
¿Qué locura me posee,
que me hace querer lo que no ves?

Quizás sea el amor,
que me hace alucinar,
o quizás sea el dolor,
que me hace delirar.

Pero no importa la razón,
ni la realidad,
solo sé que te quiero,
y te quiero besar.

El astronauta y la sirena

Él era un astronauta que había viajado por el espacio en busca de vida extraterrestre. Ella era una sirena que habitaba en las profundidades del océano, donde nadie la había visto jamás. Un día, él aterrizó en un planeta acuático, y ella sintió curiosidad por el extraño visitante. Se acercó a su nave y lo vio a través de la ventana. Él también la vio y quedó fascinado por su belleza. Se comunicaron por señas y gestos, y pronto se hicieron amigos. Él le enseñó las estrellas y los planetas, y ella le mostró los corales y los peces. Se contaron sus historias y sus sueños, y se rieron y se divirtieron. Se enamoraron.

Pero sabían que su amor era imposible. Él tenía que volver a su mundo, y ella no podía salir del suyo. Se despidieron con un beso y una lágrima, y se prometieron que nunca se olvidarían. Él despegó y ella se sumergió. Se perdieron de vista, pero se quedaron en el corazón.

Tu voz es el eco

Bailamos sin parar,
al ritmo del bolero,
que nos envuelve en su hechizo,
y nos lleva al más allá.

Mi amor, siento el fuego,
que arde en mi interior,
y me llena de misterio,
y de pasión.

Te quiero tanto, tanto,
que no puedo expresar,
lo que veo en el cielo y el mar,
cuando estoy a tu lado.

Tu voz es el eco,
que resuena en mi silencio,
y me cuenta los secretos,
de nuestro amor.

Somos uno y nada más,
en este mundo eterno,
que nos hace vibrar,
y nos hace soñar.

Bailamos en el vacío,
de un salón sin paredes,
al ritmo de una orquesta,
que no existe más que en nuestros sueños.

Tus ojos son dos lunas,
que iluminan mi camino,
y tus labios son dos rosas,
que me invitan al pecado.

Giramos sin cesar,
entre las sombras y las luces,
sin saber dónde empezamos,
ni dónde terminaremos.

Somos dos fantasmas,
que se aferran a la vida,
en un vals que no se acaba,
que no se acaba nunca.

Te veo brillar

Te escribo desde el fondo de mi sueño,
donde te veo brillar como una estrella entre las nubes,
eres una estrella fugaz que atraviesa el cielo,
y deja una estela de colores y deseos.

Te quiero con una pasión que desafía toda lógica,
toda razón, toda realidad,
eres una pasión que se rebela contra las normas,
y crea una utopía de amor y libertad.

El jardín de los espejos

En el jardín de los espejos,
se reflejan las sombras de los sueños,
y las flores de cristal,
que cantan con voces de agua.

Bajo la luna de plata,
bailan los pájaros de fuego,
y las estrellas de papel,
que se deshacen con el viento.

Entre las nubes de algodón,
se esconden los secretos del silencio,
y los colores del ayer,
que se mezclan con el tiempo.

01 febrero 2024

El viaje a la luna

Érase una vez, un joven que amaba a una chica con todo su corazón. Él quería demostrarle su amor de una manera especial, así que se le ocurrió una idea.

Un día, la invitó a dar un paseo por el campo, donde le regaló una flor que había cultivado con mucho cuidado. Era una flor única, que cambiaba de color según el estado de ánimo de quien la llevaba. Le dijo que era todo lo que necesitaba para llenar su vida de color, y que era una marcha de alegría que le haría sentir el amor.

Ella se puso la flor en el pelo y sonrió, agradecida por el detalle. Él la tomó de la mano y la llevó a un lugar secreto, donde había preparado una sorpresa. Era una nave espacial, que había construido con sus propias manos, usando piezas recicladas y mucha imaginación. Le dijo que la escoltaría de aquí a la luna, con su suspiro y su alma, y que le tocaría una sonata, que le llegaría al corazón.

Ella se quedó asombrada y emocionada, y aceptó la invitación. Se subieron a la nave y despegaron, dejando atrás el planeta azul. Ella se acurrucó en su pecho y le dijo que lo amaba, y que era el mejor regalo que le habían hecho. Él la besó con ternura y le dijo que ella era todo lo que le ofrezco, para adornar su pelo y su sonrisa, y que la acompañaría de aquí al infinito, con su abrazo y su mirada.

Llegaron a la luna, donde bajaron de la nave y caminaron por el suelo polvoriento. Él le mostró las estrellas, los planetas y las galaxias, y le contó historias sobre el universo. Ella se maravilló con la belleza y la magia de la creación, y se sintió afortunada de compartir ese momento con él.

Y al final del viaje, él la llevó de nuevo a la nave, donde le preparó una cena romántica, con velas y flores. Le dijo que la besaría con toda su ternura, y que le confesaría lo que sentía por ella, y lo que era para él. Ella le dijo que no hacía falta, que ya lo sabía, y que sentía lo mismo. Se miraron a los ojos, y se fundieron en un beso, que selló su amor para siempre.

Sueño Bohémico No. 1

Como una canción que se renueva,
sin perder su armonía,
así te llevo en mi memoria,
alma de cada día.

Con ternura y con alegría,
te siento en mi espíritu,
que te manda su sangre viva,
latido de energía.

Te adoro en mi existencia,
sueño que te cobija,
al ritmo de un compás suave,
que mece nuestra vida.

Te observo en el silencio,
y algo en mi pecho vibra,
se acelera mi pulso,
y mi voz se agiganta.

Te expreso mi deseo,
y el eco me replica,
se profundiza el beso,
y el fuego nos abrasa.

Te acaricio con pasión,
y tu piel se eriza,
se desata el clímax,
y el asombro nos embarga.

Con una melodía sublime,
te escucho en mi oído,
repitiendo mi nombre,
con un suspiro.

Con una pareja ideal,
te abrazo en mi pecho,
sintiendo tu calor,
y tu aliento.

Con una voz que conmueve,
te digo en mi boca,
te quiero, te quiero,
y el verso se desboca.

Con una entrega total,
te quiero en mi todo,
y el sueño se hace realidad,
en este instante loco.

La chica del café

Ella lo veía todos los días, sentado en la misma mesa, leyendo el periódico con atención. Le gustaba su forma de vestir, elegante pero informal, su cabello negro y sus ojos. Le gustaba su voz cuando le pedía un café con leche y un pedazo de pastel de moka. Le gustaba su sonrisa, discreta, amable y cuando le agradecía cuando le servían el café. Le gustaba imaginar su vida, sus sueños, sus secretos.

Ella no se atrevía a hablarle más de lo necesario, temiendo romper el encanto. Se conformaba con observarlo desde la barra, mientras atendía a otros clientes, mientras limpiaba las tazas, mientras fingía estar ocupada. Se preguntaba si él la notaría, si le parecería bonita, si le diría algo más que un buenos días.

Un día, él no vino. Ella se sintió extraña, vacía, decepcionada. Pensó que quizás estaría enfermo, o de viaje, o simplemente ocupado. Esperó que al día siguiente regresara, con su periódico, su café, su sonrisa. Pero no regresó. Ni al otro día, ni al otro, ni al otro.

Ella empezó a sentirse triste, angustiada, desesperada. Pensó que quizás se había mudado, o se había muerto. Buscó su nombre en el periódico, en las páginas amarillas, entre los conocidos que concurrían el lugar. No encontró nada. Se preguntó si él existiría, si no sería una ilusión, un sueño.

Un día, ella decidió ir a buscarlo. Salió de la cafetería, con su delantal, su gorra, su bolso. Caminó por las calles, sin rumbo, sin prisa, sin miedo. Miró a las caras, a los ojos, a las bocas. No lo vio. Entró en las tiendas, en los bares, en los cines. No lo vio. Subió al metro, al autobús, al tren. No lo vio.

Ella se sintió cansada, perdida, sola. Pensó que quizás él no la querría, que no la recordaría, que no la buscaría. Se sentó en un banco, en un parque, en una tarde. Lloró.

Entonces, él apareció. La vio, la reconoció, la llamó. Le dijo que la había extrañado. Ella no lo entendió, no lo creyó, no lo aceptó. Le preguntó quién era, qué quería, qué hacía. Le preguntó por qué se había ido, por qué había vuelto.

Él le dijo que era un escritor, que estaba escribiendo una novela, que ella era su personaje. Le dijo que se había ido para terminar el libro, que había vuelto para publicarlo, que la había elegido para vivirlo.

Ella se quedó muda, quieta, helada. No supo qué decir, qué hacer, qué sentir. Lo miró, lo tocó, lo olió. Era real, era él, era suyo.

Él le sonrió, le tomó la mano, le mostró el libro. Era su historia, era su cuento, era su amor.

Los sábados

Los sábados son para ti,
día libre para ir a verte,
saludarte y caminar,
vientos de febrero,
perfumes entre invierno y primavera.

Los sábados son para mí,
día libre para soñarte,
besarte y abrazar,
aires de nostalgia,
aromas de recuerdo y esperanza.

Los sábados son para nosotros,
día libre para compartir,
mirarnos y hablar,
brisas de cariño,
fragancias de amor y poesía.

La servilleta

Muchacha, tienes un aroma de perfume frances,
y yo soy un adicto a tu piel,
chica hermosa, de ojos grandes y melancólicos,
de mirada profunda y nostálgica,
me conmovió el te quiero,
en la servilleta de papel con sabor a café,
y el beso que me diste después.

Ideas y solo eso

Con tus ojos grandes y tristes me miras desde el otro lado del mundo.

Un pájaro canta en la lluvia y yo quisiera ser ese pájaro,
para volar hasta tu ventana.

La flor que se abre al sol es como tu sonrisa que ilumina el día.

Hay una estrella que brilla en el cielo y yo quisiera ser esa estrella,
para guiarte en la noche oscura.

Siento una brisa que acaricia el rostro y pienso que es tu aliento que me besa.

Por encima de nosotros hay una nube que viaja sin rumbo y yo quisiera ser esa nube,
para llevarte conmigo a donde quieras.

Eres un sueño que se hace realidad y yo soy un soñador que te espera.