04 febrero 2024

Una carta

La muchacha se sorprendió porque le regalé una carta, ella no sabía que era eso, además nunca le habían entregado una carta, estaba emocionada por saber de estos detalles lindos. La tomó con delicadeza, como si fuera una flor frágil, y la acercó a su nariz, buscando algún aroma. No había ninguno, solo el olor del papel y la tinta. La miró con curiosidad, tratando de descifrar los signos que había escrito con mi pluma.

La guardó en su bolsillo, como un tesoro, y me sonrió con una luz en los ojos. Yo le devolví la sonrisa, y le tomé la mano. La llevé a un parque cercano, donde había un banco bajo un árbol. Nos sentamos, y le expliqué lo que decía la carta. Le dije que la quería, que era una mujer muy hermosa, que me hacía feliz.

Ella me escuchó con atención, sin soltar mi mano. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Nos abrazamos bajo el árbol. Ella guardó la carta como un símbolo, como un recuerdo, como un sueño.

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