23 febrero 2012

Al marcharme

Al partir, cuando mi ser se evapore,
ya no podré en este viaje mirarte.
Deseo ser el primero en la cumbre,
para las lágrimas de la vida esquivar.

Ante el adiós,
mi egoísmo no puedo ocultar, mas,
¿qué senda seguir cuando el alma titubea?

Pensando en ti, ¿qué será cuando me vaya?
No quiero dejarte en pena y soledad.
Aquí mi promesa, te escribiré en secreto,
misivas serán, herencia de mi sinceridad.

Cartas sin fin, mi cariño inmortalizado,
serán tu alivio cuando me haya alejado.
Con fechas señaladas para su lectura,
en tus días, mi esencia perdurará.

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