Afortunada muchacha,
Quien fuera tú,
Que sin mayor esfuerzo,
Más que tu existencia misma,
Me tienes embaucado en profunda pasión,
Dichosa tú, por enseñarme,
Que existen formas extrañas de amar,
Y si bien, yo solo conocía uno o dos,
Pero contigo hay un número infinito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario