07 enero 2015

Paredes

Caminábamos desde hacía un tiempo indefinido cuando nos encontramos frente a un edificio cuyas paredes, hechas de cristales oscuros, nos devolvían nuestra imagen como espejos enigmáticos. Nos aproximamos, cautivados por el reflejo que parecía contener otros mundos.

Permanecimos allí, inmóviles, mientras yo acariciaba la fría superficie y confesaba: “Es extraño, recuerdo haber pasado por aquí hace años y haber hecho lo mismo, mirarme en estos cristales oscuros. Me sentía tan solo en mi reflejo, que, incluso ahora, después de tanto tiempo, esa sensación persiste.”

Ella giró su rostro hacia mí, una sombra de tristeza cruzó su mirada antes de bajarla. Luego, buscó mi mano y, sin mediar palabra, nos alejamos de aquel lugar que parecía atrapar almas en su reflejo.

No hay comentarios: