Soñé que a tu lado estaba,
imaginé que no era un sueño,
recé para no despertar,
y poder seguir a tu lado, soñando.
Desperté entre lágrimas derramadas,
intenté encontrarte en sueños, en vano,
más nunca apareciste, en la nada,
y aún así, no dejé de intentarlo.
Alguien mi brazo sujetó,
un ángel que a mi lado se posó,
me envolvió en un abrazo,
y mi serenidad retornó.
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