06 diciembre 2009

El amor es destino

Allí estabas tú, con tu mirada singular,
como nunca antes otra me pudo observar.
Esperabas un gesto, una señal de mi parte,
pero el temor me ataba, no podía enfrentarte.

Dejé que el tiempo fluyera, sin pausa ni final,
esperando que te acercaras, que me dieras señal,
para expresarte, al fin, lo que por ti puedo sentir,
ahora que lo sé, ahora que me lo has hecho saber,
la herida de mi alma, que creía poder esconder,
se ha abierto de nuevo, no la puedo contener.

¿Cómo fue posible, cómo pudo suceder?
Robarte un beso, en un instante ceder,
pero te amo tanto, con un amor tan fiel,
que, como caballero, no me atreví a querer
tomar de tus labios, ese gesto tan gentil,
prefiero que me lo ofrezcas, en un acto sutil,
con los ojos cerrados, signo de amor divino,
dicen que, en ese momento, el amor es destino.

Pero sé que el tiempo todo lo puede curar,
y caminaré con él, a través del invierno y su pesar,
sin saber de ti, en la distancia me perderé,
porque me enamoré de un sueño, de un deseo que crecí,
no intentes arrebatármelo, pues es parte de mí,
y si tengo el poder de cambiar el mundo, así será,
para mi bienestar, para mi realidad.
Dios dirá si nuestros caminos se han de cruzar.

No hay comentarios: