19 enero 2024

En la plaza y frente al templo

Sentados en la plaza, frente al templo,
que alzaba su campanario al cielo,
como un dedo que señalaba un sueño,
te pregunté si guardaba algún secreto.

Me dijiste que no, que era solo piedra,
sin historia, sin misterio,
pero yo sentí que algo se escondía,
en la sombra de su silencio.

Y tú, y yo, y el lugar,
éramos parte de una historia,
que se iba escribiendo,
con cada palabra, con cada mirada.

Bajé la vista y admiré tus zapatillas,
que brillaban con el sol de junio,
te sonrojaste y me confesaste,
que los reservabas para lo bello.

Y yo te dije que eras lo más bello,
que había visto en mi vida,
y que tus zapatillas eran solo un detalle,
que realzaba tu sonrisa.

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