Eres mi café por las mañanas,
mi hierba buena que me alivia el alma,
el deseo más bonito,
la que más quiero en mi camino.
Las campanadas de la iglesia,
me avisan que estás por llegar,
tomo el ramo de flores,
que te quiero entregar,
claveles, rosas y margaritas.
Con el cielo despejado,
debajo del árbol de capomo,
estoy de ti enamorado,
y te espero con mi asomo.
Las orquídeas las traigo otro día,
pues son delicadas y hermosas,
y quiero dartelas con alegría,
cuando te diga que eres mia.
Esta noche, si me llevas contigo,
te voy a regalar las camelias,
las pondré en el regazo de tu cabello,
la noche a tu lado es realmente lo más bello.
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