18 octubre 2015

Serenata

En el velo de la noche estrellada,
tu silueta se dibuja iluminada,
reposa, dulce ave, en el silencio,
mientras la luna danza al compás del viento.

Las luciérnagas al cielo se liberan,
en esta noche que nuestras almas esperan,
no hay lugar para miedos ni dolores,
solo para que florezcan nuevos amores.

Esta serenata que la oscuridad decora,
no es para que el corazón se evapore,
es para que en sus notas encuentres,
el amor que, por ti, eternamente te enamore.

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