07 abril 2015

Eligió su propia estrella

En un reino de ensueño y de magia sin fin,
vivía una princesa, en el jardín.
Con ojos de cielo y cabellos de sol,
su risa era música, su andar, un farol.

En torres altas, bajo la luna llena,
contemplaba las estrellas, pura y serena.
Soñaba con aventuras más allá del mar,
con valientes caballeros y un amor singular.

La princesa valiente, de espíritu libre,
no quería coronas, ni el oro que vibre.
Anhelaba el viento, los bosques, el cantar,
de las aves al alba, el mundo explorar.

Un día decidió que su destino era suyo,
tomó su capa, su coraje, y al mundo construyó.
No como realeza, sino como exploradora,
descubriendo la vida, siendo autora.

Y así la princesa, con su corazón ardiente,
se convirtió en leyenda, eternamente presente.
En cada rincón del mundo dejó su huella,
como la princesa que eligió su propia estrella.

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