17 marzo 2024

El glitch del universo

En un rincón de la ciudad, donde los edificios parecen tocar el cielo y las calles se entrelazan como circuitos de una placa base, vivía una chica con una peculiaridad que la hacía única. Ella estudiaba programación, una carrera que le apasionaba, lo hacía con la convicción de que era su boleto para luchar en el mundo y enfrentar sus miedos.

La muchacha pasaba las noches en vela, codificando y decodificando el lenguaje de las máquinas, buscando en los algoritmos una respuesta a su inquietud. Una noche, mientras el café ya no surtía efecto y sus ojos luchaban por mantenerse abiertos, descubrió algo extraordinario. Una falla en la realidad misma, un glitch en el tejido del universo que se manifestaba a través de su pantalla.

Con manos temblorosas, exploró esta anomalía, esta puerta a lo desconocido que le prometía el poder de reescribir no solo su historia, sino la de cualquier otro. Las posibilidades eran infinitas, y su corazón latía al ritmo de las líneas de código que fluían de sus dedos.

Pero entonces, una sensación de advertencia la envolvió. Una señal divina, una mano invisible, le susurraba al oído que detuviera su empeño. "No lo hagas", le decía una voz que no necesitaba palabras para comunicar su urgencia. La chica confundida y asustada, dejó caer sus lágrimas sobre el teclado, formando pequeños ríos entre las teclas.

No entendía por qué, no comprendía las razones que la voz le ocultaba, pero algo en su interior le decía que había verdades que no estaba lista para enfrentar. La voz, con dulzura y paciencia, no le revelaba los misterios del cosmos, pero su presencia era un consuelo que poco a poco calmaba su espíritu.

Con el amanecer, la muchacha tomó una decisión. Guardaría el secreto de la falla en la realidad, continuaría su vida con la certeza de que algunas cosas están destinadas a permanecer ocultas. Y aunque la curiosidad siempre sería una llama viva en su interior, eligió vivir con la belleza de lo desconocido, aprendiendo a apreciar cada momento de su existencia, cada línea de código, como un pequeño milagro en el vasto universo de posibilidades.

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