17 agosto 2023

La búsqueda

Soy el hombre que con locura y pasión le escribí cuentos y poemas de amor, pero desde que ella se fue, perdí ese don de plasmar sueños y anhelos. Ahora estoy aquí solo, debajo de un pozo, rodeado de piedras y símbolos extraños, escuchando el sonido de un silencio abrumador, mirando apenas los rayos de sol que alcanzan a entrar por los pequeños orificios de aquel lugar perdido.

Hay una mujer con un manto azul que le cubre todo el rostro, y con sus pálidas manos me pide que me acerque a ella. Me dejo caer a su lado y me abraza, mi cuerpo se siente pesado, pero ella me dice que todo estará bien, cada lágrima que sale de mí cae en sus hombros y le confieso lo siguiente:

Le escribí cartas de amor, llenas de versos y sentimientos, deseando que florecieran, para que ella pudiera ver el amor que le tenía, el cariño con el que le escribía cada letra, esperando que acariciaran su corazón como una suave brisa.

Pero pienso que nunca fue suficiente, nunca supe si en verdad me quería, tal vez solo estaba siendo amable conmigo, yo soy el raro y ella es una belleza.

La quería amar con todo mi corazón, le quería dar todo mi ser, quería que ella fuera mi sueño hecho realidad, pero quizás ella tenía otro camino. ¿Acaso no fue suficiente lo mucho que la abracé? No sé qué decir, no sé qué hacer, solo sé que la extraño, solo sé que la necesito.

Después de confesar lo que sentía, la mujer se desvaneció como polvo en el viento, me levanté, miré al fondo del pozo y continué con mi búsqueda, ahí abajo estaba una puerta gigante y antigua, donde me llevaría a otro lugar, por momentos seguía viendo arriba, pero no debía tener miedo, mi búsqueda era mi gran tesoro para seguir adelante.

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