12 septiembre 2011

Agotado estoy de intentar

Agotado estoy de intentar,
de buscar cómo acercarme sin errar,
anhelaba soltar un simple saludo,
un "hola, ¿qué tal?" desde mi refugio.

Te observé en la distancia,
invisible fui en tu existencia,
sin el valor para aproximarme,
y ofrecerte un "hola" al cruzarme.

¿Por qué ha de ser tan arduo?
Si solo te acercaras un paso,
la vida sería menos complicada,
y mi voz, menos ahogada.

Si tus ojos se encontraran con los míos,
te regalaría un gesto, un suspiro,
para que vieras en mi mirada,
que no soy el enigma que imaginabas.

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