13 febrero 2018

Solo para mi

Ecos del ayer, ecos del ayer,
resuenan en el silencio de mi ser,
tu esencia aún palpita en mi piel,
ahora, ahora,
la soledad es mi fiel compañera.

Fue un sueño, fue un sueño,
bajo el manto rosado del crepúsculo,
tus palabras aún danzan en mi oído,
el camino de regreso se ha perdido,
anhelo el dulce timbre de tu voz.

Sombras, sombras,
se desvanecen con el tiempo,
mis pensamientos se tornan grises,
tu nombre se desliza, nuestra historia se borra.

En el rincón de mi memoria,
se desvanecen las miradas que me regalaste,
aquellas que guardé solo para mí,
y ahora, como fantasmas, se despiden. 


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