Antes de dormir, deseo dedicarte unas líneas,
escribir aquello que a ambos nos fascina.
Esta noche, aunque parezca ordinaria,
quiero que sea extraordinaria, distinta.
Imagino que estás aquí, a mi lado,
y que una tristeza te embarga y domina.
Mas conoces bien lo que mi corazón dicta:
levanto mi mano, tomo una estrella y te la brinda.
Para que un destello de alegría te ilumine,
aunque sea efímero, aunque sea un instante.
Luego, en tu tristeza, me sumo y me incline,
y en un dulce silencio, la compartimos, amante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario