30 enero 2012

¿Qué camino tomarías tú?

Carezco de voz para expresarlo,
¿Quizás en mímica pueda mostrarte?
¿Plasmarlo en papel, tal vez?
¿O en un lienzo dibujarte?

Siento que fallo en el intento,
el suelo, un mar de versos truncados,
palabras luchan por un acomodo,
unidas por un núcleo no revelado.

¿Qué camino tomarías tú?
¿Compilar un tomo con estos fragmentos?
lancemos al aire las hojas sueltas,
observemos su danza al viento.

Quizá el azar se vuelva mi aliado,
y en su capricho me brinde sentido,
con una lluvia de papel y sueños,
ideas claras bajo un cielo lúcido.

Al final, ¿importa el método?
si te escribo una misiva,
si en silencio te lo actúo,
el mensaje persiste, invariable,
eterno, como el amor que insinúo.

27 enero 2012

Héroe

Tú, distante te volviste,
y en héroe me convertí.
Mi corazón, quebrado y triste,
en pedazos lo sentí.

Esa ausencia me transformó,
en un héroe sin querer.
Preferí sentir el dolor,
a verte tú padecer.

Te busqué sin encontrarte,
rechazaste mi querer.
Lágrimas, mi único arte,
héroe por ti llegué a ser.

Opté por cargar el pesar,
antes que verte sufrir.
Eso me hace destacar,
héroe dispuesto a servir.

El tiempo curó las heridas,
libertad pude encontrar.
De héroes, nuevas salidas,
mi ser pudo respirar.

Héroe soy, con un poder:
resistir la soledad.
Y al nuevo amor conocer,
mi corazón sanará.

Invicto se volverá,
al hallar la pasión verdadera.
Como héroe cuidaré,
a quien mi amor espera.

Con mi fuerza la protegeré,
de todo mal, de la oscuridad.
Porque un héroe siempre seré,
en el amor, mi especialidad.

24 enero 2012

El violinista

En un rincón de cerezas y sueños,
una joven con un libro de estrellas se encontraba,
en su rostro, una paz de ensueño,
hasta que un violinista con suavidad se acercaba.

Con dulces acordes, el aire llenó,
una canción de amor, un canto de corazón,
"Eres la luz en mi universo, mi sol",
le dijo, "en tu mirada, encuentro mi inspiración."

"Sigue tu lectura, yo aquí me quedaré,
como un mudo cómplice de tus sueños.
Si así lo quieres, mi violín hablará por mí,
y en este cielo, seremos eternos dueños."

La dama de los cereales sonrió al fin,
y al violinista, su atención regaló,
juntos compartieron un instante sin fin,
y en la melodía, un nuevo amor brotó.

Ya no más lágrimas, ni tristeza en su mirar,
solo risas y notas en dulce unión,
una canción completa, un amor por celebrar,
en el corazón de ambos, nació una canción.

Allí está ella

Allí está ella, presencia que desvaría,
extrañas sensaciones me invaden, sin saber,
un torbellino de pensamientos, día tras día,
inquietud que me embarga, ¿qué debo hacer?

Creo que es amor, eso que me confunde,
solo amor, puro y sin pretender,
nada más que amor, en mi corazón abunde,

¿Por qué su mirada me hace estremecer?
Cada gesto suyo, un temblor me induce,
me despoja del control, me hace renacer.

Ojalá fuese sencillo, como decir su nombre,
mas es un desafío, en suspiros me consume,
difícil es contener este sentimiento que asombre,
y en cada suspiro, por ella mi alma se consume.

De mil caminos pude elegir

Dime si es así,
mi amor por ti, infinito sin fin,
mi amor por ti, constante y sin límite,
dime si es suficiente,
dime si así debe ser.

En el sendero de la vida te hallé,
errante fui, un alma sin rumbo,
mas todo cambió, mi corazón se ancló,
al encontrarte, ya no más vagabundo.

Mi amor por ti, vasto como el mar,
mi amor por ti, eterno y sin final,
dime si es suficiente,
dime si así debe ser.

De mil caminos pude elegir,
maravillosa fue la suerte,
que me llevó a ti, a tu existir,
y en tu amor, encontré mi refugio.

Mi amor por ti, inmenso y sin barreras,
mi amor por ti, inagotable y verdadero,
dime si es suficiente,
dime si así debe ser.

06 enero 2012

Acércate

Acércate, aún más cerca, amor,
¿Qué más decirte? Aquí sigo yo,
en este impasse, igual que ayer,
tú allá, yo acá, en silencio los dos.

Amor, amor, repetido clamor,
seguimos aquí, en este vaivén,
te amo, me amas, ¿qué esperamos?
¿Quién romperá el silencio primero?

¿Serás tú? ¿O quizás seré yo?
Alguno de nosotros debe ceder.

Amor, amor, eco de mi voz,
¿quién dará el paso? Dímelo, por favor.

¿Dudas si mi amor es real?
Sí, es un sí, claro y total.

¿Quién hablará primero, quién se atreverá?
Aunque parezca extraño, tu corazón escucharé.

No temas, rompe el silencio, ven,
no te alejes, no más cuestionar,
mejor acércate, un poco más,
deja que tu aliento me hable de paz.

Amor, amor, amor, en cada respirar.

05 enero 2012

Persisto en soñarte

Persisto en soñarte, en la vigilia de mi mente,
nada retiene ya su forma, todo ha cambiado,
en el insomnio, tu imagen es recurrente,
nada permanece, todo se ha transformado.

Calendarios marcados, fechas que susurran tu nombre,
cada día un recordatorio, una constante invocación,
tu esencia imperturbable, mi paz desploma,
nada es igual, en mi alma hay revolución.

Manipularé las ondas de mi pensamiento,
para calmar esta vibración persistente,
anhelo el silencio, el final del tormento,
no deseo saber más, anhelo estar ausente.

Reflejo de luz, azul claro tras el espejo,
sombra que el viento dibuja, efímera y fugaz,
¿Cómo olvidarte? Si eres mi deseo,
¿Cómo dejar de pensar? Si eres mi paz.

Bailarina de sueños, soldadito de plomo,
ven, observemos juntos, la vida en detalle,
el rompecabezas de lo que somos,
bajo la lente, un universo que nos embale.

Intento ser distinto, alzar las manos al cielo,
indicarte que este no es el lugar,
¿Cómo dejar de pensarte? Eres mi anhelo,
en cada gesto, en cada lugar.

Puedes pretender que nada ha ocurrido,
pero incluso así, algo resuena en el fondo,
belleza hechizante, mirada que ha fundido,
permíteme un beso, en este mundo redondo.

Tomaré tu fotografía, contra mi pecho la presionaré,
que mi corazón cese su latir, que el recuerdo se desvanezca,
no deseo verte más, en la distancia me perderé,
¿Cómo dejar de pensarte? Si en mi mente te quedas.

Escribo sin sentido, sin esperanza de que leas,
sin poder demostrarte, que aún te extraño más,
nada es igual, en mi interior clama y ruega,
nada es igual, en mi corazón, tu ausencia es voraz.

03 enero 2012

Esfera

Observa la esfera, su forma completa,
pregúntate cuántos lados puede tener,
si crees que es imposible, casi aciertas,
pues infinitos son, no los puedes ver.

Infinitos lados, en números se desvelan,
aunque su área y volumen, finitos serán,
limitados por su naturaleza, que no apelan,
a la infinidad de sus lados, que no cesarán.

La princesa no comprendida

Había una vez, en un reino, una princesa cuya belleza no era comprendida. No era desamor lo que la rodeaba, sino una ceguera ante su singular encanto. Lloraba día y noche, recluida en su alcoba, visitada solo ocasionalmente por sus padres, quienes veían más allá de las superficies y amaban a su hija con fervor. La princesa, sin embargo, se sentía tan avergonzada de su apariencia que creía no merecer la mirada de nadie.

Una noche, una bruja malévola se materializó ante ella y le ofreció un trato: belleza a cambio de sumir al reino en la miseria. "El pueblo te ha rechazado; ellos se lo merecen", susurraba la bruja, instigando su venganza. "Tienes un día para decidir", dijo antes de desvanecerse en la oscuridad.

La princesa, agitada por sueños de galas y espejos que reflejaban una belleza ajena, despertó decidida a aceptar la oferta. Pero al amanecer, una mujer luminosa apareció junto a su lecho, hablándole de elecciones justas, del bienestar común frente a la felicidad personal. "Tu esencia es hermosa", le aseguró la dama de luz, "y la belleza exterior no tiene valor si por dentro estás vacía. Aunque creas que nadie te quiere, hay quienes te aprecian tal como eres". Antes de partir, la dama le reveló en el espejo el rostro de su amor verdadero, prometiendo que esa era una historia para otro momento.

Cuando la noche cayó, la bruja regresó, ansiosa por la respuesta. Con lágrimas en los ojos, la princesa rechazó el pacto, eligiendo su autenticidad sobre la falsa promesa de aceptación. La bruja, incrédula y furiosa, insistió en vano antes de desaparecer en la bruma de su derrota.

Al alba siguiente, la princesa despertó con una ternura renovada, orgullosa de su elección. Su tristeza se transformó en júbilo, y con paso firme, salió de su habitación. Sus padres, sorprendidos, la recibieron con abrazos, y su alegría se extendió por los pasillos del castillo. En el jardín, saludó a todos con una gracia que inspiraba sonrisas genuinas.

Desde la distancia, la bruja observaba, pero una luz repentina la envolvió: era la dama resplandeciente, quien desde una nube la contemplaba con una sonrisa de satisfacción.

Este cuento no concluye aquí; aún queda mucho por narrar. Pero mientras tanto, reflexiona y elige con sabiduría, como lo hizo nuestra princesa.