27 agosto 2011

Te amo y tú me amas

Te amo y tú me amas,
¿Qué haremos con estas llamas?
Para vernos cada día,
desde el alba hasta que el sol se escondía.

Te amo y tú me amas,
¿Qué plan trazaremos en nuestras camas?
Para que la soledad no me atormente,
cuando no estás, mi corazón se ausente.

Me amas, lo dices sin hablar,
tu mirada lo puede confirmar.
No hacen falta palabras,
tus besos son las llaves doradas.

Te amo, y lo demuestro sin cesar,
con mis ojos que no pueden ocultar.
Mis manos que buscan tu rostro,
y en cada caricia, te entrego mi gozo.

Nos amamos, y el tiempo vuela,
cada instante juntos, una estrella.
Quisiéramos detener el reloj,
y vivir en un abrazo, solo tú y yo.

¿Recuerdas aquella melodía?

¿Recuerdas aquella melodía?
La que bailamos con alegría,
nos abrazamos, nos besamos,
en cada nota, nos enamoramos.

Déjame creer

Quise detener el tiempo en tu abrazo,
un imposible, un espacio escaso.
Por favor, abrázame, no te vayas,
que en tus brazos, mi mundo se halla.

Déjame creer que partiste al mar,
en busca de sueños por alcanzar.
Dime que no volverás,
para que mi corazón pueda navegar.

25 agosto 2011

Nuestra novela

Hoy la vi, y no pude apartar la vista,
hoy callé, y mi voz no existía.
La vi caminar, y no la detuve,
mi saludo en el aire se disolvió.

¿Qué puedo hacer si ella me mira,
y yo me congelo, sin poder hablar?
No sostengo su mirada,
y en el silencio, me quedo atrapar.

Ayer la vi, y quise saber quién era,
ahora que estaba sola, mi valor se desespera.
Busco el coraje, pero me evade,
y en mi silencio, mi deseo se desvanece.

Si la veo, ¿qué palabras elegir?
No la conozco, pero quiero descubrir.
Quiero saberlo todo de ella,
y en un hola, comenzar nuestra novela.

19 agosto 2011

Un astro perdurable

Aún quedan estrellas por entregar,
no todas han sido obsequiadas,
solo unas pocas permanecen,
es crucial saber distinguir,
para no errar en su elección.

El primer ser que amó en la historia,
obsequió la luna entera,
y desde entonces nos quedan las luciérnagas,
que en la oscuridad nos guían con su luz.

Aquellos que juegan con el amor,
regalan estrellas fugaces,
más los que aman con sinceridad,
se esfuerzan por hallarte un astro perdurable.

Enero de 1882

13 de enero de 1882

Esa fue la fecha que inscribí en el pizarrón con tiza blanca. Al girar, deposité mi sombrero de copa sobre el escritorio y colgué mi abrigo en el perchero, ajustando con precisión los lentes para enfocar adecuadamente a la clase que me aguardaba. Frente a mí, universitarios de una institución prestigiosa, a quienes interpelé con seriedad y directamente: "¿Cuál es el nombre del primer hombre que pisó la luna?" Las risas y carcajadas inundaron el salón; observé cómo se entretenían y se miraban unos a otros. Al concluir su algarabía, el silencio se adueñó del espacio, todos los ojos fijos en mí, cargados de extrañeza.

Elevé el brazo derecho para consultar el reloj digital Casio que ocultaba bajo mi manga. Eran las 11:15 a.m. Alzando la vista, pronuncié: "Neil Alden Armstrong es el nombre del primer hombre en pisar la luna".

Me desplacé con lentitud hacia la ventana, esbozando una sonrisa leve, y murmuré para mis adentros: "¡Esto será divertido!"

A través del cristal, contemplaba los carruajes que transitaban, la gente ataviada con trajes, las damas que paseaban bajo sus sombrillas, las azoteas adornadas con el humo que ascendía de las chimeneas; una estampa típica del siglo XIX.

16 agosto 2011

Te invito

En un jardín donde florecen los sueños,
donde cada pétalo es una sonrisa,
y el amanecer trae consigo la promesa de alegría.

Abrazo el mañana con esperanza renovada,
me maravillo ante el esplendor de cada instante,
en la melodía que nace con cada nuevo día.

Respiro la dulzura del aire primaveral,
danzo entre las posibilidades que se despliegan,
sentirás la calidez de mi júbilo,
sabrás que es por la belleza de la vida.

Esta vez es especial,
me regocijo en la existencia misma,
con una sonrisa que contagia felicidad,
así es como se celebra el estar vivo.

Te invito a compartir este camino de luz,
donde las palabras son semillas de bondad,
río con el brillo de las estrellas,
por las conexiones que nos fortalecen.

Saludo a los valientes que eligen la felicidad,
que se elevan con la ligereza del ser,
y se mantienen en la cúspide, buscando siempre el bien.

Fui alegre, todos nos importamos,
mi regocijo era constante,
y al darte la mano,
esos instantes se volvieron inolvidables.

Aprecio cada gesto de cariño,
lo extiendo sin fin,
y en cada paso que doy,
sé que lo mejor es reír y compartir.