Un amor,
tan cercano y a la vez distante,
escucha al corazón, déjalo vibrante.
Deja que la razón, suavemente, fluya,
y que tus ojos, alegres, la sonrisa dibujen.
Un amor,
que parece tan lejano como una estrella,
pero que en verdad, está a la vuelta de la esquina,
o más cerca aún, de lo que imaginas.
Deja que fluya,
no lo encierres, pues podría estallar.
Tú respondes sin siquiera preguntar,
sonríes y me robas el hablar.
No hacen falta palabras
para expresar lo que deseo contar,
solo deja que el amor, libre, fluya,
y por tus ojos, se deje contemplar,
pues en cualquier momento, podría desbordar.
Escucha a la razón,
déjate por sus consejos guiar,
no es mala compañera,
solo busca orientar.
Haz lo correcto,
y deja que el amor fluya,
no dejes que una duda lo frustre,
sonríeme, abrázame, y jamás me sueltes.