18 diciembre 2010

Puntos de colores

Posees un castillo de papel,
trazado en el cielo que se ha iluminado,
con tu pincel mágico has delineado,
¿cuántas palomas al viento has liberado?
¿de qué matices las has decorado?

Princesa soberana del reino esbozado,
inmutable tu trono, por nadie alterado,
inmortal lo que con amor has creado.
Notas musicales en el aire has escrito,
y con gracia en melodías las has convertido.

Puntos de colores, como pixeles dispersos,
danzan en el lienzo, formando un corazón.
Sueñas con alas para surcar el universo,
contar las estrellas, sin limitación.

Y en aquel corazón, con tus colores pintado,
que en el cofre musical has resguardado,
anhelas escuchar su ritmo apasionado,
suspirando, en el arte, por amor inspirado.

Tú brillas con luz propia

En las noches, cuando el cielo se adorna de estrellas,
cada una iluminando la vastedad oscura,
me pregunto, sin hallar explicación alguna,
si acaso serás una de ellas, tan pura.

Porque en mis sueños, tú brillas con luz propia,
iluminando cada esperanza y cada anhelo,
y en esos sueños contigo, la noche se vuelve copa
de un vino estrellado, dulce y sin desvelo.

Si pudiera robarte

Si pudiera robarte, ¿quién podría asistirme?
Ni el sol ardiente, ni la luna tan fría,
pero entre estrellas, sí, podría esconderte,
te confundirían con su brillante compañía.

Nadie te hallaría, en el cosmos perdida,
mas yo sabría dónde encontrarte estarías,
para hurtar tus caricias, tan solo mías,
y quizás no estarías triste, como yo temía.

Tú también me posees, con tu mirada cautiva,
esclavizado quedo, en tu dulce alegría.
Entonces, ¿quién a quién realmente robó?
Tú mi corazón, y el mío, lo tienes tú.

Comencé con mentiras

Comencé con mentiras, intentando impresionarte,
promesas al viento, buscando cautivarte.
Ahora que te has ido, lo falso se tornó cierto,
las palabras vacías, en verdades se han convertido.

Esas promesas falsas, en tu ausencia cobraron vida,
se volvieron reales, aunque tú ya no estés aquí.
Quise compartir contigo, pero ya no estabas,
para ver cómo mis palabras se materializaban.

Prometí bajarte el cielo, y ahora que te has ido,
me encuentro con las estrellas, pero sin sentido.
Dije mentiras que, al partir, creí verdaderas,
las cumplí una a una, pero ya no tenían espera.

Debí hablarte con la verdad, para que, al regresar,
encontraras cada promesa, como un hecho a abrazar.
Te mentí con promesas, dudando si cumpliría,
ahora que no estás, las hago realidad día tras día.

Ahora que son verdad, duele que no estés aquí,
para ver cómo mis mentiras se convirtieron en ti.
Me dejaste seguir mintiendo, querías descubrir,
si era capaz de una verdad, al menos, decir.

Y ahora que no estás, no podrás ver,
que lo que dije, con amor, lo hice ser.
Viviendo sin mentiras, sin heridas que sanar,
nuestras miradas se encuentran, en el cielo a contemplar.

Un poema de amor

De mí para ti, en esta sinfonía sin fin,
con una melodía que brota del alma,
te la dedico a ti, con toda mi calma,
ahora renace, en verso y sin confín.

Un poema de amor, desde mi ser para ti,
escrito con el latir de un corazón sincero,
esta canción, con cariño verdadero,
te la dedico a ti, y solo para ti.

Eres cual arcoíris

Eres cual arcoíris, mística y mágica,
tu mirada infinita, un horizonte sin final,
donde termina tu vista, allí no hay nada más,
pues el universo de colores vive en ti, esencial.

Con tus labios dibujas enigmas sin igual,
eres el arcoíris, de sentimientos celestiales,
brillante más que diamantes en su prisión cristal,
ojos que desafían descripciones, aun en cien cantares.

Tu corazón, paleta de tonos sin par,
es un arcoíris que emana de tu ser,
iluminando el mundo con tu singular brillar,
en cada gesto, en cada paso, te haces ver.

10 octubre 2010

Tu mirada me hechiza

¿Qué hago hoy? Tejo con hilos de sueños,
un mantel donde la magia se posa,
bordado con la esperanza de los días venideros,
y en cada hebra, una promesa hermosa.

¿Qué escribo hoy? Cuentos adornados de encanto,
libros cuyas letras de oro resplandecen,
páginas que cobran vida, llenas de color tanto,
historias que en la imaginación florecen.

¿Qué veo hoy? Sirenas que en mares danzan,
barcos que entre nubes se elevan,
caballeros de papel que en valentía avanzan,
en un mundo donde la fantasía se atreva.

Enamorado de ti, mi corazón has robado,
y confío en que lo guardas con ternura,
es frágil, sí, y ha sido antes lastimado,
mas sé que en tus manos hallará su cura.

Tu mirada me hechiza, me hace soñar despierto,
caminar en nubes que en el cielo se desvanecen,
me das alas para volar, un sentimiento abierto,
¿cómo logras que los sueños se entretejen?

Bailemos hoy al son de una melodía sincera,
con la música que del corazón emana,
un vals de amor, donde tú y yo somos pareja,
bajo el sol que nos acompaña con su grana.

Y si el sol declina, la luna nos tomará de la mano,
guiándonos por un mar de estrellas centelleantes,
iluminando nuestro paso, juntos, año tras año,
en este baile eterno, amorosos y constantes.

¿Cómo es esa canción? Son versos de un enamorado,
palabras que juntas, en armonía, se entrelazan,
hoy al cielo miré, y en él, tu rostro he hallado,
desperté de un sueño donde tú siempre abrazas.

Hoy escribí un poema, y tu nombre era su esencia,
¿cómo dejar de pensar en ti, si estás en mi ser?
Tu imagen en mis ojos persiste con insistencia,
nacida bajo estrellas, tu belleza es mi querer.

27 septiembre 2010

Tan real y tangible

No existe en el mundo dama de tal belleza,
es aquella que roba el aliento y la calma,
si algún defecto posee, es su perfecta naturaleza,
palabras faltan para describir su encanto y su alma.

Es la clase de mujer que no se logra olvidar,
su mirada, un haz de luz que ciega mis sentidos,
y aunque en su ausencia mi vista quiera recuperar,
ella es el sueño viviente que mis noches ha teñido.

Tan real y tangible, que al mirarme me captura,
con un solo gesto, mi mundo entero conquista,
ella es la musa de mi mente, la esencia pura,
la chica de mis sueños, la realidad que subsista.

Recuerda que el amor‏

No sé qué decirte cuando a tu lado estoy,
enamorado, ilusionado, por ti encantado, sí, soy.
No hay calma en mi ser, ni en sueños, ni en vigilia,
pues tu mano en la mía es la paz que me guía,
y en cada suspiro, un beso te envío.

¿Qué has hecho en mí? ¿Qué cambio has tejido?
que ya no concibo un mundo sin tu abrigo,
un espacio vacío donde tú no estés conmigo.

Recuerda que el amor, caprichoso y veloz,
construye y destruye, pero contigo es mi voz.
Enamorado de ti, de ti y solo de ti,
en este laberinto, eres mi salida, mi fin.

Es la respuesta a la incógnita de mi razón,
porque al mirar el mundo, solo veo tu reflejo, tu son.
No puedo imaginar, ni quiero concebir,
una vida sin ti, sin tu luz a seguir.

26 septiembre 2010

El silencio

Hagamos un silencio, hay algo que confesar,
en voz baja te diré, con certeza y sin dudar,
que eres una mujer única, no hay otra igual,
y bajo la luz tenue, un beso te voy a regalar.

No preguntes qué haré con el beso que te di,
lo guardaré en secreto, para que no lo veas partir.
El silencio se ha hecho presente, y en él, te abrazaré,
con tal fuerza que mi alma sentirás, te logrará envolver.

En la oscuridad, tú iluminas mi camino,
guiándome hacia la locura de un amor divino,
un amor verdadero, apasionado y genuino,
que, en cada gesto tuyo, encuentra su destino.

Eres todo para mí

Incesante es mi pensar en ti,
mi preocupación por ti no cesa,
puedo perder el control, es así,
perdona si sucede, es mi promesa.

Pero es que en verdad te amo,
eres todo para mí, mi universo,
no permitas que despierte de este sueño,
no me dejes caer en el reverso.

Eres todo para mí, mi único destino,
el paraíso a tu lado se hace realidad,
no dejaré de mirarte, mi camino,
y si ciego me vuelvo, tu voz será mi claridad.

Si sordo me encontrara, tu piel aún sentiría,
pero si el sentir se me escapa, estaré en la oscuría,
porque vivir sin sentirte es como no vivir,
y es que no dejo de pensar en ti, mi razón de existir.

01 julio 2010

El universo se detiene

Cuando la flor se abre al mundo, el tiempo se suspende,
así sucede con el amor, el cosmos en pausa se extiende.
Para admirar la historia que comienza a desplegarse,
de dos almas enamoradas, cuyas miradas logran enlazarse.

Los escribas preparan sus pergaminos, pluma en mano,
para narrar el amor, en un relato humano.
Detallan el instante fugaz, que en un segundo se va,
pero en la memoria de los amantes, eternamente estará.

¿Qué vendrá después, cuando el universo retome su danza?
No preguntes, pues ni yo poseo tal esperanza.
Lo que sí sabemos es que ese instante perdurará,
eterno y sublime, mientras el amor siga siendo la verdad.

El universo se detiene, observa el nacer del querer,
nada puede impedirlo, nada lo puede deshacer.
Solo hasta que los amantes su mirada aparten,
el cosmos reanudará su curso, y en armonía seguirá su arte.

Permíteme sentarme aquí

Permíteme sentarme aquí, justo a tu lado,
te aseguro que en silencio permaneceré,
no diré palabra, no seré un estorbo,
sí lo prefieres, ni siquiera me mires,
solo deseo compartir este espacio contigo.

Intentaré, de alguna forma, ser invisible,
ser como el aire que respiras, imperceptible,
estaré aquí, quieto, en silencio, a tu vera,
como una estatua, una sombra que no altera.

Déjame acompañarte, sin interrumpir tu hacer,
miraré hacia donde tus ojos se posen,
y si lo que veo me lastima, desviaré mi mirar,
me conformaré con la presencia, sin hablar.

A tu lado, seré compañía silente,
y lo único que nos unirá será el aire presente.

Hay algo en ti

Hay algo en ti que me cautiva,
quiero descubrirlo ahora, sin demora,
acepto que quizás nunca seas mía,
eres el amor imposible que mi corazón adora.
Y si una chance existiera, en la vida,
mi corazón, temeroso, aún diría que no.

No deseo perderte, no más despedidas,
no quiero que te vayas, que te alejes, no.
Prefiero soñar despierto, en fantasías,
que enfrentar la realidad de tu adiós.

Es que hay algo en ti, un misterio, una luz,
que me impide dejarte, que me ata a ti.
Ignoro qué será, ese algo que me seduce,
es un enigma que ansío resolver aquí.

Reconozco, aunque duela, que no serás mía,
pero viviré ilusionado, enamorado sin fin.
Y si un día me dijeras que sí, que podrías,
te diría que no, por miedo a un final sin ti.

Prefiero la ilusión, el dulce engaño,
a la soledad que traería tu olvido.
Viviré en este sueño, año tras año,
enamorado de un amor no correspondido.

Fotógrafo

Anhelo ser fotógrafo, por la excusa de mirarte,
observar esos ojos tuyos, destellos que me fascinan.
Seré quien te contemple, a través de la lente aguardarte,
con luces danzantes, colores que a tu alrededor giran.

Te retrataré con elegancia, en vestidos que deslumbran,
entre escenarios floridos, donde la belleza se respira.
Seré tu fotógrafo, capturando la pose que mi alma abruma,
sin que lo notes, por ti suspiraré, eres mi única inspira.

Quizás sonrías para la cámara, mas será a mí a quien sonrías,
y esa sonrisa la atesoraré, más allá de cualquier fotografía.
La colocaré en la estancia secreta de mi corazón,
la guardaré en mi mente, nunca permitiré su evasión.

Capturaré ese instante sublime, cuando el viento juegue con tu pelo,
y el sol palidezca ante el resplandor que emanas con cada destello.
Quisiera ser fotógrafo, para tener la razón de verte,
inmortalizar ese momento, y en mi mente siempre retenerte.

08 junio 2010

Pastel de miel

Tus besos, dulces como el más fino pastel de miel,
única es tu forma de besar, no hay comparación,
cada beso tuyo, un dulzor que al alma llega fiel,
como si de un pastel de miel se tratara, una dulce canción.

Cuando anhelo endulzar mi existencia, mi ser,
es tu beso lo que deseo, lo que mi corazón elige,
para sentir en mis labios el dulce amanecer,
y creer que, en un pastel de miel, mi alma se abrigue.

En tus abrazos, la dulzura se hace sentir,
pero es en tus besos donde el néctar puedo hallar,
solo a un pastel de miel los puedo comparar,
en ellos, mi cordura comienza a derretir.

Me vuelves loco, en un dulce desvarío,
con cada beso que de ti recibo, me derrito,
pastel de miel, sabor que, en tus labios vivo,
cuando los míos tocas, en un perfecto rito.

24 abril 2010

Cuéntame esos cuentos

Tú acortas los días con tu magia sin igual,
cuéntame tus sueños, ¿serán verdad o ficción?
No importa, creeré cada narración,
sí dices que fuiste sirena, no dudaré ni un instante,
sí cuentas que has tocado la luna, creeré ferviente.

Tu vida es un universo, vasto y deslumbrante,
mi existencia, a su lado, parece tan distante.
Relata lo que hoy tus ojos han admirado,
carruajes de papel, cerezas en lámparas colgadas,
a tu lado, el tiempo es un suspiro, un instante.

Cuéntame esos cuentos donde vuelas, donde nadas,
en nubes algodonosas, en cosmos sin limitadas.
Narra una historia eterna, sin final, sin despedida,
donde cada día revelas un poco más de tu vida.

14 abril 2010

Es momento de avanzar

¿Cómo podré del sueño despertar,
en el que me encuentro, perdido en la oscuridad?
Anhelo abrir los ojos, la realidad enfrentar,
pero temo que, al hacerlo, solo hallaré la soledad.

Dejaré atrás el sueño, esa ilusión que no puedo guiar,
me alzaré con valentía, a la realidad me enfrentaré sin dudar.
¿Dónde se han ido los sueños que me hicieron aspirar?
Es momento de avanzar, de los ojos abrir, de verdad despertar.

11 abril 2010

Directorio telefónico

Amor en el directorio telefónico,
donde la poesía se escribe en páginas amarillas,
impresas con tintas de colores vivos,
y repletas de imágenes que hablan.

Si buscas con atención,
ahí me encontrarás anunciado,
ofreciendo mi humilde corazón al mejor postor,
quizás alguien lo valore más de lo que yo lo hice.

¿Quién desearía un corazón hecho añicos?
¿Como pisapapeles o como lastre bajo el neumático?
Amor, ese que se halla en el directorio telefónico,
donde hay más escritura en un solo libro amarillo,
más poesía que la que podría plasmar en papel.

Poesía que resuena en el oído,
que te sintoniza con la frecuencia del sentir,
hay más versos en un directorio telefónico,
de los que jamás podría dedicarte.

Oh sí, llenas de imaginación,
describen lo maravilloso que sería,
si te escribiera un libro,
con historias tan diversas como la vida misma.

Oh no, podrían ser números al azar,
pero describen mi mundo,
en la búsqueda de la dirección correcta,
amor en el directorio telefónico.

A tu lado

¿Quién lo hubiera dicho? ¿Quién lo hubiera imaginado?
que el dulce hechizo del amor volvería a mi lado,
que, en ti, mi tesoro, la dicha encontraría,
¿Quién lo hubiera dicho? ¿Quién lo hubiera imaginado?

Quizá no sea perfecto, puede que me equivoque,
más ya no me turba, no me causa desvelo,
me entrego a este flujo de cariño que me toque,
y en tus brazos, de nuevo, me elevo al cielo.

¿Quién lo hubiera dicho? ¿Quién lo hubiera imaginado?
que el amor llamaría de nuevo a mi puerta,
que en tu mirar hallaría el sol de mis mañanas,
¿Quién lo hubiera dicho? ¿Quién lo hubiera imaginado?

A tu lado sé que siempre estaré,
en un ensueño despierto, en un vivir soñado,
contigo me hallo, al fin te encontré,
y en este querer, nuestro cuento ha empezado.

¿Quién lo hubiera dicho? ¿Quién lo hubiera imaginado?
que me enamoraría con tal fervor,
que en ti hallaría la genuina felicidad,
¿Quién lo hubiera dicho? ¿Quién lo hubiera imaginado?

Ahora, tímido soy al revelar mi emoción,
duermo con la esperanza de que sueñes conmigo,
enamorado estoy, y eso ocupa mi razón,
no temo errar, pues contigo, todo es abrigo.

¿Quién lo hubiera dicho? ¿Quién lo hubiera imaginado?
que de nuevo el amor en mi vida florecería,
que, en ti, mi amor, la felicidad encontraría,
¿Quién lo hubiera dicho? ¿Quién lo hubiera imaginado?

03 marzo 2010

El sultán

Desde la estancia principal, un sultán de corazón noble y mirada humilde se desplazaba hacia el patio, su ritual diario, para deleitarse con el canto de su preciado canario. La música que el ave tejía era su más hermoso tesoro, y su corazón vibraba al compás de aquellas melodías encantadoras. Pero aquel día, el sultán notó el deterioro de la jaula que albergaba a su canario, una estructura dividida en cuartetos simétricos, donde la seguridad de su compartimento dejaba mucho que desear. Con sumo cuidado, tomó al canario entre sus manos y lo trasladó a un rincón más seguro de la jaula, aunque observó con inquietud los orificios que salpicaban el lugar, portales a la libertad que el canario podría anhelar.

Al abrir la puerta y situar al canario en su nuevo aposento, el sultán sintió una efímera felicidad. No pasó mucho tiempo antes de que el canario encontrara un resquicio por el cual escapar y volar lejos, dejando al sultán impotente y sumido en lágrimas. Sin embargo, la sorpresa inundó su ser cuando el sonido familiar del canto del canario acarició sus oídos; el ave había regresado, posándose sobre el hombro del sultán. El canario había vuelto, y los ojos del hombre reflejaban la más pura felicidad, iluminando cada rincón de su morada.

La carrera

En la antigua Grecia, donde los dioses jugueteaban con los destinos de los hombres, se celebraba una carrera sin igual. Era un desafío que invitaba a los atletas de todo el país a desafiar los límites de su mortalidad, recorriendo la frontera entera para luego regresar al punto de partida. Solo tres héroes, cuyos nombres resonaban como ecos de gestas pasadas, respondieron al llamado.

El alba del día señalado trajo consigo la tensión de la espera y la promesa de la gloria. Los competidores, estatuas vivientes de la perfección helénica, se alinearon en la salida. Pero entre ellos, una sombra pasó inadvertida, un hombre más se sumó a la lista, un cuarto concursante cuya presencia era un misterio. Era el ciego, aquel que, sin ver, veía más allá de lo que los ojos pueden contar. Nadie osó reír, pues en su silencio, había un respeto tácito, y sin reglas que prohibieran su participación, la carrera dio inicio.

Los atletas, como flechas despedidas por arcos divinos, se lanzaron en su cometido. El ciego, sin embargo, avanzaba con la serenidad de quien conoce otros ritmos. La piedra bajo sus pies era su guía, el eco de su bastón, su oráculo. La noche cayó como un telón, y en su oscuridad, el ciego tropezó con un tronco traicionero. Herido, pero no vencido, apartó el obstáculo y continuó su odisea. Al siguiente día, una roca desafiante encontró su camino, y con el dolor marcando sus piernas, la movió, dejando libre la senda. Otra noche, y las ramas de un árbol anciano arañaron su rostro; con manos firmes, las cortó, liberando su ruta.

El ciego alcanzó la meta, lacerado, exhausto, pero su espíritu intacto. Lo que nunca imaginó fue el estruendo de una multitud que lo aclamaba, una ola de júbilo por un hombre que, sin luz, iluminó a Grecia con su hazaña. Se convirtió en leyenda, no por la rapidez, sino por la inquebrantable voluntad de su corazón.

Los otros tres atletas, testigos de su fuerza, lo alzaron en hombros, no como un competidor, sino como un triunfador del espíritu humano. Y así, el ciego fue llevado en triunfo, no solo por el pueblo, sino por la historia, que lo recordaría no por la carrera, sino por la travesía de su alma indomable.

27 febrero 2010

Sueños efímeros

Aquí estás, en el silencio de mis plegarias,
aquí te siento, en el espejo de mis lágrimas.
¿Qué esperas para cruzar el umbral?

Sueños efímeros, tormentos que devastan,
días agotados de no poder verte más.
Noches frías, sin tu presencia en mis brazos.

Pero no te olvido, pues en mi alma estás,
te amo, eres el aire que respiro,
la eterna e inmutable verdad.

17 febrero 2010

Ya no soy

Me sumerjo en el vacío,
por mi destino, alma en desafío,
olvidé ya el llanto derramado,
en este abismo, oscuro y callado.

Ya no soy quien era ayer,
transformado, lo debo reconocer,
los tatuajes se desvanecen lentos,
dejando marcas, de mis tormentos.

Venas desgarradas, nervios rotos,
en mi ser ya no quedan votos,
no hay más que pueda hacer,
perderte, eso sí puedo temer.

El tren de las tres ya está aquí,
subiré, de esta realidad huir,
la piedra de mi castigo cargaré,
y hacia el infinito viajaré.

La luz de la voluntad

En la noche más profunda,
cuando la salida parezca esfumarse,
resplandecerá una luz intensa,
la sombra se disipará,
y la claridad se impondrá.

No hay razón para el temor,
mientras en el firmamento,
las estrellas dan consuelo,
la esperanza se mantendrá.

Que tiemblen los que al mal se entregan,
y aquellos que su culto riega,
pues al ver la luz de la voluntad,
lamentarán su oscuridad.

Sigamos en nuestra senda,
aunque el dolor nos tienda,
la gloria al fin será vista,
luchemos por nuestra justa conquista.

Y si en la lucha caemos,
con más brío nos levantemos,
el mundo es nuestra estancia,
y la luz de la verdad, nuestra guía.

El mal ya no tendrá cabida,
no lastimara la bondad querida,
que de nuestros corazones brota,
como fuente de vida remota.

16 febrero 2010

Solo de ti

Me enamoro, quedo hechizado, conquistado,
en un efímero instante, un momento alado,
tu rostro vi, y con tu sonrisa me obsequiaste,
bastó ese segundo, en amor me transformaste.

Sabrás que mi palabra es sincera y fiel,
mírame a los ojos, verás que es cierto,
que mi corazón late fuerte por ti,
pero anhelo saber, ¿Qué sientes tú por mí?

Deseo despertar cada día a tu lado,
vivo un amor platónico, sublime y gentil,
enamorado de ti, solo de ti,
y de nadie más que de ti.