17 diciembre 2009

Es una dama

Es una dama de encanto sin igual,
con ojos que destellan coquetería y luz solar.
Tan amable es la joven, de sonrisa sin par,
que en sus clases de ballet, danza sin cesar.

Misteriosa en su esencia, guarda un secreto sin final,
un angelito en su caja musical.
Al abrirlo, melodías empiezan a brotar,
cantos celestiales que solo ella podrá escuchar.

No es como cualquier otra, su brillo es especial,
y por eso le dedico esta canción sin igual.
Para que al oírla, pueda en mi amor hallar,
la misma magia que en sus ojos puedo yo admirar.

Coleccionista de plumas, su escritorio un festival,
de pulseras tejidas con pasión y arte manual.
Y en su mundo de colores, nunca puede faltar,
el orden en su cajón, donde los sueños va a guardar.

07 diciembre 2009

El amor que te ofrezco

¿Dónde se han ido esos sueños?
¿Dónde se esconden las ilusiones?
Quizás se las llevó el viento otoñal,
como hojas que al tiempo se rinden sin más.
Mas yo, contra viento y marea,
te amo sin pausa ni tregua,
pues solo el amor, puro y veraz,
es difícil de ocultar, no lo puedo negar.

¿Dónde se oculta el sol matinal?
¿Se esfumó con el crepúsculo al final?
Lo que me queda es subir a las cumbres,
buscar su luz entre sombras y lumbres.
Las fotos que un día capturamos,
se han borrado, ya no están.
Ahora son páginas en blanco,
esperanzas por pintar.

Anhelo que regresen esas imágenes,
que mi mente solía cruzar,
y que ahora dejan vacíos,
por donde se fuga la ilusión al volar.
El amor que te ofrezco,
es sincero y sin igual,
como el anhelo profundo que siento por ti,
de volver a verte, no puedo esperar.

Si no giro al verte pasar,
es porque te miro con el alma, es mi verdad.
Y si parezco callar,
es mi corazón el que a gritos va.
Dejar los sueños es renunciar,
y eso, amor, jamás podré aceptar.

06 diciembre 2009

El amor es destino

Allí estabas tú, con tu mirada singular,
como nunca antes otra me pudo observar.
Esperabas un gesto, una señal de mi parte,
pero el temor me ataba, no podía enfrentarte.

Dejé que el tiempo fluyera, sin pausa ni final,
esperando que te acercaras, que me dieras señal,
para expresarte, al fin, lo que por ti puedo sentir,
ahora que lo sé, ahora que me lo has hecho saber,
la herida de mi alma, que creía poder esconder,
se ha abierto de nuevo, no la puedo contener.

¿Cómo fue posible, cómo pudo suceder?
Robarte un beso, en un instante ceder,
pero te amo tanto, con un amor tan fiel,
que, como caballero, no me atreví a querer
tomar de tus labios, ese gesto tan gentil,
prefiero que me lo ofrezcas, en un acto sutil,
con los ojos cerrados, signo de amor divino,
dicen que, en ese momento, el amor es destino.

Pero sé que el tiempo todo lo puede curar,
y caminaré con él, a través del invierno y su pesar,
sin saber de ti, en la distancia me perderé,
porque me enamoré de un sueño, de un deseo que crecí,
no intentes arrebatármelo, pues es parte de mí,
y si tengo el poder de cambiar el mundo, así será,
para mi bienestar, para mi realidad.
Dios dirá si nuestros caminos se han de cruzar.

03 diciembre 2009

Soñe

Soñé que a tu lado estaba,
imaginé que no era un sueño,
recé para no despertar,
y poder seguir a tu lado, soñando.

Desperté entre lágrimas derramadas,
intenté encontrarte en sueños, en vano,
más nunca apareciste, en la nada,
y aún así, no dejé de intentarlo.

Alguien mi brazo sujetó,
un ángel que a mi lado se posó,
me envolvió en un abrazo,
y mi serenidad retornó.

01 diciembre 2009

En los cielos

Érase una vez, en tiempo y lugar,
una princesa, de noble mirar,
hija de Pierre, de la costa este,
cuyo deseo era un castillo celeste.

El gran rey mandó a edificar,
en los cielos, un hogar sin par,
y aquel que lograse tal proeza,
con su hija se uniría en fortaleza.

Muchos valientes lo intentaron,
del cielo alto, desafortunados cayeron,
ingenios voladores, grandes crearon,
más todos en fracaso se estrellaron.

No había modo, ni arte ni ciencia,
de construir en nubes tal residencia,
y ganar la mano de la princesa,
de belleza pura, de fina alteza.

Mas he aquí que llegó el día,
un joven de oeste, con valentía,
decidido a cumplir la hazaña,
de un castillo volador, hacer hazaña.

No tardó en mostrar su destreza,
con papel y sueños, su fortaleza,
maestro de papirotecnia, su profesión,
técnicas secretas, su gran pasión.

Ridículo oficio, muchos pensaron,
pero él sabía que le servirían, confiado,
y así, en treinta días, su obra culminó,
un castillo de papel, que en el aire flotó.

Invitó a la princesa a su morada,
esperaron juntos la brisa alada,
y con el primer viento, se elevaron,
entre nubes y sueños, se amaron.

Así el muchacho, de origen humilde,
con la princesa, su amor construyó,
hija de Pierre, de la costa este,
en castillo de papel, su vida unió.